El Adios Que Nunca Me Diste

Capítulo 11. Él...

Ryan

Después de haberme ido de la habitación del hotel en donde estaba con Harry disfrutando de una deliciosa reconciliación —antes de que su amigo llegara, obviamente— decidí irme al hotel en donde me estaba quedando, el cual estaba a 15 minutos.

Llegué y decidí tomar un baño de burbujas. 
Aún con la bata de baño decido servirme un trago.

Con una copa de vino tinto en mi mano derecha y mirando a la nada en el balcón de la habitación, me pongo a pensar en todo lo que he vivido desde que deje a Harry.

Fueron tanto días como noches oscuras y horribles, hasta que conocí a Dave, él me hizo salir del hueco en el que estaba, él me hizo darme cuenta de que aún estaba a tiempo de recuperar a Harry, aunque por un tiempo me negué a luchar por él.

Pero, supe que él tenía razón cuando lo vi en ese restaurante de comida coreana y le presenté a Dave como mi prometido, su expresión de dolor, decepción y sorpresa fue lo que me hizo saber que él aún siente algo por mí y eso fue lo que me motivó a buscarlo, a luchar a por él, por mí, por nosotros.

Después de todo no fue fácil para mí alejarme de él, dejar todos los planes que habíamos hecho a futuro, pensábamos casarnos, comprar una casa con un gran patio, para más adelante adoptar un niño y una niña y así agrandar nuestra familia.

Teníamos tantas cosas planeadas, tantas metas por cumplir juntos, como la pareja unida que eramos, hasta que llegó él a joder todo.

Si no hubiese sido por él yo jamás me hubiese ido, jamás hubiese abandonado al amor de mi vida ¿Pero que podía hacer? Me tenía atado de manos.

Sé que no fue lo correcto haber huido así, sé que debí haberme quedado y luchar por su amor, sin embargo no lo hice, por miedo, por miedo a lo que nos podía pasar si seguía a su lado.

¿Me arrepiento? Sí, todos los días desde que me fui me he arrepentido por esa elección, porque no fue lo correcto.

Pero lo que importa es que estoy aquí ¿no?

He decidido luchar por él, por nuestro amor, y ni siquiera él podrá arruinarlo ahora.

Ya no le tengo miedo, que haga lo que tenga que hacer, pero él ya no me vuelve a alejar de Harry.

¿Quiere luchar también por su amor? Entonces que se prepare porque está vez no le voy a dejar el camino tan fácil.
Después de todo, ya no tengo nada más que perder, todo lo perdí en este año que estuve alejado de Harry.

Así que con ese pensamiento me permito hacer lo que he estado pensando en realizar desde que me serví esta copa de vino.

Llamar al responsable del sufrimiento de Harry y mío. 
Busco su número en mi teléfono celular, para después marcar, pasan unos segundos hasta que me contesta.

-Hola - es lo primero que digo.

-Sabía que me ibas a llamar hijo de perra ¿A que has venido? Ya es muy tarde para recuperar el amor de Harry, él muy pronto se dará cuenta que ya no te ama a ti sino a...

-Esta vez no lo voy a soltar tan fácil - me atrevo a interrumpirlo antes de que diga algo que me haga perder el control y hacer que estrelle mi copa de vino a la pared de coraje.

-Jajajaja - puedo escuchar su ruidosa carcajada perfectamente y hace que me de un escalofrío en la espina dorsal - ¿De que te sirve luchar si su amor ya no te pertenece, Ryan? Hazte y hazme un favor, aléjate de él antes de que te arrepientas o esta vez de verdad vas a ver de lo que soy capaz de hacer por que él ya no sea tuyo.

-Tus amenazas ya no me dan miedo, ya he tocado fondo, ya no tengo nada más que perder - le digo sonando lo más seguro que puedo.

-Eso lo veremos, Ryan - y con eso cuelga la llamada.

Estúpido, eso es lo que es, un estúpido si piensa que saldré corriendo como la primera vez.

Después de meditarlo por mucho tiempo decido hablarle a Harry.

-¿Hola? - es lo primero que dice cuando contesta la llamada.

-Hola, Harry soy yo, Ryan - digo sonando tan feliz sin querer, pero el hecho de que haya tomado mi llamada me llena de felicidad, una que hacia tiempo no sentía.

-Oh, Ryan ¿Qué pasó? - pregunta con esa hermosa voz que he extrañado tanto.

-Nada, yo solo pensaba que tal vez podríamos ir a cenar tú y yo mañana - hablo lo más neutral que puedo, pero sinceramente no lo logro porque estoy tan feliz de que esto esté pasando - me recomendaron un buen restaurante ¿Qué dices? ¿Aceptas?

Lo escucho dudar pero al final dice algo que me alegra el día y me hace saber que he tomado la mejor decisión al luchar por él.

-Claro, me encantaría - ¿Suena algo emocionado o solo soy yo? - ¿Quieres que pase por ti a tu hotel? - oh Harry, sigues siendo tan caballeroso y dulce, justo como lo recordaba.

-Claro, por mensaje de texto te mando la ubicación de mi hotel.

-Está bien, ¿Te parece que a las 8:30 pase por ti? - me pongo a pensar a que hora me dijeron que abría el restaurante y recuerdo que dijeron que abría a las 7:30, por lo que la hora que sugirió Harry es perfecta.

-Claro, a esa hora me parece bien - concuerdo con él alegremente.

-Está bien, a esa hora paso por ti, Ryry - escuchar que me dice de esa forma hace acelerar a mi pobre corazón, pues ese era el apodo que usaba para referirse a mí, lo sé no es muy creativo pero me encanta que me diga de esa forma.

-Gracias Harry, hasta entonces - me dispongo a colgar pero entonces escucho algo que me hace paralizarme.

-Estoy ansioso por verte - y con eso cuelga.

¿Cómo se supone que no me voy a ilusionar si me dice eso?

Despues de colgar y de regresar a la realidad –obviamente–, me dispongo a irme a dormir, aún con una estupida sonrisa en la cara por saber que mañana iré a cenar con el amor de mi vida.

Y aún más decidido a luchar por su amor y querer protegerlo de él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.