El Alfa Enamorado.

Capítulo 16

Se fuerte

 

 

El frío empieza a calar en los huesos, son cerca de las tres de la mañana, la manada Itreque ha buscado exhaustivamente a los lobos contrarios sin tener indicios de por donde entraron y por donde salieron, Sebastián se encuentra muy preocupado, quiere entender el motivo de esa visita, si creyeran en atacar no solo cinco lobos hubieran mandado y eso es lo que no le gusta, tienen un plan uno que necesita descifrar, Alexter por su parte ha estado al pendiente de todo observando a su hermano cómo se comporta con los hombres... Se acerca hasta él, Sebastián gira, los dos están en medio del bosque sus hombres continúan al pendiente en los rincones de ese mismo.

— Perdón Alexter por no esperarte — se excusa de mandar el inicio de búsqueda a horas de a ver dejado de ser el alfa.

— No pasa nada Sebastián, en realidad me da gusto ver que eres un excelente líder, siempre he creído en ti — habló fuerte sin caer en sentimentalismos, pero para Alexter mirarlo de esa manera le removía recuerdos de niños donde el menor lloraba por tener miedo de estar solo en el bosque, ahora era todo un hombre terco principalmente.

— Debería agradecerte el cumplido, pero creo que tú y yo no nos regimos de esos detalles tan cariñosos — habla, pero sonriendo de lado — Además que no se te olvide tu eres el señor líder —dijo con sarcasmo

— No me lo vas a perdonar no es así — dijo serio — Se que te deje con la responsabilidad de la manada a fuerzas y joven — cruzo sus brazos sobre su pecho.

— Además que te tuvimos que aguantar cuando no reconocías a nadie y eras toda una bestia —gruño Sebastián.

— Realmente no entiendo — suspiro mirando a la luna

— ¿A qué te refieres? —lo miro con duda

— Hubo un tiempo que era un poco consciente de lo que la bestia como dices tu hacía, pero tengo tan pocos recuerdos de eso ahora además que siento que algo falta — dijo pensativo —No se ni como decirlo o describirlo simplemente siento un vació aquí dentro — señalo su pecho, Sebastián se quedó callado —Cuando regrese dijiste que Madeleine y yo éramos amigos — afirmo mirándolo a los ojos.

—Sí, lo eran te empezaste a comportar menos animal- dijo serio

— Eso no lo recuerdo — dijo esperando algo más de su hermanos, quería que Sebastián dijera algo que lo hiciera entender.

 

— No dejaras de verme hasta que te diga algo, ¿Quieres saber?, ella es terca, mucho, a pesar de que le pedí que se alejara de ti no lo hizo — dijo serio  — Además que tú no te portaste tan bien con ella al principio, le gruñiste,  un día la quemaste — Alexter abrió los ojos con sorpresa  —Si tu don caballero la lastimaste más de una ocasiona, pero a pesar de eso ella continuo buscándote y al parecer tu a ella, no sé si hablaron eso no lo sé pero encontraron su manera de comunicarse.

— No lo recuerdo... ella — se quedó callado iba a repetir las palabras de Madeleine, pero las dejo para él.

— Lo sé... — omitió decirle que creía que ella estaba perdidamente enamorada de él, eso no era necesario al final él no le correspondería — ¿porque crees que ahora nos están visitando? no pude ver de qué manada eran — cambio el tema el menor

—No lo sé, podría deberse al territorio sabes que somos dueños de mucha tierra y esos es importante entre lobos, puede ser la unión de manadas... con el matrimonio de Sofia, puede hasta ser mi regreso… — habló mirando hacia la nada en el bosque — Pero eso lo averiguaremos tenlo por seguro, regresemos a la casa, confió en la manada ellos nos protegerán — camino dejando atrás a Sebastián que pensaba en miles de opciones.

El doctor había revisado el estado de Madeleine y después de irse la dejo dormir, ya estaba amaneciendo cuando ella abrió sus ojos de par en par, pensó en que descansar no había sido una opción aunque haya estado inconsciente, el sueño de Alexter se repetía una y otra vez, se levantó y se alistó, entonces pensó en la única cosa que podía hacer, después de media hora entró a la cocina y se dispuso a hornear algo lo que fuera, eso la despejaba la hacía olvidar todo, optó por un pay de manzana, encontró todos los ingredientes en la inmensa alacena de la cocina, antes de sacar el último ingrediente la miró con detalle era el mismo lugar donde él, ese hombre si corazón la consoló, estaba pensando que solo tal vez no es tan frío como piensa, si es o intenta serlo, sacudió las ideas y continuó, pico con cuidado las manzanas, preparó la masa, el sol estaba cada vez más imponente en el amanecer, preparó uno lo metió en el horno, dispuesta a empezar otro unos pasos la alertaron, para su suerte eran eso que conocía muy bien, ahora no tan pesados como antes.

— Madeleine buenos días ¿Qué haces despierta tan temprano? —preguntó Alexter desde la puerta observándola

— Hola, no pude seguir durmiendo y cocinar me despeja la mente — hablaba mientras picaba más manzanas




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