Narrador Omnipresente
Jungkook había empezado su día entrenando junto a sus amigos como de costumbre, para luego irse a desayunar, el día anterior les había comentado acerca de lo sucedido con la mamá de su Parabatai, la reacción de sus amigos no fue muy buena, los tres estaban furiosos, pero Jungkook les hizo prometer que no harían nada al respecto ya que la Clave podría meterse con ellos para llegar a él, así que por el momento decidieron mantenerse al margen para no levantar sospechas.
La actividad demoniaca había estado muy alta en los últimos días, se han avistado muchos demonios alrededor de la ciudad, además de haberse registrado más muertes de mundanos de lo normal, por esa razón Jin ha puesto en alerta máxima al instituto, mandó a todos los Cazadores de sombras a patrullar las calles de New York, pero dejó solo a Hoseok y Yoongi proteger el instituto por si algo pasaba, Jin y Jungkook saldrían a verificar un lugar que emitía señales demoníacas anormales.
- Jungkook, ¿Estás listo? - dijo SeokJin entrando a la sala de armas, viendo a Jungkook tomar un cuchillo Serafín.
- SeokJin, sí, ya estoy listo, solo vine por un cuchillo Serafín de repuesto - dijo el menor algo serio - tengo un mal presentimiento, así que quería llevarlo.
- ¿Mal presentimiento? - dijo algo confundido, pero asintió con la cabeza, después de todo el instinto de su Parabatai nunca se equivocaba - Bueno, ven aquí, te pondré algunas runas de velocidad, visión y fuerza - le dijo para luego acercarse a él sacando su estela, después de todo cuando un Parabatai le hace una runa a su compañero, está obtiene más poder.
- Está bien - respondió Jungkook, sacándose la camiseta - acércate yo también haré lo mismo contigo - dijo el menor para sacar su estela, el mayor imitó su acción y también se sacó la camiseta.
Jin empezó a grabar las runas en la espalda, brazo y vientre de Jungkook, cuando acercó la estela a su piel y empezó a trazar las runas perfectamente, se escuchó el característico sonido de la piel quemarse, pero Jungkook ni se inmutó, para él, el dolor de grabarse una runa era algo común; cuando Jin terminó de trazar cada una de las runas, Jungkook se puso la camiseta, para luego acercarse a él y empezar a trazar las runas en el cuerpo del contrario, a diferencia de él, Jungkook trazó las runas en el cuello, pecho y espalda del mayor.
Cuando terminaron de prepararse, ambos se despidieron de sus amigos, activaron sus glamour y partieron hacia el lugar; fueron saltando los techos de las casas que había en la ciudad, de forma ágil y rápida, cuando estaban a punto de llegar al lugar, en un callejón aparecieron cinco demonios rampiñadores, quienes bloqueaban el camino, el mayor de ellos resopló fastidiado y sacó sus cuchillos serafín, uno en cada mano, mientras en su espalda estaban su arco y flechas.
- Ve avanzando Jungkook - le ordenó el mayor - yo me encargo de ellos, luego te alcanzo, debemos de acabar rápidamente con esto.
El menor solo asintió para luego irse dándole una última mirada, no tenía miedo de dejar a su Parabatai solo, después de todo, a pesar de su apariencia frágil, este era una arma mortal, sus tácticas de combate eran las mejores, pero algo lo quería hacer regresar, sentía que no debía irse solo, pero ignoró ese sentimiento y partió al lugar al que Jin lo había mandado.
Cuando llegó al punto exacto en el que se emitían las extrañas actividades demoníacas, pudo sentir que el ambiente cambió derrepente y en un parpadeo fue atrapado por un campo de energía demoniaca y rodeado de muchos demonios.
- ¡Maldita sea!, Al parecer mi presentimiento si era acertado - maldijo por lo bajo el Cazador de Sombras, para luego sacar su Cuchillo Serafín, este no era uno normal, fue una reliquia familiar, es más grande que uno normal y más pesado, pero para Jungkook este estaba perfectamente equilibrado.
Los demonios que pudo reconocer son los Rampiñadores, Raum y los Scorpios , los primeros en atacar fueron los Rampiñadores, quienes se acercaron rápidamente a él, en un principio le pareció raro ver a demonios rampiñadores cerca, después de todo eran rastreadores, si fueron invocados deberían estar buscando a alguien, pero dejó de pensar en eso y se lanzó a la batalla, con ayuda de su arma empezó a eliminar a los demonios, decapitaba y desmembraba a cada demonio que se le cruzara en el camino, pero cuando estaba a punto de eliminar al último rampiñador, vió que este lo ignoró y volteó a ver a otro lado, Jungkook volteó a ver en dirección de quien estaba mirando, fue en ese momento que se percató que el campo de energía que lo había atrapado había desaparecido, algo confundido, vió a su alrededor y vió a un chico, rubio delgado y de ojos dorados, algo confundido se preguntó quién era él, después de todo nunca lo había visto y le parecía raro verlo ahí junto a muchos demonios.
- Es él, El hijo del Ángel - empezó a hablar el rampiñador, con una voz algo distorsionada - asesinarlo, debemos asesinarlo, arrancarle las extremidades, devorarlo, el amo lo quiere muerto - decía algo desesperado para luego hablar más cosas sin sentido, pero cuando iba a dirigirse al chico, Jungkook lo atravesó con su Cuchillo Serafín y este se desintegró, pero estaba tan concentrado viendo al extraño, que no pudo ver el aguijón del demonio Scorpios derigiéndose a él, cuando el aguijón entró a su cuerpo, el veneno se esparció rápidamente y lo paralizó; preocupado por el chico, intentó moverse pero no pudo, con el cuchillo Serafín en su mano, se pudo percatar que el de respuesto se le había caído, ahí fue cuando vió al chico acercarse rápidamente, tomar el Cuchillo Serafín que se le había caído y activarlo para luego acabar con todos los demonios que habían ahí de forma rápida; su agilidad, fuerza, velocidad y forma de pelear, era demasiado impresionante para ser normal, el menor quería seguir apreciando la manera de pelear del extraño, pero el veneno estaba haciendo efecto demasiado rápido y sentía su cuerpo muy cansado, el veneno se sentía como tener ácido esparciéndose por sus venas, a ese paso perdería el conocimiento dentro de poco, estuvo luchando para no desmayarse, pero no pudo, el dolor era demasiado fuerte, lo último que pudo ver, antes de perder el conocimiento fue el hermoso rostro del extraño acercándose a él con una expresión preocupada para luego sentir que era cargado, y después de eso, solo vió oscuridad.