Egeo _ El secreto de Poseidón

CAPITULO 42

Zeus paseaba de arriba abajo en el Olimpo. No tenía información hasta ahora y el eclipse se aproximaba. Ni siquiera sabía cuál iba a ser el efecto en Jacob y Corban, tampoco tenía información de sus hermanos. Era importante el siguiente paso. Debian encontrar cuanto antes a los responsables. Tenía que averiguar quiénes eran los hijos de puta que estaban tras ellos, pero nadie le daba una maldita respuesta. Mas sin embargo debía actuar con cautelo.

—Padre –escucho Zeus a Ares en la entrada.

—Ares, espero que me traigas una respuesta —Se acerco rápidamente hacia él, lo miro atentamente y se inclino a modo de respeto.

—Estas algo impaciente padre.

—Nadie tiene respuesta Ares. Dime que tienes algo.

—Pues… —Ares no continúo porque en la estancia entro Keelan. Zeus se dirigió hacia el recién llegado.

—Keelan, si entraste en mi habitación es porque espero que tengas buenas noticias hijo —Ares lo miro con incredulidad y diversión.

—Mi señor tengo la lista de los semidioses registrados.

—¿Qué quieres decir con registrados Keelan? —susurro con enojo.

—Mi señor no todos los dioses dieron paradero o tienen conocimiento de donde están sus hijos.

—Keelan me estás haciendo enojar –le respondió con rabia. Su rostro se estaba tornando en rojo. Keelan dio un paso atrás y menciono con nerviosismo.

—Mi señor es lo que pude hacer con mis hombres.

—Bien… ¿Qué me dices del ejército?

—Mi señor estamos formándolo, Hermes está notificando a los dioses y soldados que sirvieron para nuestro dios Zeus en el pasado.

—Esta bien Keelan. Déjame esa lista y vete –Keelan se acercó a Zeus entregándole la documentación.

—Mi señor –con una última inclinación hacia Zeus, se retiró de los aposentos del dios. Ares se quedó viendo a Keelan, sabiendo que era uno de los mayores traidores de su padre. Pero esa era una completa guerra y no podía revelar sus cartas aun, sabía que su padre tomaría repercusión con su propia mano, por lo que tenía que esperar y tener más pruebas en sus manos y a mas aliados de su enemigo.

—Ares, hijo tienes algo.

—Aun no padre.

—Ares en nadie más me puedo fiar… Eres el que lidero en el pasado mis guerras y salimos victoriosos. Necesito que sigas buscando. Eres mi esperanza hijo. Confió en ti.

—Y tendrás que seguirlo haciendo padre –lo interrumpió Ares –sabes que no puedo hacerlo de la noche a la mañana. Hay que estudiar al enemigo con astucia.

—Temo por nuestro futuro Ares –le revelo Zeus con angustia.

—Padre…

—He buscado por siglos a los que quiere matarnos, pero no hemos tenido ninguna maldita pista.

—Eres el gran Zeus, pero aun así el mundo ha cambiado y debes comprenderlo padre. Ahora debes concentrarte en el presente. Ellos están buscando el futuro. Y no comprenden que la guerra no se trata de imaginar lo que vas a tener. Se trata de perseguir el ahora con actos.

—Yo los cree Ares, ¿Para qué? Les di libertad, todos podían hacer lo que quiera con quienes quieran Ares, solo tenían que mantenerse a raya del mundo.

—Los dioses somos especiales –Zeus se quedó en completo silencio, Ares pensó que no seguiría hablando hasta que le susurro.

—Tienes mi completa confianza Ares, no me falles.

—No lo hare padre, también está mi cuello en juego.

 

Ares salió de allí, pasando por el lado de Keelan, ahora mismo debía adoptar el cuerpo de Xander y quedarse con ese papel de momento, podía sacar provecho y mandar al tártaro el gran trasero de Tritón. No se iba a quedar asi. Iban a pagar con creces por querer traicionarlos.

Ahora bien... Necesitaba salir de la vista de Keelan para que no sospechara, aun podía sentir su mirada tras él, pero podía perderlo con rapidez. Keelan empezó a seguir al dios. Sabia que Ares era un dios astuto. Podría ser un gran problema para ellos. Asi que lo siguió por los largos pasillos. Ares se dirigió a la derecha. asi que corrió hacia allí y ya no se encontraba.

—Mierda… —Ares se ocultó en una pequeña habitación secreta tras la pared sur. Vio a Keelan pasar por su lado. Se iba a divertir demasiado con esos semidioses. En cuanto supo desapareció de nuevo. Debía borrar su rastro. De vuelta en la tierra sintió el llamado de Keelan hacia Xander, lo estaba invocando y era su llamada. El juego empezaba, con una sonrisa, Ares adopto nuevamente el cuerpo de Xander. Algo si era seguro… Iba a ser un periodo largo.

 

—¡Xander! ¡Xander! –Lo llamaba Keelan de nuevo.

—Aquí me encuentro –apareciendo a su lado.

—¿Dónde te habías metido?

—Estaba dando una vuelta.

—Te necesito a mi lado todo el tiempo Xander –dirigiéndose hacia los jardines –Acompáñame –ambos empezaron a caminar, pero Ares quería divertirse un poco asi que quiso enojarlo, necesitaba sacar todo lo que llevaba en su sistema y de paso sacar información de este guardián.




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