El Alfa y su luz

Capitulo 4

Narrador exterior 

 


Mientras tanto, en medio de unos jardines con todo de flores varias, arboles grandes y majestuosos, se levanta un castillo de color blanco y con tonos dorados, brilla con la luz del sol. Dentro del castillo un hombre vestido de negro esta corriendo por los pasillos, hasta llegar a una doble puerta enorme de madera con grabados, a los lados dos guardias vigilan la entrada. Pero este ni les pide permiso para entrar, ya que todos lo conocen y nadie quiere una pelea contra este hombre. Al llegar a dentro, una enorme sala de color azul claro y con destellos blancos por todos lados, con la luz que se filtra por las vitrinas de diferentes colores, al final una pareja le recibe 


- Gracias por venir tan rápido, querido Darían – le comenta un señor mayor, su cabello es blanco y va vestido con una armadura 
- Mi rey, mi reina – Darían se inclina ante la pareja que lo ha recibido – decidme cual es la urgencia para la que me solicitan 
- Mi querido Darían, no sabemos si te has enterado, pero nuestra hija ha desaparecido – comenta su reina preocupada, que luce un vestido largo blanco, su cabello azul claro está recogido en un moño 
- Si mi reina, me lo han comentado esta misma mañana, antes que ustedes me solicitaran  
- Entonces, ya entiendes para que estas aquí – comenta su rey – quiero que la busques y la traigas de regreso, aquí, este es su hogar, no puede ir deambulado por allí, puede meterse en problemas 
- Entiendo mi rey, iré a buscarla, aunque eso me lleve al fin de los mundos – dice Darían 
- Esta vez, no la traigas como la última vez Darían – comenta su reina 
- Haré lo posible para tráela de buena manera – sonríe Darían recordando como la trajo.  

 

 

Flashback

 

Darían trae a Gwen atada con las manos en la espalda, esta medio ida por una fuerte droga, ya que esta se había resistido mucho, fue muy difícil, por eso ato sus manos con una cuerda especial, mientras ella lo maldecía, jurando que se vengaría. 

 

Fin flashback

 


Darían se gira y sale de la sala del trono, para encontrarse con un hombre quien lo mira desafiante y de mala manera 


- Trae a mi mujer, niñera – le comenta este 
- Para empezar, Scott, tu no me das ordenes, tu solo eres un simple miembro del alto consejo, además ella no es tu mujer, y por último no querrás que esta niñera te parte la cara – dice Darían con enojo, pues sabe que este ser lo han comprometido con Gwen, y hay algo en él que no le gusta, pero su rey lo eligió para su hija, así que su opinión no es de buen ver 
- En cuanto sea TU rey, te voy a degradar, serás lo ultimo en la escala social, jajaja – le dice 
- Tu solo inténtalo, y te juro que lo lamentaras a la de 3 – dice sonriendo Darían 
- Como sea, tráeme a Gwen – mientras se dirige a la sala del trono para verse con sus futuros suegros 


Sin mas Darían empieza a buscar pistas, no es muy bueno en búsqueda, pero sabe quienes lo pueden ayudar, además que conoce a Gwen perfectamente y sabe exactamente cuáles serán sus intenciones en su escapada.  


Piensa que si pregunta a su mejor amiga, esta no le dirá nada, por lo que es mejor tenerla controlada y vigilarla de cerca, esta seguro que ella lo guiara hasta Gwen. Solo desea no perder mucho el tiempo, sino el rey podría enojarse. Aún así, los reyes confían mucho en Darían.  


Por otro lado, Scott, solo quiere una cosa, y es el poder, y piensa que hará cualquier cosa, incluso vender su alma al mismísimo demonio. Su alma ya esta corrompida, pero sabe como mantener las apariencias, los conoce muy bien, y sabe perfectamente como actuar.  
 




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