El Adios Que Nunca Me Diste

Capítulo 8. ¿La persona correcta?

-No puedo creer que seas capaz de darle tu número de teléfono a un desconocido - lo reprendió el mayor mientras entraban a la habitación.

-No es un desconocido, se llama Adriano y mira que si le saca provecho a su nombre - contestó al momento que entraba al baño para cambiarse de ropa.

-Aún así, no entiendo como es que terminaron besándose enfrente del baño - grito el mayor sentado en la cama para poder sacarse los zapatos.

-Ni yo, solo resultó de esa manera y además a eso vine, a disfrutar y a conocer a más personas - aclaró el menor mientras salía del baño con solo un pantalón para dormir.

-Pero no en una discoteca Harry, ¿pero sabes que? De nada sirve que te diga todo esto y te reprenda si tú nunca me haces caso - dijo el mayor mientras entraba al baño para cambiarse.

-No se porque te enojas, no es como si me fuera a casar con él, solo nos besamos - aclaró al momento que se acomodaba en la cama para dormir.

-Yo ya no voy a decir nada sobre el asunto - mencionó al momento que agarraba una almohada con una sabana.

-¿Qué haces? - preguntó el moreno.

-Ire a dormir en el sofá.

Los dos amigos se durmieron sin volver a decir algo despues de su pequeña discusión, pues Harry sabía perfectamente que cuando Mike se ponía distante con él era porque de verdad le había molestado algo que haya hecho, pero la pregunta era ¿por qué le molestaba tanto lo que había sucedido en la discoteca?

Al día siguiente el menor amaneció sólo en la habitación pues su amigo se había despertado demasiado temprano para ir al gimnasio que tenía el hotel, pero él sabía que se había ido de la habitación con tal de no verlo y tener que hablarle.

No importa - pensó - , al rato se le va a pasar el coraje y me tendra que pedir disculpas por el hecho de haberse enojado sin ningún motivo.

El menor tomó una ducha para despues ir al restaurante que tiene el hotel.

-Buenos días señor Crosman, ¿Qué le gustaría desayunar el día de hoy? - preguntó uno de los meseros al momento de llegar a su mesa con la carta de desayunos.

-Buenos días - respondió al momento que abría la carta para ver que podría desayunar - me gustaría comer tres panqueques, uno con leche condensada, otro con Nutella y el último con cajeta por favor, también quisiera un jugo de naranja y un capuchino moka.

-Sí, ¿Eso sería todo? - preguntó al momento que recibía la carta.

-Sí por favor.

-Esta bien, en un momento vuelvo con su comida, con permiso.

¿Porqué carajos no me mandas mensaje? - pensaba mientras revisaba los mensajes que le habían enviado en el transcurso del día de ayer y en la noche.

Pero al parecer su mente lo había invocado, porque minutos después recibió el mensaje que con ansias anhelaba.

Xx:
Hola bonito, ¿me recuerdas?

Harry:
¿Cómo no hacerlo? Pense que no me mandarías mensaje.

Adriano:
¿Acaso no dije que te mandaría mensaje y te llevaría a conocer Venecia?

Adriano:
Es más, para que veas que siempre cumplo mi palabra te veo en una hora a fuera de tu hotel para llevarte a conocer la ciudad ¿que opinas?

Harry:
Me parece perfecto, en una hora nos vemos afuera de mi hotel. Hasta entonces.

Adriano:
Hasta dentro de una hora bonito.

La comida del menor había llegado mientras se mandaba mensajes con Adriano, y ahora se dedicaba a comer lo más rápido que pudiera, pues dentro de una hora vería a Adriano y quería estar bien arreglado para gustarle más, pues ya se habían besado, Eso ya era una pista de que le gustaba ¿no?

Harry subió a la habitación despues de haber terminado su desayuno para poder arreglarse ya que solo le quedaban 40 minutos, pues por más que había querido comer rápido no podía y gracias a esos intentos casi se ahoga con un pedaso de panqueque.

Al llegar a la habitación lo primero que hizo fue revisar si ya había llegado su amigo, pero al ver que no era así tomo un pantalón y ropa interior para poder ir a bañarse. Mientras se bañaba escuchó como la puerta del cuarto se abría y se cerraba.

- ¿Donde estabas? - preguntó el menor mientras salía del baño solo con un pantalón negro y su torso desnudo, viendo a su amigo acostado en la cama.

- Fui al gimnasio que tiene el hotel, tenía mucho que no hacia ejercicio - dijo con un poco mas de humor, pues la noche anterior le habia contestado muy fríamente y con tono de molestia.

- Esta bien.

- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? - preguntó el mayor al ver a su amigo sacar ropa del closet.

- No, no te preocupes, voy a salir con Adriano. - respondió mientras se ponía una playera blanca con su chaqueta de mezclilla.

- ¿Qué? ¿Porque? - gritó el mayor al momento que se levantaba de golpe de la cama.

- Se ofreció a llevarme a conocer el lugar y no le veo lo malo - dijo al momento que se ponía sus tenis de color negro.

- ¿No le ves lo malo? ¿No se lo ves? O ¿No se lo quieres ver? Porque yo si se lo veo y lo podría ver desde marte - habló Mike al momento que se llevaba las manos a su cabello como si quisiera arrancarselo del coraje.

- A ver, dime, dime según tú que es lo malo entonces.

- A penas lo conociste ayer y fue en una discoteca que nos recomendó una persona que ni siquiera conocemos y a la cual solo fuimos porque te consiento tanto que siempre terminó haciendo todo lo que tú quieres y eso es más que suficiente para desconfiar de él, de sus intenciones y de sus acciones.

- ¿Y eso que? Sigo sin verle lo malo, y ademas yo el primer día que te conocí te conte mis penas y lloré contigo - dijo el menor al momento que se arreglaba el cabello con las manos frente al espejo de cuerpo completo que estaba pegado en la pared frente a la cama.

- Es diferente, ya nos habiamos visto mucho antes.




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