Brian escuchó una notificación en su smartphone, era su Mayor pidiéndole que se presentara en su oficina. Brian se dirigió al lugar indicado.
—A sus ordenes –exclamó Brian al ingresar en la oficina.
—La esposa del juez Plinio –empezó el Mayor- acaba de ser encontrada asesinada a puñaladas. La única pista es una inscripción de las siglas AG, que al parecer ella misma habría hecho con su sangre.
—¿AG? ¿No era una organización terrorista ya disuelta?
—Así es, hace una década se decretó que los trabajadores debían pagar un seguro jurídico, que cubriera sus gastos en abogados cuando los requirieran, y quienes no tuvieran simpatía por el trabajo debían de defenderse por si mismos. Obviamente esta medida tuvo sus detractores, un grupo de personas se organizaron en un grupo terrorista al que llamaron AG (Abogado Gratis), para derogar el decreto. Pero este grupo fue desarticulado hace nueve años, por lo que sospecho que alguien podría querer inculparlo.
—¿Sospecha de alguien?
—La felicidad que tiene el juez Plinio no me gusta. Me gustaría que lo investigues.