Efímero

CAP20/RELICADO

La mañana cayó, con un espléndido sol y sus rayos de luz atravesaban las ventanas de la casa de Matt pero estos rayos no entran del todo a la habitación de él porque las cortinas rojas estaban cerradas.

Dos cuerpos yacían en la cama, tapados por las sábanas que los cubrían y refugiaban a aquellos dos enamorados. Matt tenía a Lucía abrazada a el y ella estaba acurrucada en su pecho , sus piernas estaban enredadas con las de el, sus cuerpos estaban cerca, se les veía tranquilos y  en una burbuja donde no los podría sacar,una burbuja que los mantenía alejados de la realidad que hacía de aguja para pinchar a la burbuja y sacarlos de ese lugar .

El abrió los párpados pero tenía un poco de dificultad ya que veía borroso un poco, parpadeo un par de veces hasta que  todo se aclaró, dirigió su mirada a la muchacha  que yacía acurrucada a su lado, para él , ella era un ángel completo, se veía tan tranquila y absorta de los problemas.

Empezó a acariciar el cabello de la chica, esperando que no despertará pero no todo lo que él quería se podría cumplir. Lucía empezó a abrir sus párpados y hacer lo mismo que Matt hace unos minutos para poder aclarar su vista, una sonrisa hermosa se asoma en sus labios , deja un pequeño beso en el cuello del chico, haciendo que este agranda su sonrisa.

—Buenos días — pronuncia con ternura.

— Buenos días —. Saluda ella separándose un poco para  plantar  un beso en los labios de su amado, este correspondió complacido su beso dulce , cariñoso y juguetón, al separarse sonrieron como dos tontos enamorados.

—Amaneciste juguetona, esa faceta no la conocía — declara divertido, plantando un beso en la punta de su nariz. Ella sonrió.

—No puedo despertar feliz y darle muchos besos a mi novio — pronunció con timidez e inocencia.

Lucía se sentía plena, feliz y amada , agregando también que por una vez  desde su noviazgo amanecía juntos y no distanciados esperando con ansias ir al colegio para poder estar juntos.

—Si puedes amanecer así,  además me gusta esa faceta tuya, que todos esos besos sean sólo para mí — admite feliz.

—Tengo hambre.

El ríe.

—Lucía Danielle siempre dañando momentos desde el dos mil uno.

Ella lo fulmina con la mirada.

—Tu no digas nada viejito —. Contraataca recordando que Matt era mayor que Lucía.

— Pero un viejo  bien bueno —elogia con arrogancia. 

—Debería denunciarte— amenaza en forma de broma.

El deja otro beso en los labios de la chica.

—Ah si, pues tendrás que vivir sin mis besos, sin alguien que te caliente siempre, olvídate que te cocine, te cante, olvídate que estaré ahí cuando estés enferma y sobretodo que este hombre no estará para mimar y cumplir los caprichos que tu requieras — explica  con ternura.

— Eso no me importa — contradice con desinterés.

El arquea una ceja para mirarla con seriedad, tomó su rostro para besar sus labios de forma desesperada y  tierna para  morder con sensualidad el labio inferior de la chica.

— Te pierdes de eso también.

Ella ríe.

— Te amo — recalca.

— Yo también te amo, pero vamos a bañarnos y luego a desayunar, ¿te parece ? — pregunta.

Ella asiente feliz.

Los dos salen de la cama para ir hacia el baño de Matt, al estar juntos en la regadera, el gira la manija. El agua tibia llega a sus cuerpos. 

Se bañaron juntos, el enjuaga  el cabello de Lucía y ella el de Matt, entre besos , palabras dulces y miradas cómplices se dedican un tiempo juntos, un tiempo preciado donde están sumergidos otra vez en su mundo, un mundo donde solo se acepta el amor puro, se acepta los mimos y la felicidad.

Salió Matt primero de la ducha para cambiarse con rapidez e ir a la cocina para preparar un rico desayuno.

Lucía por su parte sonreía como una enamorada completa, termina de ducharse para ir hacia la habitación, toma un boxer de Matt  y se lo pone, luego se coloca la ropa de ayer con diferencia de que no se pondrá el top blanco sino toma una camisa negra con el logotipo del capitán América.

En este momento ella recuerda lo mucho que Matt le gustaba La liga de la justicia y sobre todo Capitán América; dejó sus pensamientos para terminar de arreglarse, secar su cabello y  con un peine de Matt empezó a desenredar, al terminar se fue al baño de nuevo para enjuagarse  los dientes con el cepillo de Matt.

Al llegar a la cocina se encontró con el panorama de Matt dándole la espalda y esperando con paciencia que los bordes del panqueque se sequen y por encima se armen burbujas para indicarle que puede voltear el panqueque. Sintió unos pequeños brazos rodear su cintura y una cabeza que se recostaba en el hueco que quedaba entre su cuello y hombro.

— Muy buena elección — dice. 

Sonríe de lado. Esa maldita sonrisa que a Lucía le encantaba.

— En mis años de experiencia se muy bien lo que le gusta a mí muñeca—cuchichea divertido. 



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En el texto hay: juvenil, romance, romance drama

Editado: 19.08.2018

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