El tiempo transcurre con normalidad, cada día la amo más, hay veces que según que preguntas parece incomoda, suerte que no la rechace e hice caso a mi padre, puesto que ella es lo mejor que me ha pasado, y lo de la profecía, será un error, no hay ningún mal que nos aceche. Aún, no la quiero presentar a la manada, primero debo decirle con mucho cariño que soy un hombre lobo, solo deseo que me entienda y no me rechace.
Como siempre la vamos a recoger a su apartamento, no quiero que ande sola por allí, quien sabe lo que le puede pasar, prefiero protegerla a cada segundo, y me encantaría que estuviera conmigo por las noches en mi cama.
- ¡Por la diosa Luna! ¿Aun no le has comentado que somos hombres lobo? – me dice Trebor
- Aun no… no la quiero asustar, además ella no soporta las peleas, ni las guerras, que crees que hará cuando se entere que llevo una profecía detrás con una guerra de por medio? Me va a rechazar, seguro, y no quiero – le digo a Trebor
- Pero, tarde o temprano tendrás que comentarle, no la puedes dejar en la ignorancia – tiene razón, tendré que tantear el terreno
- Lo sé, le hare preguntas sutiles de si le gustan los libros de hombres lobo, vampiros, magos , para ver su reacción – espero sea una buena reacción
- Entiendo, pero debes comentarle cuanto antes mejor, podríamos tener problemas con Black, sabes que aprovechara cualquier cosa para hacerte sufrir – me comenta muy enserio Trebor
Seguimos hablando de otros temas antes de recoger a Gwen. Cuando llegamos, no la vemos, Keilyn la llama y no contesta. La llamo yo y tampoco lo coge, algo va mal. Salgo del coche y detrás viene mi beta y mi hermana. Llamamos al apartamento y nada, parece que no hay nadie, esto me pasa por no tenerla en la manada. Quiero derribar la puerta y ver si está dentro, así que me dispongo a hacerlo, cuando mi hermana abre la puerta, por lo visto no estaba cerrada con llave, el problema que, con el impulso para derribar la puerta, caigo al suelo. Ellos me miran y se empiezan a reír, cuando la encontremos seguro que se burlarán de mi por la eternidad.
- Hola! ¿Gwen? ¿Estás aquí? – pregunta Kailyn, mientras entramos – Hola? Voy a su cuarto, si está allí, es mejor que me vea a mi antes que a dos hombres, podría asustarse
- De acuerdo, nosotros revisaremos el resto del apartamento. – digo yo para separarnos y empezar a buscarla
Al cabo de unos minutos, ya hemos recorrido toda la casa, su casa no es muy grandre, tiene un dormitorio, un baño, una cocina y un salón-comedor.
No la hemos encontrado, estamos olfateando la casa para ver si hay indicios de otro ser sobrenatural o humano. No hay nada, todo parece en orden, esta todo intacto, no hay indicios de nada fuera de lo normal, no parece que hubiera hecho las maletas, sus libros estan en su escritorio a punto para meterlos dentro de la mochila. Seguimos insistiendo en llamarla, pero no coge el teléfono y los mensajes no los recibe.
- Os habéis fijado que tiene un plato preparado para el desayuno y un vaso con zumo a punto para ser tomado, es como si algo o alguien la hubiera interrumpido- comenta Kailyn
- Crees que alguien la ha secuestrado
- Ni se te ocurra pensarlo, juro que matare a quien le toque un solo pelo - digo gruñendo
- Vámonos a la manda, y busquemos una solución. – les digo, y ellos asienten.
En cuanto empezamos a bajar, recibo un mensaje de texto
Gwen: Hola amor! Perdón, por no avisarte, estaré unos días fuera de la ciudad. Te voy a pedir algo raro, pero si alguien pregunta por mí, no me conocéis. Nos vemos en unos días.
Matt: Amor! Por favor, dime donde estas, estoy muy preocupado por ti, te estamos buscando. Necesito verte.
Gwen: Lo siento mucho, pero no puede ser, no ahora. No te preocupes se cuidarme.
Matt: Insisto, te necesito ver, saber que estas bien, donde estas (no recibido)
Matt: Amor? (No recibido)
Los últimos mensajes que le he enviado ya no los ha recibido. Quiero saber dónde está y porque se ha ido así de golpe sin avisar.
- Chicos, parece que esta fuera unos días, pero es muy raro, ha pedido no la busquemos y que si alguien pregunta por ella que no la conocemos.
- ¿Crees que la están buscando unos mafiosos? – pregunta Trebor
- Quizás solo tenga alguna emergencia familiar, si dice que vuelve en un par de días… - comenta Kailyn intentando tranquilizarme
- Sea como sea, algo anda mal – les digo – esperare un par de días, sino regresa iré a buscarla. Ahora a la universidad.
En cuanto llegamos, vamos a clase, nos hemos perdido la primera hora, la segunda se hace eterno y solo pienso en donde estará ella, porque se ha ido así sin avisar, su apartamento estaba todo bien. Por fin han acabado las clases y puedo ir a investigar donde podría ir mi querida Gwen.