Arrugó la cara, desde que me subí al auto y en el transcurso e estado con los brazos cruzados y con la cara toda seria, al bajar del auto esto no cambio. Mi hermano fue corriendo a tocar la entrada yo iba lento y no queria entrar ¿que se supone que haga aqui? Mi vida no es divertida, de la universidad a la casa y ahi solo paso viendo mi celular, llevo una vida mediocre, bueno al menos ahora estudio, avanzo aun que sea en pasos pequeños pero hago algo, peor es estar a como estaba después de la muerte de papá. Al pasar la muchacha nos ofrece bebidas yo solo negué y me fui a sentar al sofá, saque mi celular y me acorde que ni datos traigo asi que jugué en Chrome con ese dinosaurio invecil.
—tu debes ser Hanna. — levanto la mirada y me encuentro a una chica joven y linda... se me enciende el foco y me acuerdo que es la chica que me enseño Ciro con su celular. Suena un pitido y miro de donde proviene, noto que es por que el dinosaurio ese choco. Apago el celular y la miro.
—si, tu eres Clara ¿cierto?— asiente.
—asi es!—suena entusiasmada.—¿que tal te sientes?—incomoda, quiero irme.
—bien
— Te vez tensa —yo me hago la tonta.
—¿quieres que te pida algún jugo o alguna bebida?
—que amable pero ya me ofrecieron y asi estoy bien.— sonrio apretando los dientes, creí que se iría pero hasta tomo asiento, no se por que siento que tiene animos de seguir la conversación.
—no te sientas mal si quieres algo pidelo, estas en tu casa—sonrie.
—no seas timida—no lo soy, solo no quiero. Pero decido pedirlo, quizas asi se largue.
—un juguito estaria bien —ella asiente complacida, llama a alguien.
—¿de que sabor el jugo?— pregunta y yo hago un ademan de que da igual y al final la muchacha se va y regresa con jugo de mango natural, que rico pero dudo que estemos en temporada. Da igual lo recibo y tomo un poco.—que bueno que vienes a visitar a mi hermano— casi lo escupo, pero solo logre atorarme y causarle gracia por mi accion. Me limpio la comisura de mis labios con la manga de mi camisa.
—te equivocas, yo vine por que mi hermano queria ver a su amiguita no por el — le aclaro firme. Ella frunce el ceño confusa.
—¿por que no quisieras ver a tu mate? Eres su luna deberias de incluso quedarte a cuidarlo, ya que ustedes son el futuro de la manada— dice rápido y seria. ¿Espera que dijo? Matie o como? Luna? Manada. La miro con extraneza.
—me repites lo que dijiste? Creo que lo dijiste muy raokdo y no entendí. — da un suspiro y parece agotada.
—mira se que no me debo meter en sus asuntos pero me preocupa el futuro de la manada... total — agacha su cabeza con pesar — tambien es la manada en la que pertenezco y no me gustaria que mi hermano...— no termina ya que una voz nos interrumpe.
—señorita Clara alguien llama desde el teléfono fijo — ella levanta la cabeza.
—bueno fue un gusto haber platicado contigo— se levanta y dice —espero en verdad reconsideres lo que te dije— me da una sonrisa algo triste y se va— yo sin entender me quedo ahi paralizada. Los minutos pasan y aun jugando me aburro y de ese aburrimiento me entra la curiosidad ¿estará Ciro? Estará con la asiática esa? . Mi pie comienza a tener un tic nervioso, me comienzo a mordisquear los labios. Me incomoda horrible que este con esa asiática, con esos ojos rasgados... bueno son algo grandes considerando que los asiáticos los tienen mas chiquitos y fea no es. Mi pie sigue teniendo el mismo tac, moviéndose de arriba a abajo. Me paro. Realmente me frustra estar aquí. Me iré a ver a Ciro, no,no ,no mejor apuro a mi hermano, si solo la venia a ver no a hacerle velorio y entierro. Subo las escaleras y camino hacia las habitaciones.
—Oliver muevete, tenemos que irnos — digo algo fuerte. Al pasar unos segundos y el no aparece me preocupa y altera. —Oliver—vuelvo a llamarle. El no aparece y yo ir abriendo puertas no ire asi que recurro al algo que siento que lo hara aparecer—Oliver ya viene mamá— dicho y hecho ya que aparece el de un segundo a otro. Yo le frunzo el ceño.
—ya viene? — asiento el solo se ve que se asoma desde la habitación, el mantiene la puerta entre abierta y a mi no me da curiosidad de como este la niña esa.
—hay que irnos, muevete
—solo me despido — hace ojitos y yo solo le ruedo los ojos y saco mi celular, mientras voy bajando las gradas le marco.
<si,dime hija> arrugó la cara, rara vez me llama hija. Me encojo de hombros y trato de no darle importancia.
<ya ven a traernos> digo con fastidio. Frunzo el ceño al escuchar un sonido algo agitado. <tu corriendo? Para venir a salvarle. Que logro> ella corta la llamada y yo me burlo. Me recuesto en la pared casi cerca de donde terminan las gradas. Ya me canse de estar sentada, la esperaré parada. Cierro los ojos y inhalo, cuando exhalo y abro los ojos me encuentro a Ciro parado alfrente mio. Mi sorpresa no se disimula y mi corazón comienza a latir con mucha rapidez.
El pone sus dos manos en la pared "encerrandome" el acerca a mi rostro y sus ojos parecen tener las pupilas muy delatadas.
—no te vayas— su voz se escucha ronca— porfavor— suplica pero esta vez con un tono de voz muy suave.