Encuentro con la hechicera

Estas fueron las palabras de Bitchancy al enterarse de que sus enemigos iban a su encuentro, estaba ansiosa por conocer cara a cara a Beatriz, pues ella pensaba que aquel disturbio climático y energético que se causó cuando Lía salio del inframundo después de permanecer encerrada por quince años se debió a Beatriz, pues no creía que aquella chiquilla hubiera sobrevivido un solo día en ese infierno.

—Apresúrate bruja negra, te estoy esperando con los brazos abiertos. —exclamó Bitchancy con una sonrisa diabólica.

El radar que Beatriz había puesto para detectar la magia de Bitchancy estaba alertando sobre una cantidad de magia excepcional, Beatriz se sorprendió del impacto que tuvo su hechizo, pues este se fracturo como si se tratara de un espejo y se rompió en mil pedazos.

—¡El radar! —exclamó Lía al ver como explotaba.

—La bruja de sangre está cerca, su magia es quien ha roto el radar, sigamos avanzando, estoy segura de que nos espera con una sorpresa. —manifestó Beatriz frunciendo el ceño.

—¡Si general! —respondieron los guerreros al unisonó.

¿Quién será esa hechicera? Me intriga no saber de lo que es capaz…—se dijo Lía en sus adentros y al instante su madre habló.

—Presten atención, Bitchancy es una bruja de sangre, su poder radica en controlar a las personas por medio de esta, lo hará por las heridas abiertas que obtengan en la batalla, su objetivo será cortarlos a profundidad, justo donde estén sus arterias, una vez que logre hacerlo estarán perdidos, la única forma de liberarse de su poder es asesinándola o hiriéndola gravemente, como saben nos dirigimos a una ciudad devastada, Bitchancy la masacró hace siete días, sitió la ciudad y convirtió a sus habitantes en sus marionetas, no la subestimen, ella vale por un ejército completo. —les dijo Beatriz mientras agitaba las riendas de su caballo para a aproximarse con más velocidad a su destino.

—¿Qué? ¿Ella hizo todo esto? —Galadriel se quedó paralizado al escuchar las palabras de Beatriz, esta bruja es de temer, se dijo así mismo preocupado, pensaba en ser de utilidad para Lía, solo pensaba en protegerla y recibir cualquier daño por ella.

Galadriel se sorprendía de no ver ningún tipo de preocupación en los guerreros de elite, se veían emocionados, ansiosos por encontrarse con su contrincante, se apasionaban por cada batalla, sus ojos brillaban entusiasmados por enfrentarse a ella.

—Una bruja de sangre…jamás había escuchado de un poder igual, debe ser la única hechicera en tener esa habilidad. —susurró Lía pensativa.

—No se preocupe mi señora, yo la protegeré, no permitiré que la lastime, no dejaré que le haga ni un rasguño. —le dijo Galadriel mirándola fijamente.

—No hagas una promesa que no puedes cumplir, eres un ser común y corriente, no tienes la fuerza necesaria para proteger a la princesa, de lo único que deberías preocuparte, es de no ser una carga para ella ni para nosotros, que te quede claro que no vamos a perder nuestro tiempo en protegerte. —le dijo Lía molesta, sentía que había sido un error haberlo aceptado en este momento tan delicado.

—Lilith, no tienes permitido ser cruel con Galadriel, les guste o no es parte de nosotros y si llega a estar en peligro, por supuesto que lo protegerán, porque eso hacemos con nuestra familia, nos protegemos unos a otros, no quiero volver a escuchar que son indiferentes o groseros con él ¿entendido?

Lilith, lo despedazó con la mirada y llena de orgullo asintió con la cabeza dando a entender que había escuchado lo que Lía le había dicho.

—Yo no seré una carga, mi señora, se lo prometo, moriría nates de hacerla pasar por un mal rato. —le dijo Galadriel con honestidad y Lía le acarició la cabeza y le sonrió diciendo.

—No te preocupes, como te dije antes, ambos vamos a protegernos.

—Si…—Galadriel se sonrojo y se puso muy nervioso, podía sentir que otros ojos lo fulminaban, era Calipso quien lo miraba pensando que era patético y le volteo los ojos dejándolo confundido.

—Parece que a la única que le caigo bien es a la señora…—Se dijo Galadriel pensativo y añadió confiado. —pero con eso me es más que suficiente.

La atención de todos se centró en las afueras de aquella ciudad, estaba completamente en ruinas, era como si un temblor hubiera dejado todo en escombros, todo se veía demasiado tranquilo, lo cual era muy sospechoso.

—Ni siquiera se escucha el canto de los pájaros, esto no tiene sentido. —exclamó Adonis mirando a su alrededor.

—Guiles ¿Qué es lo que ves? —le preguntó Beatriz al demonio cambia formas para tener una idea de la situación.

—La ciudad está completamente destruida, se ve vacía. —le respondió Giles quien inmediatamente descendió y tomó su forma original.

—Es una ilusión, solo podemos ver lo que ella nos quiere mostrar, conozco este hechizo. —dijo Beatriz con seriedad.

—¡Revelación de conjuro! —exclamó Beatriz y al instante un domo gigante salio a la luz, la verdadera realidad se encontraba adentro de esa barrera.

—¡Desvanecer! —inmediatamente, el domo gigante se disolvió, mostrando el verdadero estado de la ciudad de Alfaro.

Todo estaba desbastado, sangre salpicada por doquier, parecía una escena de terror, todo estaba teñido de rojo.

—No puede ser…—el corazón de Lía se estremeció al imaginarse el martirio por el que habían pasado aquellas personas.

—Todo esta devastado, esta hechicera es muy interesante. —exclamó Cicero con una sonrisa.

Al entrar a la ciudad, un poder inmenso y siniestro contaminaba el ambiente, de pronto la voz de Bitchancy se hizo presente.

—Bienvenidos a mi templo visitantes, si quieren pelear conmigo primero acaben con mis feligreses jajaja.

En ese momento, se escucharon unos gemidos de dolor, al menos cincuenta mil personas marchaban cubiertos de sangre.

Hola hermosas, aqui les dejo el maraton que els prometi, consta de tres capítulos y se que ustedes desean más y yo tambien , epro mis ojitos ya me duelen de estar tanto en mi computadora jajaja, se que se lso leeran en menso de veinte minutos, pero les digo que seguire escribiendo para darles pronto más capítulos, ya saben que estoy teniendo la intención de actualizar diaria mente, así que nos leemos pronto, les mando un fuerte abrazo.