Desde la noticia que habia llegado, fue lo mejor porque sabian que se haría justicia por fin y el juicio contra Jors Lincon había terminado, dándole una condena de sesenta años por posesión de bienes y asesinado.
Estaba tan feliz Lucía, sabía que esto no le devolvería a su padre pero al menos hacían justicia de su muerte. Su padre no merecía la muerte, claro que no, porque era el padre mas atento, amoroso a pesar de que recordará muy poco,podía decir que su padre era un hombre justo y atento con su familia siempre.
A Matt le parecía raro que el ex mejor amigo de su padre fuera el culpable pero no podía argumentar nada ni sacar conclusiones absurdas de lo que pasaban. Claro que no.
Matt seguía parado, sin despegar su vista a la mujer que amaba, esta que se encontraba arrodillada junto a la tumba de su padre. Hace mucho tiempo lo debieron de haber sacado pero Grace siempre paga un porcentaje para mantenerlo en el cementerio.
—... Espero nos estés cuidando desde el cielo papá , aunque se que sin pedir nos cuidas igualmente, lo estas haciendo —suspiro —me hubiera gustado compartir más contigo sabes, hasta sacar tu lado sobreprotector por tener novio o siempre leerme cuentos, amaba cuando leías, hacías cada imitación de la posible voz de los personajes, siempre fuiste divertido.Te amo mucho papá, nunca te olvidare , nunca,nunca, nunca porque estarás en mis recuerdos y en mi corazón siempre.
Lucía término de decirle todo lo que quería contarle, dejó las flores en el aro de hierro que servía para sostener las flores que traía.
Con ese gesto se despidió, se levantó del piso para tomar la mano de Matt e irse del cementerio. Ella estaba muy callada y no quería que estuviera así porque le preocupaba mucho a Matt.
— ¿Qué pasa? — preguntó preocupado.
Ella suspira con tristeza.
—Me hubiera gustado mucho decirle todo eso en persona, tenerlo en carne y hueso para luego abrazarlo.
Sabía como se sentía, eso mismo le pasaba cuando pensaba en su mamá, pensar que si ella estuviera viva estaría feliz de que Lucía fuera su novia, estaría orgulloso del hijo que tenia, seria la mamá mas mimada del planeta tierra porque siempre Matt estaría tratando de que sonría y este feliz aunque lo peor de todo esto , es que Matt extrañaba los abrazos , los besos de buenas noches y como olvidar, las canciones que siempre le cantaba.
— Me pasa lo mismo muñeca pero no podemos cambiar nada, hay que aceptar que están en el cielo mirándonos o eso creo yo — cuestiona con duda. El nunca fue muy creyente a ninguna religión pero tenia una breve esperanza de que su mamá lo estuviese viendo desde cualquier lugar.
Volvieron a quedarse callados pero esta vez Matt estaba pensativo por la conversación que habían tenido.
Recordar a su madre podría ser lo más hermoso, pero lo menos favorable para su estado de ánimo, pensar en ella y en su muerte sólo hacía que su mente se llenará de preguntas que no podría contestar porque algo le decía que la muerte de su madre no fue un simple suicidio de su parte sino algo más. Algo oscuro que al descubrir esa verdad podría llevarse una peor decepción.
Negó con la cabeza tratando de alejar sus pensamientos pero al alejar esto llegaban los otros:
La boda.
Si, boda.
¿ Qué pasará con mi muñeca?, ¿logrará perdonarme por lo que estaba por suceder? , ¿seguiremos siendo esa misma pareja como lo somos ahora?, ¿llegaremos a encontrar la felicidad algún día?
— ¿Matt podemos ir a la heladería? — pidió Lucía con un mejor estado de ánimo.
El asintió sin dejar que sus preguntas y respuestas por si solas lo llegarán a torturar.
Matt estacionó el auto en una pequeña zona donde podían dejar el auto, este como un caballero salió primero el para abrir la puerta de Lucía y dejar que salga. Aseguró su auto para adentrarse al local.
—¿Cuál quieres?—pregunta con seriedad Matt.
Lucía lo mira con rareza pero al atar cabos sueltos dio con la mamá de él. Después de la pequeña conversación que tuvieron , el se quedo sumergido en sus pensamientos.
Sabía perfectamente que el recuerdo de su madre lo ponía así serio e ido en sus pensamientos no obstante ella estaba completamente equivocada; el no estaba así por su mamá.
—Chocolate.
Mientras que Matt hace fila , Lucía busca una mesa en donde sentarse y la encuentra. Se dirige a ella para sentarse en una de las sillas y ocupar toda su mente en pensamientos que solo hacen que le duela su corazón, los problemas regresan, los demonios de ella y Matt regresan, no obstante cada uno de ellos guarda la esperanza de que este amor nunca se dañe.
¿Será que esa esperanza se llegará a cumplir?
La vida es rutinaria , nunca es estable, hoy puedes estar vivo y mañana pasar algo trágico y morir. Estas enamorado, como al otro día puedes estar destruido.
En unos minutos Matt llegó con los helados , dejó el pote de helado al frente de Lucía y él tomó asiento para empezar a disfrutar su helado.