Decisiones...
Sebastián aun observaba a Madeleine que no pronunciaba ninguna palabra, no podía dejarla ir no después de saber lo que ella significa, pensó en una manera de retenerla en la manada...
—Porque no esperas a que pasen estas fechas, además dime ¿A dónde iras? Bien o mal en esta casa tienes a una familia que ve por ti, sé que los ataques se están volviendo constantes lamento no estar ahí para cumplir mi promesa, que te protegería, pero sé que...— se incoó frente a ella para mirarla a los ojos, Madeleine sorprendida por la forma en la que él se expresaba, podía ver preocupación en sus ojos con un toque de tristeza — No te vayas, quédate aquí te necesitamos — dijo él al final.
Contrariada por su actitud, con su piel aun erizada del miedo y un sinfín de sentimientos dentro de ella atino a simplemente decir —Me quedare... pero no puedo asegurarte de que será por mucho tiempo— él sonrió y viéndola aceptar quedo satisfecho.
—Gracias... —dijo por último poniéndose de pie y acariciando su mejilla — Sé que la vida aquí se está volviendo difícil, pero no sabes Madeleine lo fuerte que eres y lo importante que eres, tú con tus ideas haz hecho más que lo que crees, simplemente rompiste muros — dijo él tomándola por sorpresa, no podía procesar las palabras, el significado de ellas desde la voz de Sebastián, pero antes de poder decir algo Carlo gritaba por él, este sin despedirse salió corriendo de ahí.
Madeleine camino hasta la ventana y fueron escasos segundos cuando Sebastián llego hasta él, miró como él discutía algo con Carlos al salir de la casa, ese hombre soberbio había mostrado un lado que no conocía, no era como ella creía, por un momento pudo ver un poco de Alexter en esa actitud tan noble que en sus ojos se reflejaba, viéndolo perderse soltó el aire de sus pulmones empañando el vidrio de la ventana. Dudo en seguir ahí parada, un fuerte escalofrió recorrió su cuerpo camino de vuelta la cama y se confinó en ella, no podía seguir así, en su mente podía ver como Valentina la protegía, asustada se puso de pie tenía que saber cómo seguía ella salió a mirarla.
La herida de Valentina se curaba rápido las puntadas fueron necesarias solo para que el proceso fuera en un corto tiempo, ella miraba al techo, su madre acompaño al doctor y Madeleine entra por la puerta abierta sin anunciarse la necesidad de saber de ella era mas grande a su educación.
—Valentina ¿Cómo sigues? — dijo apresurada.
—Bien, tranquila esto no es nada— sonrió
— Lo que hiciste por mí, no hay manera en que pueda pagártelo, gracias— se sentó en la cama.
Valentina la observó por un largo momento —Dime tu ¿Cómo estás? — buscaba su mirada, pero esta estaba perdida.
—Bien, bueno realmente lo estoy intentando procesar, pensé en irme— sonrió por inercia nerviosa— Pero Sebastián insistió en que... me quedara— dijo sin ganas.
Valentina la defendió no podía explicar por qué, pero sentía un lazo algo que la obligaba a hacerlo, no podía permitir que la lastimaran si eso significaba el dolor de él, ese tonto debía aceptar sus sentimientos pensó, él se lo merece aun a costa de su felicidad consciente que él nunca la miraría de otra manera que solo una simple amistad. —Veo que a él le interesas— dijo, Madeleine la miro con duda — Bueno no es tan difícil no darse cuenta, él nunca se ha comportado así con alguien más yo creo que eres especial para él — concluyó mirando al techo no podía verla si no lloraría ahí mismo.
—Pero yo no... — se quedó callada, no podía creer lo que decía Valentina — Eso no puede ser posible, él no cree en esas cosas del amor— dijo al final.
— No, pero un hablador como él siempre se traga sus palabras al final— dijo sonriendo de lado con un sentimiento amargo en su interior — Me dijiste como pagarías esto— señalo su brazo — Bueno pues dale una oportunidad, sé que lo dudas porque oportunamente te fijaste en el hermano contrario, me di cuenta— observó la mirada de sorpresa de Madeleine — Si, fuiste obvia solo un poco — sonrió — No me contestes solo dale la oportunidad.
— No sabes lo que dices Valentina—dijo ella sin mirarla
—Alexter no está más aquí además que él se reunió junto a su amada Gabriela, por lo tanto, nada te detiene, tu corazón es libre de volver a querer, conozco a Sebastián y él es bueno...— dijo con seriedad Valentina