El amante infernal (libro 2)

Decisiones

Decisiones

¿Esta era la primera vez que Lía sentía una desilusión sentimental? Si, más que triste, ahora estaba enojada ¿Qué fue todo lo que el príncipe le dijo? Eso de que solo con ella se sentía libre y especial, al parecer solo fueron palabras vacías y ella se las había creído todas, o al menos eso pensaba.

—Lo primero que hizo al darme la espalda fue besarla ¿enserio? Me pregunto cuántas citas tendrá con ella o con todas las vampiresas que tiene bajo su poder, ese príncipe es un don juan…—resopló Lía indignada y cada paso que daba parecía el de un soldado apunto de entrar a la guerra.

Pero Lía estaba mal interpretando las cosas un poco, Emir no fue quien besó a Magnolia, ella se acercó a él y lo sorprendió con un gran beso, dejándolo sorprendido por su extraña iniciativa.

—Magnolia…—exclamó Emir haciendo un paso para atrás, inmediatamente volteó en dirección hacia donde Lía se había ido y rápidamente se incorporó con su concubina quien más se acercaba a él y abrazándolo le dijo.

—¿Qué pasa mi señor? ¿por qué está distraído? —le preguntó Magnolia mirándolo fijamente.

—No es nada, vámonos. —le dijo Emir deseando que Lía no hubiera visto nada, le dolió que se fuera de esa forma, se veía tan seria y no tenía que irse, pues era Magnolia quien había llegado a interrumpirlos, la había pasado tan bien con ella que se había olvidado de que era jueves.

—Ojalá este día fuera solo nuestro…—exclamó Emir en sus adentros, mientras Magnolia lo llevaba del brazo.

La mirada de Magnolia se clavó en la dirección adonde se fue Lía y su mirada ardía de un rojo intenso, después siguió con la conversación como si nada.

—¿No es una noche hermosa majestad? Los jueves son el mejor día de la semana.

Mientras Lía seguía con su camino, chocó con una vampiresa de gran altura y cabello azabache, sus ojos color carmín resaltaban en la densa oscuridad, al momento de impactarse con ella, se inquietó al ver su profunda seriedad, era una mujer muy elegante he imponente, que la miró de arriba abajo inspeccionándola.

 —Así que tú eres la bruja de la que todos hablan, no eres tan fea como dicen, bien podrías pasar como concubina. —expresó la mujer con una mirada altiva.

—¿Yo? —exclamó Lía confundida.

—Acompáñame, ya que no estas siendo productiva me vendría bien una mano.

—Pero justo ahora me dirigía a…

—Eso puede esperar, las inútiles de las criadas desaparecieron, esas tontas elfas le tienen miedo a todo, debieron causarles un contra tiempo a las que las preparan.

—¿Elfas?

¿Creíste que los vampiros hacen trabajos de este tipo? Normalmente son los seres sobrenaturales quienes limpian el castillo y se encargan del mantenimiento o los entretenimientos para el rey.

En ese momento, llegaron un grupo de cuatro elfas muy bellas de cabellos plateados, dorados y verdosos, todas de piel de porcelana, sonrosada y muy tersa, pero estaban asustadas por el trabajo que les habían asignado, todas ellas se veían hermosas y arregladas, perfumadas para presentarse ante el rey.

—¿Entretenimiento dice? ¿En qué podría ayudarla yo? —la vampiresa la interrumpió he inmediatamente le dijo.

—Una vez que lleguemos a uno de los salones principales te pediré que ayudes a la otra bruja a reforzar sus medallones, para que no sean una tentación para los otros vampiros, ahora mismo el rey se encuentra con los lideres de los clanes y las mejores familias del imperio, celebran una fiesta en honor a sus aportaciones y ofrendas, estas criaturas danzarán para ellos.

—Pero se ven muy asustadas y no es para menos, después de todos los maltratos que reciben es normal que estén tan temerosas. —exclamó Lía con firmeza.

—Pues entonces espero que tus hechizos sean tan fuertes como para volverlas impenetrables para los colmillos, al menos el tiempo que dure su participación. —le dijo la Vampira mirándola desafiante.

—Pues lo haré, nadie podrá lastimarlas. —declaró Lía caminando.

—Es por el otro lado bruja.

—Pues dígame bien por dónde. —exclamó avergonzada.

La vampiresa, caminó delante con esa elegancia que caracterizaba a los de su especie, enseguida la siguieron las elfas quienes eran un manojo de nervios, Lía se sintió muy molesta de ver que usarán a las hembras de cualquier raza para entretener a esos barbaros y estaba dispuesta a blindarlas para que ni siquiera pudieran tocarlas.

—Ya estamos cerca, recuerden no mirar al rey directamente a los ojos, agachen las cabezas he inclínense cuando saluden a los nobles, especialmente al dios Valeska.

A una corta distancia, Lía pudo ver a Babani quien ya se encontraba afuera de la puerta, Anabel estaba con ella como de costumbre, ya no se veían desaliñadas, si no que parecía que ya se estaban acostumbrando a la vida en el castillo.

—Baba…

—¡Zanahoria! ¿Qué haces aquí? Creí que estarías en tu torre preparándote para salir con tu madre al amanecer, supe que saldrían en campaña, la cosa se veía bastante seria ¿no te ha dicho nada? —le preguntó Babani quien al ver la mirada recia de la vampiresa bajo la voz.

—Yo le pedí que viniera, se que tu puedes hacer sola lo que te encomendé, pero me pareció que seria de ultimidad ponerla hacer algo de provecho.

—Bien, antes de entrar al salón, refuercen sus gemas para que no sean una molestia para los condes y para el rey.

—Si. —dijeron ellas mirándose y como si supieran que piensa la una y la otra, colocaron una especie de barrera en sus cuerpos, como un escudo que no dejaba traspasar su olor y tampoco podían tocarlas, esto lo hicieron para que no las lastimaran o terminaran bebiendo su sangre.

—Listo, están blindadas, no podrán tocarlas, el hechizo durara toda la noche, estarán bien. —exclamó Lía, algo asombrada de que aquella vampiresa le permitiera hacer algo así, pues creía que todos los vampiros apoyaban sus actos sangrientos y bestiales a la hora de divertirse, pero ella era Cristia, la encargada de los entretenimientos del rey, tales como la ópera, la danza, el arte y también la preparación de las concubinas en sus noches asignadas, debía mantener el orden y respetar los turnos de cada una de ellas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.