El Acuerdo

Capítulo 10

—Señor Wells, el contrato ha sido enviado a la empresa de su padre —Lex sigue firmando los documentos que tiene en su escritorio —Ha propósito, me ha llamado la firma Dennon & Asociados.

—¿Qué desean?

—Llamaron a su número, el que tiene su familia —Lex levanta la mirada hacia su secretario.

—Creo la conversación fluiria más si fuera sin rodeos.

—Uno de los abogados quiere ponerse en contacto con usted —se jala el cuello de su camisa —por una demanda de divorcio.

Lex deja de firmar, recuesta su espalda en la silla.

—Sólo una vez me he casado, así que asumo es la demanda de divorcio con Danielle, llama a mi abogado.

—Si señor —el secretario sale apresurado de la oficina, el móvil de Lex empieza a sonar, el nombre de Esposa se refleja en la pantalla, atiende la llamada, pero se queda en silencio.

—Lex —ella se escucha preocupada —No debiste retar a mamá, me he enterado que ha solicitado el divorcio.

—¿Con quién me casé?

Danielle guarda silencio.

—Conmigo.

—¿Firmaste algún documento para que esa demanda sea auténtica?.

—No —responde rápidamente.

—Es lo único que quería saber, si tu madre te llama para que la visites, no puedes hacerlo sin mí—se queda pensativo —Danielle ¿Tú quieres el divorcio? Después de todo, no soy un buen hombre según la sociedad, soy un bueno para nada.

Danielle muerde su labio inferior, ella sabía que no era un bueno para nada, todas las mañanas salía a trabajar, desde que regresó de viaje, no faltaba el alimento en la mesa.

—Quiero seguir siendo tu esposa —Lex asiente.

—Debo seguir trabajando —termina la llamada cuando dan unos golpecitos en la puerta, el abogado entra a su oficina.

—Señor Wells, estaba cerca de su trabajo cuando me llamaron —se sienta frente a él —¿En qué le puedo ayudar?

Lex guarda silencio por un momento, cuando se casó, tenía el propósito de que su esposa lo dejará y le pidiera el divorcio, está era su oportunidad.

—¿Señor Wells?

—El despacho Dennon & Asociados, tienen una demanda de divorcio, pero mi esposa no la ha interpuesto, lo ha hecho su madre.

El abogado escribía en su tablet rápidamente la información.

—Si la señora Wells o usted no la han interpuesto no es válida.

—El asunto es que la familia de mi esposa, no son personas de confiar, creería que hasta son capaces de falsificar su firma —se inclina sobre su escritorio —Si se puede comprobar que han falsificado la firma de mi esposa, me gustaría me presentará las pruebas.

El abogado asiente.

—Me pondré en contacto ahora mismo con Dennon & Asociados.

—Gracias.

Al quedarse solo, sonrió lleno de burla, si no fuera por el nieto que su abuelo deseaba, hubiera aprovechado la oportunidad de divorciarse.

*****

Danielle hace a un lado el móvil, no paraba desoñar, su madre la había llamado más de diez veces.

–¡Te ordenó que vengas a casa!

Danielle pasa una mano por su cabello, mejor no respondería.

Su madre debia tener la petición de divorcio lista para que ella la firmará, pero no quería divorciarse de Lex, él hasta el momento la había tratado bien, no la hacía sentir tonta o poco inteligente como su familia.

*****

—El informe de la abuela de la señora Wells —el secretario se lo entrega en la mano, Lex lo hojea y luego lo cierra.

—Toda la familia Harper, puede ver a la abuela, menos Danielle y desde que está en el asilo, nadie ha ido a verla, eso no es bueno para la señora ¿Quién es el director de ese lugar?

—El Señor Harrison, ya lo investigué, fue compañero suyo en el internado.

—Ya lo recuerdo, lo salve varias veces de golpizas, ponte en contacto con él, dile que requiero de su apoyo en que mi esposa pueda ver a la abuela las veces que ella quiera.

—Si señor.

—Hoy podría ser un día de visita.

—Ahora mismo.

*****

Danielle está probando el estofado de res que estaba preparando, el olor delicioso de la comida, llegó hasta la nariz de Lex.

—Danielle —ella sonríe.

—Llegas temprano, pondré la mesa.

—¿Qué hiciste con la señora Marina?

—La llamó su hija mayor, al parecer tuvo un accidente, no es de gravedad, pero si es importante que ella esté con su hija.

—Saldremos a las 2 de la tarde.

—¿Dónde vamos?

—Es una sorpresa.

*****

Danielle mira el enorme edificio blanco y luego a su esposo.

—Es el asilo donde está mi abuela —él asiente —No puedo verla —baja la mirada.

Lex baja del auto y lo rodea para ayudarla a ella a bajar.

—Vamos —ella baja, él lleva un bolso, sigue sus pasos, sabía lo que le dirían en la recepción —Buenas tardes señorita.

La recepcionista sonríe abiertamente a Lex, luego mira a Danielle y su rostro se vuelve a fastidio.

—Venimos a visitar a la señora Dalia Harper.

La mujer molesta porque ya le había dicho que no era bienvenida a la chica, se preparará para repetirle de nuevo que no podía verla.

—Busque a la señora Wells, Danielle Wells —indica fríamente Lex.

La recepcionista abre la ficha de la paciente Dalia Harper y para su sorpresa, se encuentra con el autorizado directamente del director.

—Los llevaré donde la paciente.

Los condujo a una sala, donde varios adultos mayores conversaban entre ellos, otros jugaban ajedrez, pero los ojos de Danielle se posaron en la solitaria figura que tenían una expresión de tristeza; ella no se aguanta y corre hacia ella.

—Abuela.

 

 




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