Narrador Omnipresente
Esto está saliéndose de control, pensaba Namjon a medida que se acercaba hacia su hijo, había pasado solo un día luego de que se enteran de la naturaleza de Jimin y ya los habían atacado dos veces; maldiciendo por lo bajo se acercó a Jungkook para tomar a Jimin en brazos y llevarlo hacia la casa.
- Pasen todos, no estamos seguros aquí afuera, puede que vengan más demonios - les advirtió Namjon serio mientras llevaba a Jimin en sus brazos.
Los demás simplemente le hicieron caso y entraron sin decir nada; el brujo acostó a Jimin en el sofá de la sala y lo revisó con su magia; al parecer estaba simplemente inconsciente, pero despertaría en un rato, no había rastro de veneno de demonio en su sangre, ni tenía alguna herida superficial o profunda, suspirando aliviado, Namjon llevó a Jimin a su habitación para que descansara, mientras el resto esperaba abajo.
Jungkook no había apartado la vista de Jimin en ningún momento, estaba preocupado, quizá el veneno de demonio no había salido de su cuerpo por completo, así que le iba a decir a Namjon que lo revisara, pero este se adelantó, cuando Jungkook vió al brujo terminar de revisar a Jimin, para luego soltar un suspiro aliviado, por fin pudo tranquilizarse, al parecer todo estaba bien, pero no estaría seguro hasta que Namjon lo confirmara; vió atentamente como el brujo tomó en brazos a Jimin y lo llevó hacia los dormitorios, él hubiese querido haberlo llevado, pero no estaba en su derecho, después de todo, era solo una persona que habían conocido recientemente; para sorpresa de Jungkook, SeokJin había permanecido callado desde la llegada de los amigos de Jimin, simplemente se mantenía en un lado sin decir ninguna palabra, eso era algo raro en él, ya que se lo imaginaba pidiendo explicaciones, pero al parecer el ambiente era demasiado tenso, como para poder hacerlo.
Namjon bajó lentamente las escaleras rumbo a la sala, volviéndose el centro de atención de las personas que estaban ahí; cuando tomó asiento, Taehyung habló preocupado.
- Esto se está poniendo demasiado peligroso muy rápido - dijo haciendo que Namjon asienta con la cabeza - La Reina Seelie tenía razón después de todo, Asmodeus quiere a Minnie muerto - prosiguió enojado y preocupado
- Namjon, ¿Qué es exactamente lo que está pasando? - preguntó serio SeokJin, quien al parecer ya conocía al brujo.
- SeokJin.....- titubeó si contarle o no al director del instituto de cazadores de sombras de New York - te explicaré, pero, la Clave no se involucrará en esto porque...
- Esperen un momento - intervino Jungkook - ¿Ustedes se conocen? - preguntó confundido.
- Porsupuesto que lo conozco - dijo SeokJin de manera obvia - él es El Gran Brujo de New York, el representante de todos los brujos de esta ciudad con la Clave y yo como Director del Instituto, debo reunirme con el mensualmente para recibir sus informes - explicó.
- Ahora entiendo - respondió Jungkook - él es la persona de la cual hablas, él que es muy alto, tiene buena apariencia, es inteligente pero descuidado - dijo riendo.
- ¡Jungkook! ¡No digas esas cosas! - lo calló sonrojado SeokJin, provocando que Namjon también se sonroje, mientras Jungkook y Taehyung se ríen.
- Bueno, dejando eso de lado - dijo Namjon serio - como te dije SeokJin y tú también Jungkook, les contaremos todo lo que sabemos, pero, la Clave no debe saber de esto por ningún motivo, la vida de mi hijo, Jimin, está en juego.
- Está bien, comprendemos su punto - contestó SeokJin - además, estoy en deuda con ustedes por ayudar a mi Parabatai, así que prometo por el Ángel, no decir nada de lo que me dirás si así tú lo deseas - explicó.
- Por mí no hay problema - dijo Jungkook - la seguridad de Jimin es importante para mi, además, la Clave no es de mi agrado, también prometo por el Ángel no decir nada de lo que me dirás si así tú lo deseas - confesó.
- Si necesitamos más personas, mi primo y su Parabatai podrían ayudarnos, ellos también son de confianza - propuso SeokJin.
- Necesitaremos toda la ayuda posible - afirmó Namjon - así que eso estaría bien - respondió mirándolos mientras sonreía, que ambos hayan jurado en nombre del Ángel por un pedido suyo, hizo que confiara más en ellos.
Namjon explicó absolutamente todo a los Cazadores de sombras, él tenía un presentimiento de confianza hacia ellos, aún si no lo hubieran jurado en nombre del Ángel, además estos ayudaron a salvar a Jimin, así que les debía mucho; Jungkook y Jin, escucharon atentamente todo lo que Namjon les contaba, la situación en la que estaban no era nada buena, si todo era como el brujo les había explicado, debían encontrar Los Instrumentos Mortales, aunque esto parecía una tarea imposible, porque, la Copa Mortal había desaparecido luego de la Guerra Oscura, la Espada Mortal fue destruida y según se sabe el Espejo Mortal era un lago ubicado en la entrada de Alacante; que es la ciudad de los Cazadores de Sombras, pero esta se había secado sin ningún motivo; según los rumores la Copa Mortal, fue escondida y la única persona que sabía de su ubicación era Clarissa Morgenstern, quien también está desaparecida.
- ¿Sabes que encontrar los Instrumentos Mortales, es imposible? ¿Cierto? - preguntó SeokJin al brujo, quien asintió derrotado mientras se despeinaba la cabeza con las manos y soltaba un suspiro frustrado.
- Sé que parecerá imposible, pero si eso es lo que necesito para mantener a Jimin a salvo y preparado para la lucha, lo haré - contestó decidido Namjon mientras miraba al Cazador de sombras a los ojos.
- Pues me parece bien, te ayudaremos - dijo SeokJin sonriendo - debemos investigar acerca de los instrumentos mortales, usaré mi rango como director del instituto y buscaré en los archivos de los Cazadores de sombras, si encuentro algo te lo haré saber - prosiguió mientras miraba a Namjon - Además deben aprender a pelear, Jungkook, Hoseok y yo les enseñaremos técnicas de combate y uso de armas; también traeremos unas armas para Jimin, ya que tiene sangre angelical, así que podrá usarlas; estaremos en contacto, debemos regresar, hemos estado mucho tiempo fuera del instituto y debo hacer un informe - terminó de decir para levantarse y tomar su arco, para ponerla en su espalda.