El amante del pantano de Nil (libro 1)

Amenazas de muerte

Fernando se ha acomodado el hombro en su lugar y entra a su habitación azotando la

puerta con fuerza, se quita la camisa con rudeza y agarra una botella de vino para

humedecer una toalla y limpiarse las heridas, pero está tan enojado que estrella la

botella de vino en la pared.

—¡Ese bastardo la embarazó! Su vientre ahora alberga el mal… dará a luz a los hijos

del demonio… ojalá fueran mis hijos los que albergaras en tu vientre…—dice Fernando

con gran pesar.

—¿Qué es lo que has dicho humano?

Fernando es interrumpido por aquella voz.

—¡Repítelo! —Gabriel le grita furioso.

—¿Qué demonios haces aquí? Creo que fui claro cuando te dije que no me interesa

trabajar con los de tu especie. —Fernando lo mira fijamente.

—¡Dime la verdad, humano! ¿La amante del rey está preñada?

—Tu asqueroso rey contaminó el vientre de una criatura inocente.

Un notorio descontento abruma el rostro de Gabriel el cual parece estar a punto de

desplomarse.

—Eso no puede ser… —Gabriel se desvanece en forma de un humo verde el cual se

esfuma por la ventana dejando a Fernando solo en la habitación.

Aquella niebla verdosa se escabulle entre los arboles hasta encontrarse con su

hermano Aarón el cual está parado frente a su hermano Gabriel quien llora a voz en

cuello mientras se rasga las ropas.

—¡Es una aberración! —solloza Gabriel a los pies de su hermano quien no sabe como

reaccionar.

—Esto no debería pasar… esa mujer va a contaminarnos, le robará el don de la

inmortalidad a nuestra especie… ese vínculo está maldito ¿Entiendes? ¡No debería

suceder! —Gabriel toma de las ropas a Arón y lo sacude con rudeza haciendo que este

se asuste.

—Lo siento… no estoy enojado contigo, no tienes por qué ponerte a temblar de esa

forma, sabes que si te portas bien no te castigaré —Gabriel besa a Arón varias veces

en la cara y lo avienta.

De pronto una presencia los acompaña.

—¿Quién anda ahí? —Pregunta Gabriel con firmeza.

—Honorables vampiros de Katar los saluda Johan Bardana amigo simpatizante del

nuevo movimiento a favor de la inmortalidad. — de la oscuridad sale un misterioso

hombre el cual lleva puesta una máscara blanca de marfil, símbolo del nuevo

movimiento, al verlo, los mellizos bajan la guardia y lo saludan.

—¿Por qué eres el único que saluda? —pregunta Johan curioso.

—Mi hermano está privado del habla, pero yo soy su voz —dice Gabriel con una

sonrisa.

—Ya veo, interesante.

—¿Y qué le trae por aquí señor Bardana? Puedo intuir que no es un vampiro

cualquiera.

—Oh, claro que no. —Johan se quita la máscara y deja al descubierto su inquietante

identidad.

—¡General! —Gabriel y Aarón se inclinan para saludar.

Johan era el famoso General Bardana, el comando el ejercito de Alejandro, durante

miles de años, fue su mano derecha después de Leonardo, el ayudó en la conquista de

muchas tierras y es famoso por su contribución en el exterminio de una poderosa raza,

los licántropos.

Este hábil vampiro tenía el respeto y la admiración de los de su especie, pero corrían

los rumores de que había muerto hace cientos de años a manos de Alejandro, Johan

era un excelente guerrero, provenía de un origen esclavo pues la mayor parte de su

vida como humano vivió en las húmedas y frías celdas preparadas para los gladiadores

de su época, desde que tenía dieciséis años fue obligado a pelear en la arena y

arrebatado de los brazos de su madre cuando tenía tres, lleno de odio su sed de

sangre lo dominó y era comparado con una bestia al momento de pelear, debido a su

naturaleza rebelde era continuamente azotado y torturado por su mala conducta hasta

que un día se les pasó la mano y así herido lo mandaron a luchar y creyendo que

estaba muerto lo arrojaron junto a una pila de cuerpos putrefactos y mal olientes a

merced de los picos hambrientos de los buitres y mientras su agonía lo consumía sus

ojos vieron la majestuosidad de aquel hombre de ojos rojos y cabellos rubios, Alejandro

lo contemplaba mientras las ratas lo devoraban y mirándolo fijamente le ofreció el don

de la inmortalidad a cambio de sus servicios y fidelidad y así fue como Johan se

convirtió en una criatura de la noche, su nuevo rey le dio la oportunidad de vengarse

de sus enemigos y después de regar con sangre aquellas tierras lo siguió y al pasar de

los años después de probar ser lo suficientemente útil Alejandro lo nombro su General

Y en el momento en el que Alejandro invernó Johan decidió emigrar a otras tierras para

descansar por eso se corrió el rumor de que Alejandro lo había asesinado.

—Creímos que había muerto… —dice Gabriel asombrado.

 

—Esos rumores son falsos, desde que el rey invernó decidí mantenerme en un perfil

bajo según las ordenes que me dio, ahora que hemos despertado con él me he dado

cuenta que los tiempos han cambiado y esas cucarachas humanas viven en completa

libertad y nuestro pueblo en una eterna oscuridad.

—Los humanos desconocen nuestra existencia ¡Éramos dioses para ellos! Y ahora solo

somos protagonistas de sus cuentos de terror… —dice Gabriel lleno de indignación.

—Sin embargo, eso no es lo más alarmante, el rey de todo se ha vinculado con una

miserable humana y por si no fuera poco esa mujer pone en riesgo nuestra

inmortalidad, su aberrante relación ha dividido a nuestra especie y ahora hay dos

bandos que defienden su propia verdad.

—La única verdad es que somos los únicos que merecemos vivir para siempre y esa

humana pone en riesgo nuestra bendición ella y sus…




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