Siendo las 18:30, Takeshi Izumi estira su espalda después de terminar el ingreso y el despacho de facturas, ha sido un día muy ajetreado con recepción de mercancías y despacho de equipos.
Junto a Takeshi esta Arata y Daiki trabajadores muy diligentes y esforzados, aunque Takeshi no sabe de sus orígenes, puede confiar en ellos al 100%, han trabajado juntos ya por 3 años.
Es esta confianza la que ha llevado a Takeshi a tratar de seguir escalando en la empresa Logistic Word Grup, a pesar de tener los estudios básicos, su mente siempre esta sedienta de nuevos conocimientos, asiste a cada curso de la empresa a pesar de no tener mucho tiempo.
Ya este día a terminado, se cierran las cortinas, es hora de partir a casa.
En casa lo espera su querida pero extraña novia, ya llevan 2 años juntos, pero no hay anuncio de boda y más aún nunca han tenido relaciones sexuales, es realmente extraño, pero a Takeshi no le importa ya está acostumbrado a esto, más aún no sabe porque tiene una novia, jajajajajjaa.
Akira Azuma también trabaja a tiempo parcial como secretaria en una clínica para abuelitos, su horario es hasta las 14:30, luego va a casa para atender las cosas del hogar y a Takeshi.
Ambos viven en una pequeña casa que le dejo de herencia la abuela de Akira, mientras sus padres viven en el campo, ellos tienen una casa grande con un par de criados y con 50 hectáreas de plantaciones que surten de vegetales a varios hoteles, restaurantes de alta gama y negocios varios, así que su vida es cómoda.
A Takeshi no le va mal su salario le permite vivir tranquilo, pero tampoco para darse lujos, quizás por eso no ha avanzado con su novia.
Takeshi llega a casa: " Querida, ya llegué”, Akira lo mira y se inclina, siguen con los preparativos para la cena, Takeshi suspira en su corazón " por qué me trata como un amo, si solo soy yo, solo quisiera que fuera más cariñosa, uuuuuffff pero es igual todos los días" y de esta forma se perdió en sus pensamientos.
Akira al verlo así tan dormido en sus pensamientos, le tocó el hombro con delicadeza: “Querido ven a cenar, no pienses más en el trabajo", en eso Takeshi volvió en sus cabales: “Lo siento querida, no quise preocuparte".
Ambos se sentaron a la mesa y tuvieron una conversación muy amena de lo que paso en el trabajo, la casa, los vecinos, de sus padres así por el estilo.
Ya listo el ritual diario procedieron irse cada uno a su propia habitación, esta noche Takeshi se hundió en sus propios pensamientos, quiso llamar a sus padres, pero ya era muy avanzada la noche, se durmió atormentado por sus propios pensamientos.