EfÍmero

Por Amor

 

—Simplemente no te creo, dame las pruebas ahora.

Saca de su abrigo una Tablet y me muestra imágenes donde veo claramente a mi madre poniendo medicamentos en mis bebidas, donde veo fuertes imágenes de lo sucedido con ese hombre que maté, las evidencias de la policía con las cuales demostraron que fue en defensa propia. 

—Debo decirte algo aún más fuerte Isabel, debes estar tranquila.  

—¿Algo más? Dímelo.

—Tu madre fue quien mandó a ese joven a entrar a la fuerza a tu casa para asustarte y hacerte volver a su lado. Se suponía que al salir ella el joven se asustaría y se marcharía, nunca pensó que tuvieras la valentía para defenderte y matar para proteger  tu vida y la de ellas.

—Ahora entiendo mis repentinos olvidos, mi escasa memoria, mi sueño de todo el día, mi cansancio, mi falta de apetito, por eso cuando estuve en el hospital  no me dio nada de beber y sentí hambre. ¿Dime cuánto tiempo pasé en el hospital?

—Cinco días, estabas muy descontrolada, angustiada, te hacías daño a ti misma, golpeaste a los enfermeros. Te estuvieron administrando calmantes, fuertes tranquilizantes que te tuvieron dormida.

—No sé qué decir... No sé qué pensar... Me siento muy triste, siento que mi vida no tiene sentido, ¿Que va a pasar con mi vida? ¿Me van a detener? ¿Voy a ir a la cárcel? ¿Que pasara con mi hija?

Estoy temblando de saber lo que puede ser capaz una persona de hacer solo por no estar sola, por  amarme o no amarme.

—¿Porque lo hizo, dime porque?

—Cálmate, lo hizo por amor, por no estar sola, por protegerte de la manera inadecuada pero no lo hizo con maldad, tu madre ya está muy grande, solo tú y tu hija le dan esas ganas de vivir.

—No puedo volver a ésta mi casa, siento mucho miedo,  pero no quiero quedarme al lado de mi madre, no sé a dónde iré, pero no deseo volver a sentir tanto miedo por creer que moriría, por saber que asesiné en defensa propia y revivir esa pesadilla en mi mente una y otra vez.

—Ya se aclaró ante las autoridades que fue en defensa propia y no te quedarán antecedentes penales, por eso no tengas temor, todo se hizo cuando estuviste en el hospital.  Siempre te he cuidado desde el primer dia que te conocí, he estado muy cercas de ti. ¿Quieres casarte conmigo? 

—Si. 

Se acerca y besa mis labios delicadamente, cierro mis ojos y...

Siento una mano moverme fuertemente y mi hermana María gritarme...

—"Isabel"...  Isabel dormilona, despierta, ya llegamos a casa.

—¿A casa? Me asomo por la ventana y veo nuestra casa, veo a mi lado y está mi hija dormida, me veo mi brazo con una gasa del piquete que me acababa de dar el doctor y siento las molestias del tratamiento. Gracias, gracias por despertarme, tuve un sueño horrendo hermana, pero me despertaste en lo más emocionante, estaba besando a mi futuro esposo ja, ja, ja, ja 

—Hermanita, entonces vuelve a dormir y continua tu sueño.

—No, no gracias eso ya era lo bonito, ya había pasado lo atroz, mejor me bajo a disfrutar mi hogar dulce hogar y a mi hermosa familia.

Fin




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.