El Amor a veces Duele

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Mi mirada estaba perdida en aquel hermoso paisaje que nos envolvía, el cielo anaranjado y el sol que se había perdido entre medio de aquellos árboles.

—Lean es tan excéntrico no sabía que elegir para regalarle —comento Reizel desde los asientos de atrás.

Gire mi cabeza para poder observarla con una sonrisa.

—Créeme que hasta lo más pequeñito le hará feliz —mire a Luke que se lo veía relajado— aunque le alegrará mucho que ustedes hayan venido.

Volví la mirada hacia el frente mirando a Brick que tenía sus manos sobre el volante mis ojos quedaron en ellas y como sus venas resaltaban.

El me miro de reojo por unos segundos y mostro una tímida sonrisa para luego acercar una de sus manos hacia mí.

Sentir su cálida mano sobre la mía me recordó que su compañía había sido fundamental para mi en aquellos días.

A pesar de eso no podía evitar sentir la presión que sentía con el pasar de los días.

<< Debes decirle la verdad >>

Tomé aire y solté un suspiro, volviendo la mirada hacia el frente observando el hermoso bosque que de pronto nos envolvió.

El auto de Brick se detuvo en frente de una hermosa y gran casa que estaba en medio de aquel gigantesco bosque de árboles voluminosos.

De la camioneta de Peter que se detuvo delante de nosotros, bajo Lean mirando el sitio con una gran sonrisa.

—¡Esto era lo que quería! —exclamo mi amigo con una notoria felicidad— ¡Me alegra muchísimo que todos estén aquí!

Él se giró para observar a las personas que se bajaron de los dos automóviles.

—¿Por qué trajiste una maleta? —pregunto Luke que estaba tomado de la mano con Reizel.

Trix lo miro unos segundos y se acomodó su sombrero de exploradora.

—¿Brick y Luke vinieron en un mismo vehículo? —Peter miro a Brick que estaba de pie a mi lado.

El me miro a mi mostrando una sonrisa y luego paso un brazo por detrás de mi espalda para abrazarme.

—Bueno es muy temprano para que se pongan cariñosos —comento Trix avanzando hacia la entrada de la casa— tengan compasión por nosotros los solteros.

—Creo que a muchos les vendría bien un te antes de dormir —comento Brick cerca de mi oído.

Aquel acercamiento solo me produzco un extraño y agradable escalofrío.

—Es precioso este lugar Lean —comento Clara que tenía una gran sonrisa— ahora todos espero que despejen su mente y disfruten de esta pequeña escapadita.

Mi amiga me miro a mí y sabia porque lo decía, algo que agradecí que me lo recordara.

—¿A quién más invitaste? —pregunto Peter al ver las luces de un auto estacionarse detrás del auto de Brick.

—¿Esa es Anne? —pregunto Clara observando a la persona que llegaba en el descapotable.

Todos nos acercamos a ver a la recién llegada que lucía unos lentes de sol.

—¿Tienes un porche? —preguntó Luke al ver aquel bonito auto.

—Fue el primero que tomé porque no encontré las llaves de mi Maserati —respondió Anne seriamente quitándose las gafas.

Brick y yo cruzamos miradas sorprendidos de Anne ya que ella no era muy sociable. Y más era mi sorpresa al ver a Lean saludarla con entusiasmo como que se conocían de toda la vida.

Con la llegada de Anne le dimos inicio a la noche en vísperas del cumpleaños de Lean.

Los chicos habían encendido una fogata y todos nos sentamos al alrededor de esta.

Brick y Peter se habían encargado de la comida, algo que me alegraba en mi interior de que ambos se llevaban mejor.

A pesar de que había dudado en ir a aquel sitio Becca me había dado la tranquilidad de que ella no iba a permitir que nada les pasara a mis pequeños.

<< Disfruta de la noche >>

—¿Qué es lo que hay allá? —pregunto Anne señalando al cartel que había a unos metros de nosotros.

—Es el camino que nos lleva al pueblo —respondió Lean que tenía un gran abrigo cubriéndolo.

Mi mirada llego a la persona que estaba a su lado, Chase no me había dirigido la palabra desde que habíamos llegado allí.

Luego de lo sucedido con Lissy si había ido a casa a visitarme y a ver a los niños, pero sentía aquella actitud distante de su parte, algo que me hacía sentir un poco triste.

—¡Aquí están las cervezas! —exclamo Clara sentándose a un lado de mi.

A los segundos los muchachos empezaron a servir la comida, Brick se sentó a mi lado mostrando una sonrisa al recibir halagos por las deliciosas hamburguesas.

—Están exquisitas —dije mirando a Brick sonriente.

—Estuve aprendiendo muchas recetas de cocina —dijo el sonriente— tuve una maestra.

Gire mi cabeza mirando confundida a Brick.

Hasta que a mi mente llego mamá.

<< ¿Mamá le había enseñado a Brick? >>

—Si exactamente lo que estás pensando —hablo el dándole otro mordisco a la hamburguesa.

Mi mente seguía procesando aquello ya que no podía imaginarme a mama enseñándole a otra persona, ella era muy seria y sobre todo su paciencia no era la mejor de todas.

Volví la mirada hacia el frente y de solo pensarlo una sonrisa apareció en mi rostro, aunque se esfumo al ver aquella cara que mostraba seriedad.

—¿Aun sigues buscando un cachorro? —pregunto Peter mirándome a mi.

Su pregunta me tomo por sorpresa y mi reacción lo demostró.

—Si pienso que te serviría bien una compañía así —agregó Clara al ver que yo no respondí— dicen que los perritos son una buena terapia.

—Escuche lo mismo por eso tengo un border colie —comento Anne seriamente— pero para ti te veo con un perro de raza pequeña.

Al pensar en eso fue inevitable no pensar en mis hijitos, miré mi reloj de mano y recordé que debía llamarlos antes de que fueran las doce.

Me puse de pie indicando que volvería en un momento, rápidamente me adentre en la casa.

Entre por la puerta del comedor que tenía vista hacia afuera y que te llevaba justo a la cocina.

Cuando estaba por marcar me sobresalte al ver a la persona que entro a la cocina.




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