El amante infernal (libro 2)

El lobo negro de Vinland 2

La aventura había comenzado, desde temprano habían salido del hogar de los cazadores, el grupo asignado para ir al pueblo de Vinland estaba conformado por los siguientes guerreros: Reinar (un guerrero tanque) Percy (Un cazador de defensa) Bocky el trol (guerrero tanque) Mirten (guerrero tanque) Sabrina (Grupo de asalto) Lans (Cazador de rescate) y Sasha (una cazadora de defensa) en ocasiones los cazadores se movían a caballo, en carretas o a pie.

—¿Oye no te sientes algo chiviado? —le preguntó Percy a Reynar en el oído.

—¿Qué es chiviado?

—Tímido, apenado, hay tres cazadores de primera clase acompañándonos, esto debería despejar tus dudas de si esta es una misión fácil asignada por tu maligno padre.

—Para serte sincero me sorprende que estén aquí, creí que irían a las islas negras o las tierras del norte a combatir al minotauro. —externó Reynar mirándolos de reojo.

—¿No es algo vergonzoso como ese trol subió de rango tan fácilmente? Aun recuerdo cuando lo atraparon, no lo discrimino ni nada parecido, pero, un hibrido se posicionó de rango antes que nosotros, eso duele, ahora es un guerrero cotizado, no solo en las misiones difíciles, si no con las mujeres.

—Es un guerrero formidable, eso dice mi padre, no me ha tocado verlo en una pelea, pero para ser considerado uno de los mejores a pesar de su apariencia debe ser por que se lo gano.

—Lo más lamentable es que no le hace caso a las chicas que se le acercan, si yo fuera él me dejaría consentir por esas jovencitas sonrosadas y bellas, quizá no le gustan las humanas y prefiera a las de su especie.

—Es mitad humano, pero seguro se acostumbró a las trols de su tribu. —exclamó Reinar mientras caminaba.

—¿Qué tanto se están secreteando ustedes dos? Compartan el chisme, estamos algo aburridos. —Grito Mirten mientras les aventaba piedritas en la cabeza.

—¡Ay! eso dolió. —exclamó Percy sobándose la nuca.

—¡Auch! Solo estábamos conversando. —manifestó Reynar adolorido.

—Apresuren el paso, debemos llegar antes del anochecer. —les dijo Sasha con voz fuerte.

—A si son las cosas con los jóvenes inmaduros de hoy en día, todo se lo toman a la ligera, difícilmente lograran subir de rango con esa actitud floja. —dijo Sabrina con un tono de voz alzado.

—¿Qué dijiste? —le cuestionó Percy con molestia.

Sabrina era de mediana estatura, tenia el cabello casi blanco hasta la clavícula y tenia unos ojos azules brillantes, se creía más inteligente que ellos y casi siempre les tocaba juntos en las misiones.

—¡Mira canosa! no te metas con nosotros. —seguía peleando Percy.

—¿Canosa? ¡idiota! Es platinado y es herencia de mi clan, al menos no tengo la cara llena de feas pecas.

—¡Eso si no te lo permitiré!

—Ya cállense y caminen, la próxima vez que peleen les daré un coscorrón, los tres son unos niños inmaduros. —les dijo Lans cansado de escucharlos.

—Yo no dije nada. —murmuró Reinar volteando los ojos.

Bocky era muy serio, había crecido en estatura y medio dos metros de altura, su piel azulada era suabe y tersa, se había dejado crecer el cabello y lo trenzaba con listones rojos, amarillos y azules, era musculoso y de espalda ancha, Sasha se moría en secreto por él y no era de extrañarse, pues Bocky era muy varonil y atractivo, no se animaba a confesarle su amor porque era testigo de las muchas mujeres que se le acercaban y Bocky siempre las rechazaba de la manera más amable, todos incluida ella, llegaban a la conclusión de que no le llamaban la atención las humanas, pero estaban equivocados, Bocky amaba a Sasha y cada que tenia oportunidad la miraba, creía que no había criatura más hermosa que ella.

—Por Dios… ¿Cómo puede existir tanta belleza? Es tan sexy, como quisiera colgarme de sus fuertes brazos, es tan alto y fornido que me hace babear… —se decía Sasha en sus adentros con la cara colorada.

—¿Otra ves estas teniendo pensamientos pervertidos? —le susurro Mirten al oído haciéndola brincar del susto.

—¿Qué? ¿de que hablas? — le preguntó Sasha nerviosa.

—Ya se que tu color favorito es el azul. —le dijo Mirten moviendo las cejas de arriba abajo.

—¿Mi qué?

—Deja de mirar lascivamente al pobre, casto y virginal Bocky.

—Cierra la boca Mirten y déjame en paz. —exclamó Sasha con una sonrisa tensa que daba miedo.

—No te enojes, solo quiero que sepas que apoyo tu interés romántico interracial. —Mirten recibió un fuerte tirón en la cabeza y desistió de sus comentarios.

Mientras nuestros héroes se dirigían al pueblo de Vinland, Lía y sus familiares también continuaban con su camino, pero un pequeño improvisto se les presento en su viaje.

—¿Te encuentras bien Lilith? —le preguntó Lía preocupada al ver que su querida loba no dejaba de estornudar debido a las travesuras de sus demonios bélicos quienes se pusieron a soplar una extraña flor que tenía mucho polen.

—Malditos mocosos, arruinaron mi olfato, ahora estoy congestionada. —manifestó Lilith con los ojos llorosos.

—Lo sentimos Lilith, solo estábamos jugando. —exclamaron los niños apenados.

—Fue mi culpa, yo les di esas flores, no pensé que te las soplarían en la cara. —añadió Lía avergonzada.

—Temo que mi olfato no servirá por lo menos en un par de horas, tendremos que correr el riesgo de desviarnos por un sendero más largo, en cuanto me recupere volveremos a incorporarnos, pero confió en que no tendremos inconvenientes.

—No te preocupes, trata de descansar, vuelve a tu forma humana, caminaremos a partir de ahora.

—No tengo ningún problema en llevarla en mi lomo. —le dijo Lilith quien se sentía feliz cargando a Lía.

—Lo sé, pero caminar nos hará bien. —le respondió Lía sonriente.

Mientras avanzaban, podían sentir la presencia de un demonio muy raro y eso les llamó la atención.

—¿Pueden sentirlo? —les preguntó Lía con seriedad.




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