El Alfa Enamorado.

Capítulo 35

Soltando el control...

 

El día que daba fin al año estaba por llegar; por todas las situaciones que han afligido a la manada no se ha preparado como otros años con tanta anticipación, el regreso del alfa Guillermo al frente de todos los agarro en un momento de descontrol, el un hombre cabal desde años atrás tomando las riendas después de que sus hijos estuvieran al frente desconcertaba a la mayoría de la manada ¿Por qué?; una simple razón acaso la manada Itreque pasa por una crisis y ellos no están enterados, el mayor miedo de cada uno de los lobos es una manada sin cabeza, sin punto fuerte donde apoyarse ante las desventuras que han afligido cada uno de sus corazón, ellos fieles a Alexter que al caer perdido los dejo desprotegidos, adaptarse a la inexperiencia de Sebastián e ir forjándose con el cómo alfa para después de repente perder la estabilidad mirándose de nuevo con don Guillermo sin bien un excelente alfa en el pasado, pero es importante un alfa fuerte, tenaz, joven que marque con su presencia la imponencia de su manada, puede ser signo de debilidad ante otras manadas lo sabe el alfa actual, pero aun así está ahora al frente.

 

Alexter como todas las mañanas salía a recorrer el territorio, su padre en esa ocasión caminaba con ellos —Sé que estás pensando dilo de una vez— la voz de su padre lo saco de sus pensamientos, se habían quedado solos de regreso a la casa principal «Siento tu mirada en mi habla de una buena vez» dijo por último al no tener respuesta de su hijo.

 

—No tengo nada que decir— dijo sin mirarle

 

—Eres el más testarudo de los dos y me sales con que no tienes nada que decir— dijo incrédulo

 

—Tienes tus motivos para ahora ser el alfa— deteniendo su paso «tienes tus motivos para usar a una ingenua muchacha casándola con un lobo que no conoces a la perfección solo porque nos encontramos cortos de presupuesto si lo quieres llamar así» eso ultimo lo dijo con sarcasmo ese tan peculiar de él, por un momento olvido que Alexter podía llegar a ser fastidioso en su hablar.

 

—Había olvidado que puedes llegar a ser tan molesto, no me siento feliz de que ella se case con Maximiliano siendo sincero me gustaba para uno de ustedes dos en especial para que estuviera contigo, pero es algo en lo que no puedo intervenir— dijo caminando dejando a tras a un Alexter molesto por sus palabras.

 

—Recuerda que soy tu hijo y mi carácter lo he heredado de ti— dijo solo por molestarlo aún más.

 

—No Alexter eso lo has sacado de tu madre— hablo en voz alta alzando su mano en signo de despedida y fin de la conversación, Alexter bufo por sus palabras y se quedó ahí esperando encontrarse con Carlos y recibir su informe de los alrededores, Sebastián por su parte no se había aparecido en todo lo que iba de la mañana.

 

Madeleine por su parte sintiéndose mejor salió de su habitación mirando con atención como Valentina salía del cuarto de Sebastián sin hacer ruido sonrió al verle ser frenada por el para darle un beso de despedida en los labios, no hizo ningún ruido entrando en una de las puertas abiertas para no ser vista pero para su mala suerte no cayó en cuenta hasta mirar bien que era la habitación de Alexter, intentó calmarse miro por un momento su alrededor y salió de ahí intentando olvidar ese momento, miro a Sebastián aun perdido en sus pensamientos recargado en el marco de la puerta que no se percató de su presencia.

 —Veo que al final siempre supiste lo que es ese tipo de amor— se giró para mirar a Madeleine que lo miraba con una ligera sonrisa en sus labios, una que podía sentirse sincera.

 

—Debo admitir que tú me has abierto los ojos— respondió, ocasionando en el rostro de ella sorpresa «Pero realmente no deseo hablar de eso ahorita, dime porque has aceptado unirte en matrimonio con alguien que no conoces, tu qué crees en el amor» afirmando sus palabras.

 

—Todos podemos cambiar, tu eres ejemplo de ello— dijo para esquivar la conversación, pero sabía que Sebastián no lo haría nada fácil.

 

—¿Estas realmente segura del paso que darás? — intentó sonar tranquilo, quería evitar dar un paso en falso donde ella no le permitiera hablar más y saliera corriendo, habían forjado una amistad y no deseaba perderle ahora.

 

—Lo estoy Sebastián no te preocupes, sé que mi decisión para ti es precipitada, pero créeme que lo he pensado lo suficiente, estaré bien solo necesito que estés conmigo para tener un punto de apoyo en la nueva vida que emprenderé— dijo sonriendo tranquila, eso era lo que le preocupaba a Sebastián, esa sonrisa que no dejaba ver si estaba nerviosa o dudando, un punto flaco donde él pudiera persuadirla de no seguir con eso, pero a lo mejor dentro de todo si es lo que ella necesitaba; una salida de ese lugar mejor dicho una salida a Alexter.




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