Despues de 3 días de que mis padres se fueron, todo marchaba bien, mi hermano se sentía mucho mejor, ya podía ir al colegio, cosa que a él no le gustaba ya que no tenía amigos, yo tratando de ayudarle le di algunos consejos para que se acercara a hablarle a alguno de sus compañeros, pero el me dijó que no quería, que prefería estar solo platicando con Enzo. Al día siguiente lo lleve a la escuela, antes de que entrara le dije que intentara platicar con alguien. Y él me dijó:
- Esta bien, pero a Enzo no le gustara que hable con alguien mas.
Después entró agüitado con la cabeza cabizbaja, yo estaba extrañado ya que nunca había contestado con esa respuesta, mi madre y yo siempre le aconsejabamos antes de que entrará que hablara con alguien y sus respuestas siempre eran "No", "No puedo" o "No quiero". Tal vez ahora que estamos solos y que pasamos mas tiempo juntos me tenga mas confianza. Después de dejar a mi hermano regrese a casa ya que estoy de vacaciones en la prepa. Estaba completamente solo en casa, recogí un poco la casa, vi una película, jugué al xbox y preparé la comida, ya faltaba menos de media para ir a recoger a mi hermano, el salía a las 2:00 de la tarde, pensé: - El tiempo se fue muy rápido-, antes de ir por mi hermano me senté en el comedor y me quedé pensando en lo que me dijó sobre que Enzo no le gustaría que hablara con otras personas. Ya que JAMÁS había mencionado a Enzo cuando va a la escuela siempre decía que Enzo se queda en casa. No el di mucha importancia pero era claro que en lugar de de ir olvidando a Enzo, ya que va creciendo, sigue mencionandolo más. Fui a recoger a mi hermano, y que creen, lo vi hablando con un compañero, los dos se reían, estaba feliz por ver a mi hermano conviviendo con alguien más, después me vio y corrió hacia mí, pero mientras corría tropezó a mitad del camino, se cayó y comenzó a llorar, yo fui corriendo hacia él para ayudarlo.
Cuando llegué a él, me dijó:
- Enzo me empujó-.
Al igual que ustedes me extrañé y le dijé:
- te tropezaste con una piedra-
El me respondió que no, que había sido Enzo quien lo había empujado. Yo volví a decirle que se había tropezado con una piedra, pero mientras decía eso noté que sus ojos no miraban hacia mí, miraban atrás de mi, acompañados de una cara de enojo y preocupación, yo mire hacia atrás pensando que vería a alguien. Pero, bueno ya saben, él miraba a Enzo. Después de eso lo agarré del brazo y le dijé:
-¡Vámonos! -
Mientras caminábamos a casa le pregunté quién era el niño con el que estaba platicando, él me dijó que era un compañero de su salón... , yo de la emoción lo interrumpí y le dijé:
-Felicidades!! Ves como no era tan difícil
Antes de llegar a casa pasamos a la tienda y le dijé:
-Puedes agarrar lo que sea, te lo mereces por tu gran logro
Él tenia una cara de angustia y siempre venia mirando al piso, no agarro nada, le pregunté: - porque, el me respondió:
-No quiero nada-
Le pregunté:
-¿Que pasa?-
Él me respondió que estaba triste porque Enzo se había enojado con él porque le había hablado a un compañero y que por eso lo empujó. Yo le respondí que Enzo no puede decidir lo que puedes o no puedes hacer, él sonrió y nos fuimos a casa.
Para llegar a casa tenemos que cruzar una calle poco transcurrida, al momento de cruzar mire hacia los dos lados, no venía ningún carro, íbamos a la mitad de la calle, mi hermano con más animo corrió hacia enfrente llegando a la banqueta, yo sonriendo lo miraba, y en ese momento un Ford Escort del 98 frena y derrapa a 15 cm a un lado de mi. En ese momento la sangre se me subió a la cabeza, mi corazón palpitaba demasido rápido, casi me desmayaba. Mi hermano se abrochaba las agujetas, volteó cuando el carro ya estaba a centímetros de mi. El conductor del carro se bajó, era un hombre de tez blanca, cabello corto castaño y con lentes, lo veía asustado y un poco molesto, me preguntó:
-¿Estas bien? Lo siento, pensé que no te cruzarías
Yo le dijé:
¿Que, viste cuando íbamos a cruzar?
Él respondió:
Si, vi cuando volteaste a ver a los dos lados, pensé que no cruzarías porque yo venía muy cerca
Yo estaba muy confundido, estaba seguro de que no venía ningún carro. Después de eso el conductor y yo nos dimos la mano, aceptamos culpas y se fue al carro, yo cruce con mi hermano. Mientras el subía al carro me percaté de que había un niño sentado en el asiento del copiloto, era de tez blanca y cabello castaño, se veía de la edad de mi hermano, pensé que era el hijo del conductor, así que lo salude amigablemente, el niño solo me veía sin hacer nada, al momento de saludar al niño, el conductor me observó extrañado saludando a su hijo, volteó al asiento del copiloto todavía más extrañado y después me saludo muy desconcertadamente.
Por fin, llegamos a casa.