El sábado en la mañana, Olivia se levantó extrañada, ella espero levantarse en los brazos de Nick pero este no estaba, busco sus cosas por el departamento pero no había nada.
Por un momento se sintió molesta.
SE FUE.
Nick se acostó con ella y se fue.
La culpa cayó sobre ella, tal vez no fuera como su padre, pero se comportaba igual. Recordó las palabras de su hermano la primera vez que la encontró con un chico en habitación.
"Si no quieres ser como el, no actúes de la misma forma. Vales más que eso Olivia".
Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos, su infancia fue un momento que no le gusta recordar.
Sus padres eran un matrimonio feliz hasta que un día, ella y su madre decidieron darle una sorpresa en la oficina a su Papá cuando ella tenía 7; ellas estaban emocionadas, pero todo se perdió al llegar y encontrar a la secretaria de su padre sobre el escritorio y a él entre sus piernas.
Ese día fue el fin de su familia, su madre echo a su padre y este se fue a vivir con su amante.
Su madre entro en depresión, ella trato de animarla pero su madre no ponía de su parte, dos años después la abandonó con sus abuelos.
El coronel Braulius Smith y su abuela Olivia, ella y su abuela se parecían por ese motivo las nombraron igual. Después del abandonó de sus padres Olivia se crio con sus abuelos y su tío, que en ese entonces tenía 24 años, pero ella nunca lo vio cómo su tío sino como su hermano.
El mismo hermano que la hizo ver que ella valía más de lo que ella creía. La muerte de el dejo a Olivia sola en este mundo.
Y saber que lo había decepcionado la hacía sentir sucia y desahuciada, era obvio que Nick no quería algo serio con ella, pero por un momento ella tuvo la esperanza que a él, ella le gustara, o por lo menos se quedara durante la noche y lo hablaran al día siguiente.
¡TONTA, TONTA, ERA UNA TONTA!
¿Cómo fue tan estúpida?, debía saber que Nick Dolce jamás la vería como algo más que una noche de placer, mientras ella sentía por el algo más fuerte.
Con la decepción sobre ella, se levantó y se dispuso a tratar de olvidar lo sucedido, ¡debía hacerlo!, esa noche Paige la había invitado a una fiesta y de seguro que él estaría ahí.
Lo único que la hacía sentir mejor era el hecho de que lo hizo consiente y que ninguno tenga compromisos; jamás ser perdonaría ser la amante de alguien.
Ella sabe lo destructiva que pueden ser esas relaciones, ya que lo ha vivido en carne propia.
Pasó todo el día tratando de distraerse con cualquier cosa, hasta que llegó la hora de arreglarse para la cena, ella busco en su armario y escogió un vestido color Beige, recatado.
No quería llamar mucho la atención, se arregló y se maquilló de forma natural disimulando sus ojos hinchados; estaba nerviosa por ver a Nick; le molestaba que se haya ido sin decirle nada, pero actuaría de forma normal; no se iba a permitir mostrarle lo mucho que le afecto que la dejara sin decir nada.
Alejo esos pensamientos y se encamino hacia la fiesta, esa noche debería comportarse y estaría a la altura.
En la mansión Ambrosetti todo estaba listo para la llegada de los invitados, Nick sabía que no podía faltar a la fiesta por muchas ganas que tuviera.
Él no quería toparse con la pelinegra que lo tenía hecho polvo; lo sucedido la noche anterior lo hacía sentir como un cretino, pero él debía de ir y superarlo, debe enfrentarse con Olivia y dar la cara por lo que sucedió ya que fue su culpa.
Los primeros en llegar a la fiesta fueron los padres de Alexander seguidos por Ehan y el, los cuales decidieron llegar al mismo tiempo.
Al entrar, vieron a Alexander y a Paige hablando con los padres de Alex, Nick extendió los brazos y dijo.
—Mi querida Paige — dramatizo abrazándola, tratando de molestar a Alexander. El trataba de actuar como siempre y de paso molestar a su amigo.
—No funcionara Nick; sé que Paige solo tiene ojos para mí— aseguro Alexander.
— ¿Es cierto eso?— preguntó Nick a Paige con fingida indignidad— yo estaba dispuesto a dejarlo todo por ti— dijo con voz lastimera haciendo a todos reír.
—Ya deja el drama amigo— le dijo Ehan.
Nick le encantaba bromear y hacer reír a todos, era una especie de mecanismo para no lidiar con sus problemas.
Él sabía que Olivia llegaría en cualquier momento y Amanda también; tenerlas a las dos en el mismo espacio puede ser un caos si llegan a hablar.
A los minutos llego Olivia, ella estaba muy nerviosa, pero debería comportarse para no levantar sospechas, se acercó a Paige y la saludo con un abrazo.
— ¿Y Amanda?— le preguntó Oliva a al no verla entre los invitados.
—Ya vendrá, ella y Jason se hicieron muy buenos amigos. Y no creo que falte a su cena de bienvenida.
Olivia se quedó confundida; eso era algo que ella no sabía, ¿Jason y Amanda?, eso era algo nuevo pero decidió no lo analizarlo más y cambio de tema.
—Qué alegría que tu hermano vaya a trabajar con nosotros— durante la boda, ella había hablado con Jason y sus personalidades habían hecho clic. Él era increíble y gracioso y Olivia lo consideraba como un gran amigo.