El Adios Que Nunca Me Diste

Capítulo 1. Desgracia

Eran mas de las diez de la noche y como de costumbre Harry se encontraba en el bar de Mike Presley, su amigo más cercano.

Era demasiado extraño para él, pues pensaba que despues de la partida de su novio no volvería a confiar tan fácilmente en las personas.
Pero cuando fue por primera vez al bar que se encontraba a unas cuatro cuadras de su departamento una semana después de lo sucedido, un chico con cabello rizado y pelirro, de ojos color azul claro que tenía pecas tanto en sus mejillas como su nariz y obviamente mas alto que él, al cual le calculo unos 27 años, lo atendió y estuvo con él durante toda esa noche, escuchandolo atentamente mientras él se desahogaba con tres botellas de whisky a su lado supo que no debía desconfiar de todas las personas, que no todos eran iguales.

De esa manera Mike le hizo saber que podía volver a confiar en las personas o al menos en él.

Desde el momento que un hombre de piel morena promedio, de estatura no más de un metro setenta, con ojos color miel entró por la puerta de su bar, él de ojos azules supo lo que debía hacer y lo que haría por él.

El pelirrojo estuvo presente en todas las veces que él menor lloro por culpa de Ryan, él fue testigo de como había sufrido por su partida, él era consiente de cuanto Harry amaba a Ryan. 
Pero de alguna forma su amigo nunca quiso contarle toda su historia, el menor solo se encargo de revelarle algunas cosas, que por desgracia no encajaban en su teoria.

-Harry necesito que me cuentes todo lo sucedido - dijo el mayor mientras le daba una lata de cerveza. - necesito saber lo todo lo que paso, para que pueda encontar la manera de ayudarte a olvidarlo ademas de que tu necesitas desahogarte, tienes que sacar todo lo que tienes dentro para poder seguir con tu vida.

-¡No puedo!, no puedo seguir con mi vida tan fácilmente - menciono el menor antes de darle un gran trago a su cerveza. - tu más que nadie a sido testigo de todo lo que he tratado de hacer para superar esto, pero siempre que estoy bien ese maldito recuerdo vuelve a mi - hablo mientras se agarraba el cabello frustado.

-¡Harry!, por dios, mañana se cumple un año desde su separación, no puedo creer que aun no puedas superarlo o por lo menos hablar de él - hablo el mayor ya fastidiado de esta situación, pues aunque suene difícil de creer, su mejor amigo no podia superar el abandono de Ryan, y él ya estaba demasiado cansado de esta situación - necesitas salir, necesitas conocer a nuevas personas, necesitas olvidarte de él- susurro esto último mientras lo miraba a los ojos.

-¡Mike!, ¿Crees que es fácil? ¿Crees que yo no lo quiero olvidar?, quiero olvidarlo de verdad quiero hacerlo, quiero dejar de amarlo tanto pero no puedo- menciono Harry con su voz apunto de romperse- Quiero dejar de sufrir por él, de verdad quiero dejar de llorar todas las noches por él, quiero olvidarlo pero no puedo, hay algo en mí que me dice que él volverá algun dia a mí - y esas lagrimas que tanto había estado reteniendo salieron sin su permiso.

-¡Oh, hermano! No puedes seguir asi, no puedes seguir aferrandote él, no te puedes aferrar a un recuerdo o en este caso a una persona que no te quiere en su vida- le decía Mike mientras salía de la barra para abrazar a su amigo. - siempre te he dicho que cuando uno ama de verdad a alguien, siempre va a querer su felicidad, aunque no sea con él- le recordo la frase que le dijo el primer día que se conocieron mientras le daba suaves caricias en su espalda.

-Eso ya lo se, ¿porque crees que nunca lo busque? Porque también muy dentro de mí se que él está mejor sin mí - aclaro el moreno tratando de calmar su llanto- Pero ojala fuera tan fácil olvidarlo. Si tan solo nunca hubiese puesto a rentar el cuarto de mi departamento tal vez no lo hubiese conocido y no estuviera pasando por todo esto. - y eso fue lo ultimo que menciono antes de volver a quebrar en llanto.

-Nunca te arrepientas de lo que hayas hecho o de las personas que hayas conocido Harry, nunca lo hagas - Fue lo unico que dijo Mike para consolar al menor, pero tal vez no solo lo dijo para él.

 

 

🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂
 


Harry llego a su casa como a las tres de la madrugada y lo primero que hizo fue ir al cuarto responsable de su desgracia, aquel en donde había llorado tanto, en donde había maldecido a el amor de su vida, y donde se había maldecido así mimso incontables veces.

Todo seguía intacto, como si Ryan nunca se hubiese ido, todo seguía en su lugar por si algun día su novio volvia a él con la intencion de nunca volver a irse...
Harry se dirigió al armario del cuarto abriendo las puertas para agarrar la unica camisa que Ryan había dejado, misma que había sido usada todas las noches por el de piel palida para dormir pues siempre le gusto dormir con ropa de su novio, seguido de haberla sacado de su gancho se acostó en la cama en posición fetal mientras se aferraba a la camisa, volviendo a las incontestables preguntas que se hacia desde que Ryan lo habia abandonado.

-¿Porque me dejaste? ¿Que fue lo que hice mal? ¿Ya no me amabas? ¿Acaso alguna vez me amaste? ¿Ya me olvidaste? ¿Donde estas? ¿Acaso no puedes volver a mi? - susurraba mientras lloraba como un niño al cual se le había perdido su mamá- Maldito seas Harry Crosman por haberte enamorado, donde quedo lo que te habias propuesto- se hablo asi mismo recordando todo lo que vivió Oliver Grace, su mejor amigo, al mismo tiempo que a su memoria volvía la promesa que se hizo hace unos meses de dejar de llorar por Ryan, pero mando todo a la mierda ese dia.

Pues el dia de mañana se cumplía un año, un año de sufrimiento, un año desde el abandono de su novio, un año en donde creyo que estaba muerto en vida.

Un año, ya había pasado un año desde la última vez que vio y hablo con Ryan, pero él aun recuerda todos sus rasgos, esos ojos grandes color verde que tanto le encantaban y esos labios rosados y gruesos, esos labios tan dulces que beso demasiadas veces, su piel pálida y suave la cual habia recorrido con sus manos incontables veces, su cabello rubio el cual le gustaba pintar de varios colores muy seguido articulando que su color natural lo hacia ver como una mujer, aun recuerda su voz, esa tierna y dulce voz que siempre lo regañaba cuando no terminaba toda la comida de su plato o cuando dejaba su ropa tirada en el baño, o cuando le gritaba desde la ventana que lo amaba al momento que se proponía ir a trabajar, para su desgracia recordaba absolutamente todo de él. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.