WILLIAM
Ya es hora de ir por Mariana, hoy quedamos de ir a mi apartamento para terminar el trabajo el cual pienso que hoy terminamos, voy en mi carro al centro comercial donde trabaja mientras escucho un poco de música.
La veo en la puerta, se ve hermosa, así este con ropa de trabajo tenga su pelo en un moño medio organizado, en verdad esta chica me puso mal que la vea preciosa en todas partes, que no me la pueda sacar de la cabeza, me da miedo que se me note lo que siento por ella, porque no sé cómo reaccionara; aunque a Nico y a Max les callo muy bien, pero como no, si es única y su forma de ser es encantadora.
Ya me vio y se dirige al auto y por esto paro de pensar.
-hola.
-hola, llevas mucho esperando.
-no acabe de salir.
-y toca arrimar por tus cosas a tu casa.
-no, las traje a la hora del almuerzo y mi hermana sabe que llego más tarde.
-entonces solo aremos una parada y ya.
-bueno.
-y como te fue en el trabajo.
-bien, mejor que ayer.
-sí, hoy no estas alterada.-la miro y sonrió.-
-si hoy estoy más tranquila.-se sonroja.- oye perdóname por la escenita que presenciaste ayer, en serio que pena contigo, solo que por la preocupación y el estrés que tenía por el cansancio fue que reaccione así.
-tranquila, además yo tuve que ver, pues no estuvo bien que me llevara a tu hermana sin avisarte. Y pues no es la primera vez que te veo enojada, así que tranquila.
-como y cuando me has visto enojada.
-un día en la uní, no te acuerdas.
-si ya me acorde.-vuelve y se sonroja, así se ve más linda.
-y que tal te pareció mi hermano.
- me pareció que es muy buen chico, y se nota que se quieren mucho.
-sí, tú también le caíste muy bien.-llego a donde tengo que comprar algo.-espérame aquí no me demoro.
-ok.
-solo por curiosidad dime dos sabores de helado.
-fresa y chocolate, porque.
-espera.
-bueno.-sonríe.
Voy y compro dos tarritos de helados, uno de fresa y otro de chocolate, y vuelvo al carro; ella está utilizando su celular y veo que sonríe y escribe muy a las carreras, con quien estará hablando.
-listo, ahora si nos vamos para mi apartamento.
-bueno.
Solo me contesta eso, ni le da curiosidad de lo que compre o si la tiene disimula muy bien; me empieza a dar una impaciencia o un malestar verla tan interesada en esa conversación no se despega de su celular con quien estará hablando, no me aguanto y le pregunto.
-con quien hablas.-me da temor de que se moleste pero lo toma muy calmadamente hasta lo contesta hay mismo, sin pensarlo, con tanta sinceridad es otra de las cosas que me gusta de ella.
-con Santiago y Ángela. Tranquilo ahora lo dejo para hacer el trabajo.
-no tranquila si es importante.
-no son cosas de amigos y ya.
-bueno, llegamos este es mi edificio. .
-sí, pero es muy lindo, con decirte que nunca lo había visto.
-en serio, como que nunca lo habías visto.
-sí, es que en verdad no conozco mucho la ciudad la paso de la uní a la casa y de allí al trabajo y ya. Mucho menos estar por acá que se ve que es de personas de modo.
-un día de estos que nos mermen el trabajo te llevo a conocer la ciudad, te parece.
-si me encanta la idea.
Cuando llegamos a mi piso ella mira asombrada, y cuando entramos mucho más; lo bueno es que mi empleada ya no está y podemos estar solos y hablar, en serio me encanta hablar, estar con ella, reír, disfrutar, trabajar.
-oye que es lo de la bolsa, está muy frio.
Ella tenía la bolsa mientras yo abría la puerta.
-es una sorpresa.
-dime que es.
-entonces comemos primero y luego hacemos el trabajo, así descansas un poco.
-sí, ahora dime que es.- insiste y en sus ojos se nota la curiosidad.
-te voy a pagar la deuda.
-en serio.
-sí.
Revolvemos los dos sabores en un recipiente para disfrutar pero cuando estaba mezclando los sabores me unte un poco las manos y ella empezó a reírse de mí y no sé porque mi reacción fue untarla y terminamos con la cara y las manos llena de helado, en serio me gusta estar con ella, soy capaz de ser yo mismo. Después de limpiarnos comemos el helado que quedo.
-tu deuda queda pagada.- se ríe.
-gracias. Y si hay próxima mejor te llevo a la heladería para que comamos y no lo gastemos en nosotros.
-si me parece.- reímos los dos.
Ella cumple su promesa, desde que entramos a mi apartamento no ha volteado a mirar su celular solo se concentra en hablar conmigo, y me gusta.
En este tiempo hablamos mucho, nos conocemos más, hasta le permití saber cosas mías pero también se cosa de ellas, quiero preguntarle si ella siente algo por alguien pero no sé cómo reaccione, pero quiero saber si tengo una oportunidad de conquistar su corazón, y si tengo la oportunidad haría lo que fuera necesario para adueñarme de su amor pues en verdad esta chica cambio mis sentimientos, me enamoro sin darse cuenta.
Tengo miedo a que vuelva a sufrir por amor pero cuando la veo ese miedo merma pues así algún día sufra sé que habrá valido la pena mi sacrificio. La miro a los ojos y con esto le entrego mi corazón, pero todavía no le voy hablar de mis sentimientos, voy a esperar que ella me dé una señal de que siente algo por mí. Aunque sé que si ella tiene a alguien en su corazón yo no me voy a partar pues ya es muy tarde ya ella es dueña de mi corazón y voy a luchar por que yo también tenga el suyo.
Lo que ninguna consiguió en años lo consiguió ella en semanas.
Teniendo esto en cuenta, tomo valentía y le pregunto.
-oye antes de empezar con el trabajo, quiero preguntarte algo.
-sí, dime.
-por ahora tienes algún amor, o te interesa alguien.
Se pone roja y en un segundo pálida.
-mmm… no por ahora no, pero hay alguien que me está moviendo un poco el piso.-pues eso no va a pasar de ahí y de eso me aseguro yo - Y tú tienes a alguien.