El amante infernal (libro 2)

Quiero tu sangre

 

Bitchancy había empalado a Calipso y arrojó su cuerpo contra los escombros como si no valiera nada, al momento que su ama dejó de respirar, Rubí desapareció, Lía estaba horrorizada por la cruel escena, aunque no la conocía muy bien sintió pena por ella y lamentó su muerte.

Los espectadores en el castillo no podían creer lo que habían visto, después de aclamar eufóricos el nombre de la bruja necromante y alabar sus hazañas quedaron enmudecidos al momento de ver su derrota.

—Era tan prometedora…¿Qué sucedió?

—¿En que momento la asesinó? —se preguntaban unos a otros atónitos.

—Bitchancy es realmente fuerte…esa humana no durará ni un minuto de pie, es una pérdida de tiempo, debería suicidarse, solo usará su sangre para fortalecerse. —decían algunas vampiresas de la nobleza pensando que Lía no sobreviviría al combate.

 —Al final, será la gran bruja negra quien termine todo el trabajo, sus soldados de elite no pudieron contra el enemigo, ella es la única que puede exterminarlos.

Todos en el castillo estaban seguros de que Lía no sobreviviría ni un minuto a ese sangriento duelo, pensaban que era una inútil, nadie la apreciaba ni la respetaba.

—Ya muere…quiero ver cómo te cortan la cabeza de una vez por todas mujerzuela. —se decía Freya así misma mientras apretaba la tela de su vestido, estaba ansiosa por verla caer.

Magnolia mantenía los ojos en el campo de batalla, podía notar que Lía estaba temblando, de hecho, todos en las gradas se burlaban de ella diciendo que estaba aterrorizada y que en cualquier momento se haría encima de la ropa.

—La pobre debe estar aterrada…sabe que no puede enfrentar a esa bruja tan poderosa…dicen que invocas dragones ¿fue solo un invento? No quisiera estar en sus zapatos. —pensaba Magnolia angustiada.

Efectivamente Lía estaba temblando, pero no era de miedo, si no de enojo, creía que Calipso era excepcional y enfureció al ver que le había robado la oportunidad de convertirse en una bruja aun más poderosa, pues Calipso aparentaba unos veinte dos años de edad.

—¿Qué pasa zanahoria? ¿tienes miedo de lo que pueda hacerte? Jajaja, solo usaré tu preciosa sangre para fortalecerme aun más, eres muy hermosa debo admitirlo, me harás mucho más bella después de que te desangre, lo único que haré será cortarte profundamente para que tu sangre corra y yo pueda consumirla, después iré por aquella mal nacida, ya me cansé de tenerla con vida, después asaltaré el castillo y una vez que asesine a esos seudo dioses me sentaré en el trono y me nombrarán como la reina de todo, la hechicera que derrotó a la raza vampírica ¿no te parece grandioso? Lastima que ya no estarás para presenciarlo, déjame cortarte el cuello de una vez por todas. —le dijo Bitchancy de manera despectiva y confiadamente caminó hacia ella para asesinarla.

—Lo sabía, es una inútil, morirá sin hacer nada, ojalá grite de dolor. —se dijo Freya así misma con una ligera sonrisa en el rostro.

—¿No harás nada para defenderte? ¿dejarás que te quite la vida? ¿no lucharas por sobrevivir? —se preguntaba Magnolia inclinándose hacia al frente para ver mejor.

—Es una cobarde, tiene tanto miedo que ni siquiera puede correr. —decían algunos miembros de la nobleza meneando la cabeza.

—Es patética que decepción, no vale la pena.

—¿No decía que quería ser la guardiana de los dioses gemelos? Solo fueron habladurías.

Todos en el estrado murmuraban mal de ella y seguían despreciándola, Emir y Valeska, sin embargo, mantenían la compostura, mirando atentamente lo que pasaba.

—¿Qué sucede Lía? ¿por qué no haces nada? ¿acaso quieres morir? —se preguntaba Emir angustiado, el corazón le latía con fuerza golpeando su pecho, las ganas de levantarse he ir por ella empezaban a apoderarse de él y cuando ligeramente se levantó de su asiento, Valeska lo detuvo.

—Ni lo pienses, si intervienes, Lía nunca podrá ser tu guardiana. —externó Valeska con seriedad.

—Pero…

—Si la ayudas, des validaras todo lo que haga de ahora en adelante, la menospreciaran aun más y se echará encima a toda la nobleza, nadie la querrá en el castillo, la verán como una inútil, si su dios no cree en ella ¿entonces para que demostrar que puede protegerlo? La arruinaras de por vida, además, yo quiero ver de lo que esa mujer es capaz, no quiero a una mediocre como guardiana, si demuestra ser una inútil, entonces que muera en el campo de batalla.

—Entiendo…lamento haber sido tan emocional. —le dijo Emir a su hermano mientras volvía la mirada al frente.

Bitchancy estaba frente a Lía y al momento de extender su mano sobre ella para verle el rostro, Lía la sujetó de la muñeca y la miró con desprecio, su fuerza era tan que casi le rompe el brazo.

—No te atrevas a ponerme la mano encima, ya es momento de que dejes de lastimar a las personas. —le dijo Lía mirándola fijamente, la energía mágica que transmitía era abrumadora y Bitchancy estaba confundida.

—¿En que momento su poder aumento de esa forma tan monstruosa? ¿Quién es esta mujer? —se preguntó Bitchancy mientras la observaba.

—Ja, no creas que voy a dejarte ir, quiero tú sangre ahora. —exclamó Bitchancy decidida.

—Pues lucha por ella. —Lía agarró a Bitchancy con fuerza y la arrojó con tal fuerza que estampó su cuerpo contra las rocas, dejándola enterrada entre arena y escombros.

Al ver esto, Valeska sonrió sutil mente y Emir descansó relajando el cuerpo por un momento, todos en las gradas se quedaron enmudecidos por la brutalidad con la que Lía la había lanzado.

—¿Vieron eso?

—¿De dónde sacó tanta fuerza?

—Quizá esto sea más entretenido de lo que pensamos. —dijeron los vampiros y comenzaron a postar a que Lía si podría sobrevivir un minuto completo ante Bitchancy.

La bruja de sangre estaba en el suelo, con sus extremidades rotas, el cuello también estaba roto y su cabeza había quedado dirigida hacia arriba, sus ojos miraban el cielo nublado.




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