Mientras nuestros labios bailaban al unísono nuestras lenguas empezaron a querer entrar en nuestras gargantas, el beso ya no se sentía suficiente, sentía la necesidad de más y se a lo que esto me iba a llevar asi que intente apartarme pero el puso una mano en mi cabello juntando mas si es que era posible a sus bellos labios.
— Ci~ Ciro escucha— digo a duras penas aun en sus labios.
—por favor quiero más — dice cuando me aparto un poco pero aun asi estoy a pocos centímetros de su lindos labios de los cuales ahora mismo parecen algo hinchaditos.
—sobre eso, este bueno creo que despues de esto no me voy a poder controlar más así que te pido porfavor que paremos— decido subir la vista ya que la tenia en sus labios, oh por Dios sus ojos. Me aparto de inmediato tan rápido que llegue hasta la pared de la habitación. Chocando mi espalda con la pared decidí fijarme en sus ojos nuevamente. Frunzo el ceño. Que raro hubiera jurado que estaban color dorado. Lo miro con extrañeza. Siento una sensación extraña. Su mirada de asombro pasa a una de dolor.
—Hanna— miro hacia la puerta al escuchar provenir de ahí mi nombre. Es Oliver. —Hay que irnos.— lo miro y siento una punzada en mi corazón extraña.
—debo, debo irme— frunzo el ceño com extrañesa por que yo no suelo tartamudear. Corro la hacia la puerta sin esperar respuesta, miro a Oliver y le hago una señal con la cara para que nos vayamos. El me sigue hasta la salida. Nuestra mamá nos esta esperando, me apresuro a subir al auto. — ya vamonos de aquí — hago una mueca de asco.
—hijo ¿como sigue tu amiga? — mamá comienza a conducir y mira a Oliver desde el espejo del auto.
—ya mucho mejor mamá desde que llegue a verla—desde el espejo veo como sonrie, ruedo los ojos. Miro a mi mamá para decirle que me de mi dinero cuando me fijo en algo.
—y esa chaqueta?—ella se la mira de reojo. Traga saliva.
—¿te gusta? Me la pestaron— miro mas su chaqueta, arrugando la cara y luego asiento.
—me gusta aun que el cuero no es mi estilo y lo sabes— ella asiente—pero por lo que se el tuyo tampoco —vuelvo a arrugar la cara por ese motivo.
—Si bueno pero no hay que rechazar cuando alguien te presta o regala algo— sonrie con todos sus dientes. Volteo los ojos. Parece mas que lo fuerzan a uno a que realmente a lo use. El resto del camino lo tomamos en silencio pero no fue incomodo. Yo estuve pensando en esos ojos, que rara sensación sentí. Eran hermosos y atrayentes pero Dios eran como muy a lo contrario de los ojos verdes de Ciro, tan claros... como transparentes y puros hasta parecen que sus ojos son el reflejo de su alma. Son realmente preciosos. Dejo de pensar en eso cuando el movimiento del auto cesa. Nos bajamos del auto .
—escuchen—los dos la miramos— probablemente la abuela este dormida asi que no hagan ruido—asentimos pero yo siquisiera hacer ruido, maldita vieja como la detesto. Mamá va adelante para abrirnos la puerta en eso miro atras de su chaqueta frunzo el ceño y entrecierro los ojos para ver mejor lo que esta dibujado atras de su chaqueta. Esta pintado con pintura tipo acuarelas, el dibujo es de un lobo grisaseo con blanco aullando a la luna y una chica viendo al lobo. Mamá se voltea y luego nota lo que estaba mirando. Le doy una sonrisa.—lindo estilo tiene tu amiga — paso de ella y voy hacia mi habitación. Al siguiente día amanecí resfriada y con fiebre, creo que salir en la noche me hizo mal. Mamá mando a Oliver a la escuela ya que el no se enfermo, y como no se enfermo puso en duda el que yo si pero al ver los pañuelos y tocar me la frente confirmo que le decia la verdad. Yo misma me prepare mi propio desayuno para no molestarla mas ya que siempre parecio molestarle cuidar de mi cuando me enfermaba, bueno no es que alguien sonria al ver a un enfermo y tener que cuidar de el.
Canino hacia el cuarto de mamá, entraré sin hacer mucho ruido ya que quizas este dando una clase y deba esperar, ocupo que vaya a comprar mas medicamento y pañuelos. Al entrar noto que esta recostada sobre la pequeña mesa que usa de escritorio, me acerco. Noto que aun con mis pasos y el ruido de la puerta al cerrarse no la despiertan asi que supongo que esta dormida, le doy un vistazo antes de irme y noto su nariz roja asi que me imagino que tanbien se enfermo. Chasqueo los dientes. Lo que faltaba.
Camino hacia la cama para traer una manta y asi colocarsela pero cuando lo hago noto que sostiene la chaqueta de ayer con uno de sus brazos atrayendo a su estómago y pecho. ¿Por que la abraza tanto si esta ya abrigada con un suéter? Le pongo la cobija encima de ella y me retiro. Trate de dormir un poco pero no pude ya que estornudaba a cada 30 segundos. Después de horas volví a la habitación de mamá y vi que estaba despierta, estaba sentada en la misma mesita que la encontré hace horas, no se por que pero mi mirada se desvío hacia sus piernas y note que ahí estaba la chaqueta. Frunzo el ceño pero trato de no darle importancia asi que me giro hacia ir a mi habitación.
Después de un par de dias volví a la universidad, estando en la clase que comparto con Mily ella me empezó a "actualizar" como va con su novio. Y yo decidí contarle sobre Ciro, quizas omitir ciertos detalles pero contarle y asi desahogarme.
—Mi hermano fue a ver a Ginger que es su mejor amiga, y tambien hermana de Ciro— asiente.— Pues estando ahí...bueno me enteré que Ciro estaba herido — trato de explicarle pero trago saliva al acordarme como fue que me enteré. Rayos no es tan difícil Hanna, me intento dar animos. Suspiro.—bueno para no hacertela larga pues nos besamos. —ella abre los ojos como platos.
—Tu y Ciro... —se tapa la boca y luego sonrie pícara.—y luego que hicieron eh —levanta en par las cejas y sonrie de forma picara. Niego
—nada ya que me asuste—ella me ve de forma extrañada.
— crei que no eras virgen— susura.
—si pero es que—miro a mi alrededor antes de decirle lo que sentí y vi. Pero es que no se como explicarle que no solo fueron sus ojos si no que senti realmente que estaba besando a alguien mas pero sin estarlo... fue realmente raro. Suspiro cansada seguro me va mirar raro. Decido dejarlo hasta ahi, quizas solo fue un reflejo y yo ando pensando cosas extrañas.— ay no se! Jajajaja— le doy mi mejor sonrisa falsa— quizas es por estaba mi hermanito y tambien habia gente— me excuso, ella asiente complacida. Entro la maestra amargada que me cae mal y yo a ella. " la mamá de la asiática esa".