El Alfa Enamorado.

Capítulo 27

Enemigos y aliados...

 

 

Valentina despertó encontrándose sola en medio de esa inmensa cama donde la luz entraba por la ventana, no supo en qué momento se quedó dormida después de aceptar inconscientemente a quedarse a compartir con él cómo de niños sabía que se arrepentiría al día siguiente porque eso no le ayudaba para superar su enamoramiento decidida a olvidarle caía de nuevo, se incorporó acomodando su cabello con sus dedos giro su vista hacia la mesita de noche donde una nota doblada con su nombre le llamo la curiosidad abrió y en ella solo decía un simple ¨GRACIAS¨ no puede negar que sonrió por inercia hasta con esa corta palabra podía generarle tantos sentimientos en su interior, debía ponerse de pie y salir a ver los pendientes del día, hoy era la tan esperada cena de navidad un momento de alegría para la manada y principalmente para los niños en la casa se distinguían por hacerlo muy especial, pero después de tantas perdidas no sabía si sería igual recibida, miro por la ventana Carlos mandaba a todos acomodando las mesas y Sofía le ayudaba con la distribución, acomodo la cama dejándola impecable, la miro por última vez y salió de ahí.

 

Madeleine miraba a Sable ese lobo blanco estaba de mejor ánimo muy impaciente mirando por la ventana, ella aun en la cama con las piernas recogidas abrazando sus rodillas, así que ese lobo era de Alexter, animada por tener contacto con algo especial de él se levantó para alistarse y ayudar en la cocina hoy se luciría con los preparativos se sentía contenta abrió la ventana un poco para que este saliera al balcón y entro al baño, Sable no perdió oportunidad por colarse de nuevo al ático donde su dueño permanecía acostado dio una última mirada por la ventana y regreso con Madeleine, esperó a que ella saliera para acompañarla.

 

Sebastián ordenaba unos papeles en su escritorio debía pensar que haría con su padre, más interesado por descubrir que lo atormentaba para hacerlo comportarse de esa manera mandaría una carta al consejo donde solicitaría la intervención de alguno, también necesitaba descubrir quién era el lobo gris que andaba asechando algunas manadas, los rumores eran cada vez más fuertes y dos cartas recibidas por la manada del sur lo mantenían intranquilo, para el día de hoy recibirían a un grupo para corroborar información entre ellos, vendría el alfa Maximiliano el hijo mayor que quedo como el líder ante la pérdida de su padre en una batalla junto a sus hermanos menores para pronunciar un lazo entre manadas, pero esperaba no llevarse una sorpresa como los Montenegro que aun pedían hablar con él, después de ver los ánimos de Sofía prefería mantenerlos a raya de su familia, pero ahora creía que necesitaba hablar con ellos, esperaría a pasar esos días para después juntarse.

 

María entro anunciándose —joven he revisado lo que me pidió sus heridas han sanado por completo y sigue sin moverse—dijo ella con calma.

 

—Bien María espero que todo este con calma en estos días para disfrutar un poco—apretó el puente de su nariz — Las cosas se han descontrolado un poco —se quedó mirando a la nada.

 

—Todo saldrá bien Sebastián—ella dijo eso y salido de ahí.

 

Él quería apoyar el optimismo de ella, esa mujer que ha sido solidaria con ellos a pesar de sus pérdidas siendo necia y autoritaria con todos mantenía el control aun sin que ellos estuvieran ahí, agradecía después de la pérdida de su madre el apoyo, pero jamás había pronunciado palabra alguna omitía las muestras de cariño. El día transcurrió normal cuando se disponía a subir al ático miro a Madeleine en la cocina con mayor animo se quedó ahí observando la manera en que sonreía con todas y sobre todo como hablaba con Valentina sabía que ella se llevarían bien, no quiso interrumpirlas así que puso atención a que nadie lo mirara, en su mano llevaba las llaves de esa habitación improvisada donde resguardaba a su hermano, abrió la puerta y el cuerpo de su hermano seguía ahí inerte, acomodo un poco todo para dejar ordenado, no era el cuarto para él, después de unos minutos tomo una de las sillas aun intactas y se sentó cerca de él.

 

—Ya han pasado demasiados meses Alexter, no sé si un día despertaras, pero no quisiera perder la fe de poder hablar contigo aunque sea una vez más, lamento mi manera tan retadora en la que me conduje estos años, si pudiera lo cambiaría todo no sé ni cómo decírtelo, pero ... perdóname, me enoje demasiado cuando caíste en esa parte animal y me dejaste con todas las responsabilidades de ser el alfa jamás he pensado que yo soy digno de eso tú lo sabes, pero aun así siempre me empujaste a ser mejor, no puedo creer que ella me haya echo darme cuenta, como manteniéndose firme a una idea pudo hacerme entender—se acomodó en la silla, era incómodo para él hablar así  —Lo lamento, lamento tanto mis palabras de esa noche, debes volver Alexter, te necesito aquí, están pasando algunas cosas en especial con nuestro padre, siento que la perdida de Gabriela también tiene que ver con algo que atormenta a papá, me siento tan raro hablando así contigo, pero no sé qué más hacer, solo necesito a mi hermano mayor — mirò la mano de Alexter dudo por un momento, pero no lo pensó más la tomo con la suya sin decir nada y se quedó ahí mirando a la ventana, pasaron alguno minutos cuando el sol daba paso a la luna — Hoy la luna será hermosa y tendremos nuestra cena, abriré la ventana para que puedas oírnos — se puso de pie corrió un poco la ventana y acomodo las cortinas — Gracias Alexter — dijo antes de salir de la habitación cerro con seguro desde fuera, cuando los pasos se alejaron aún más Sable entró por la ventana.




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