Bitchancy, la bruja de cabellos plateados como el hilo de una araña, poseedora de un color de ojos violeta, su belleza irreal le hacia creer a las personas que era una diosa, una deidad inalcanzable he inmaculada, piel pálida que se camuflajeaba con la nieve, elegancia, gracia y porte que la adornaban disfrazándola de un ser celestial, había nacido hace mil años, en un ceno humilde y escaso, la mujer que la dio a Luz era una bruja con el don de la magia de seducción, un poder que desató hasta hoy en día la cacería de brujas condenando a todas las mujeres a ser consideradas amantes del demonio por su belleza y encanto, las brujas de seducción embrujaban a los hombres y los volvían sus esclavos, entre más encuentros íntimos tuvieran con ellos, un beso, unas caricias, más controlables se volvían, eran como zombis que hacían cualquier cosa por sus dueñas de cama, mataban, robaban, se sacrificaban, hacían todo con un simple beso en la boca, la madre de Bitchancy se llamaba Linay , en su época las mujeres de cabellos plateados eran inusuales, desde su nacimiento fue considerada despreciable, por su color de cabello y de ojos, asesinaron a su madre y la apedrearon hasta la muerte, hasta que sus sesos salpicaron el suelo, Bitchancy estaba apunto de ser aventada a los perros para ser devorada cuando un anciano la salvó, se la llevó lejos a vivir con él a las montañas y la crio como si fuera su hija, pero al verla crecer y convertirse en una mujer muy hermosa, no pudo evitar sentir deseo por ella y a la edad de trece años le robó su inocencia, la confusión de Bitchancy fue tanta que no supo como lidiar con todos aquellos abusos, cuando ella cumplió quince años el hombre que la había criado se había quedado en la ruina y pensó que al igual que su madre, Bitchancy podía tener la magia de seducción en sus venas, él nuca le dijo nada de su origen o de que era descendiente de una hechicera, la había acogido para lucrar con ella en algún futuro y ese momento por fin había llegado.
Comenzó a vender a Bitchancy a los hombres que pudieras pagar su precio, tres monedas de plata y podían disponer de ella como quisieran, la convirtió en una prostituta famosa, Bitchancy siempre creyó que era especial, los hombres terminaban enamorándose de ella, pero no era por que tuviera la magia de seducción, sino porque la veían como a un ángel, hubo un hombre llamado Eduard Will que la amó más que a su propia vida, era un hombre de treinta y cinco años de edad, casado y con un bebé en camino, su esposa tenía ocho meses de embarazo, pero le era infiel con Bitchancy, paso de visitarla todos los días y contratar sus servicios ha querer fugarse con ella, cuando el anciano se dio cuenta de sus intenciones, lo asesinó, hiriéndolo con un hacha que casi lo parte a la mitad, en ese momento, el hombre lleno de celos y en un arranque de ira quiso matar también a Bitchancy y al extender sus manos para defenderse, aquel anciano se detuvo de golpe, no entendía por que no podía mover su cuerpo, el mismo que al instante comenzó a moverse por si mismo, como si fuera una marioneta y alguien pudiera manipularlo.
Era el poder de Bitchancy, quien podía controlar a las personas a través de su sangre, su poder hacia lo que ella quería y entonces provoco que el anciano se ahorcara el mismo terminando así con su vida y consiguiendo su libertad, aquella mañana fría y llena de nieve, Bitchancy supo que era una bruja, una bruja de sangre.
Se adentro en lo profundo del bosque durante todo el invierno, perfeccionando su habilidad, experimentando con ciervos, alces y cualquier ser vivo que se encontraba en el camino, después comenzó a manipular a los seres humanos, aniquilando aldeas y pueblos enteros, pues para que pudiera controlarlos debían estar heridos o tener una abertura en la piel que los hiciera sangrar.
Durante toda su trayectoria sádica y violenta se dio cuenta de que la sangre tenía una sustancia que, al exponer al ser humano en un miedo extremo, se liberaba un químico que otorgaba la juventud eterna, así como la regeneración de las células y los órganos, Bitchancy permaneció joven después de mil años gracias a la sangre de jóvenes vírgenes, doncellas muy hermosas y niños no mayores de quince años.
Con su gran poder ganó fama y sembró terror en los seres humanos, convirtiéndose en una leyenda y la protagonista de los peores cuentos de horror y de brujas, apodada la madre de todas las hechiceras, se coronó como la más poderosa bruja de todos los tiempos.
Al ver su gran poder y su extraordinaria belleza sintió que merecía ser más que una simple hechicera, merecía ser una diosa, ya que ella había encontrado el secreto de la vida eterna, cuando Alejandro renunció a la corona, Bitchancy vio una oportunidad para arrebatarle el poder a los vampiros y cuando a sus oídos llego el rumor de que habían nacido unos dioses gemelos, sintió el profundo deseo de asesinarlos y ocupar su lugar, pero sabía que solo lograría entrar al imperio vampírico una vez que derrotara a la llamada “bruja negra”
Al ser una hechicera competitiva, orgullosa y celosa, no podía permitir que nombraran a otra bruja como la más poderosa de este mundo, había seguido el rastro de Beatriz y de Lía, hasta el punto donde ella misma a través de Eira vio como su madre la dejaba en el mundo espiritual, desde ese día perdió rastro de ellas, hasta que su fama traspaso el castillo y ahora las historias de terror tenían como protagonista a la reina del mundo espiritual.
Mientras los guerreros de elite iban de camino, Bitchancy ya había recibido la amenaza de que sería castigada por sus atrevimientos, pero eso no podía importarle menos, la bruja de sangre estaba más serena que nunca y estaba preparada para recibirlos.
—Los guerreros ya están en camino mi señora, son nueve individuos y tres demonios. —le informó Eira, su familiar.
—¿Por qué vienen tan pocos? ¿creen que soy fácil de vencer? Jajaja, me divertiré asesinándolos a todos, se aproxima el día donde me apodere del castillo y me convierta en la reina de todo, la bruja más grande de todos los tiempos será su gobernante.