Alejandra ya está de vuelta en su casa, la policía sigue buscando a Peter para arrestarlo. En unos días ella debería volver a trabajar.
Alejandra
Estoy tirada en la cama cuando tendría que ir a la oficina, no tengo muchas fuerzas para levantarme y para ser sincera temo salir a la calle, no quiero cruzarme con Peter. Si estaba enojado conmigo ahora con la denuncia policial debe estar enfurecido. Voy a mandarle un mensaje a Jamie, que me debe estar esperando porque sabía que hoy volvía, para decirle que me voy a tomar un día más.
Jamie
Que raro que la señorita Alejandra todavía no llegó, hoy vine más temprano para que tenga todo listo en su vuelta al trabajo. Tengo un mensaje y es de ella.
“Jamie hoy no iré a trabajar, mañana seguro voy. Le doy el día libre. Alejandra”
Al parecer va a estirar un poco más su vuelta, la verdad espero que lo haga porque no me gusta estar sin trabajar.
Una semana después Alejandra seguía sin ir a la oficina. Jamie se dio cuenta que algo tenía que hacer para que ella retorne a su vida y poder seguir adelante. Dejó pasar el fin de semana y el lunes a primera hora la fue a buscar a la casa.
-Quién es?
-Señorita Alejandra soy Jamie. Vine a ver cómo se encuentra.
-Deme un momento que le abro.
Jamie
Cuando abre la puerta no la puedo reconocer, esta con una bata enorme y desaliñada. Dónde quedó la mujer fina y elegante que es mi jefa.
-Estoy bien Jamie. No necesitaba venir a verme.
-Me parece que usted todavía no se encuentra muy bien. Por qué no ha vuelto a trabajar?
-Quise aprovechar unos días más, pero hoy pensaba ir.
-Viéndola así lo dudo. Se que no soy su amigo si no un empleado. Pero puede confiar en mí y decirme lo que realmente le pasa.
Se para delante de mí con los brazos cruzados y con gesto de enojo.
-Ya le dije que estoy bien, mis problemas no son de su incumbencia. Tiene razón usted es solo mi empleado. Si me espera un momento me cambio y vamos juntos a la oficina.
Asiento con la cabeza y la veo irse, supongo que a cambiarse. Me quedo mirando como es su casa, se la ve linda y muy cuidada. Mientras la espero de repente la escucho llorar, es algo que suena muy desgarrador. No se si entrar para ver qué le pasa o no, hace un rato me dejó en claro que soy solo su empleado. No puedo seguir escuchándola así, no me importa si se enoja. Entró y la veo arrodillada al costado de la cama con la cabeza apoyada en sus brazos. Me arrodillo a su lado y cuando se da cuenta que estoy a su lado en un gesto que nunca hubiese esperado de ella me abraza.
-Señorita Alejandra tranquila que todo está bien, por favor no llore. Usted es una mujer fuerte que va a salir adelante.
-No lo soy, tengo mucho miedo de salir y que me vuelva a pasar lo mismo.
-Mientras yo esté a su lado no le va a pasar nada y estoy seguro que pronto él hombre que le hizo tanto daño estará preso.
-Eso espero, porque no puedo seguir viviendo a su sombra y pensando que puede aparecer en mi camino en cualquier momento.
-Le propongo algo. Si usted está de acuerdo, por supuesto, la vendré a buscar todos los días y al finalizar la jornada la acompañó en su regreso.
-Usted haría eso por mi Jamie.
-Claro, por lo menos hasta que usted se sienta mejor y pueda hacerlo sola.
Alejandra
Me paro delante de él, limpió mis lágrimas y lo miro. No puedo creer que mi secretario pueda ser tan amable y atento conmigo. Ya que él se ofrece a cuidarme yo voy a aceptar su propuesta, por lo menos hasta que ese malparido este preso.
-Voy a aceptar su propuesta, si me espera en el living me cambio y vamos a trabajar.
-Claro señorita, no se preocupe y cámbiese tranquila que la espero.
Jamie
Me siento en el sillón a esperar, por suerte no tarda mucho. No se como hizo pero ahora es otra mujer, no es la destrozada que vi hace un rato si no una que se lleva el mundo por delante. En este momento que la miro con más detenimiento me doy cuenta que es una mujer muy hermosa y hoy me di cuenta que también tiene sentimientos. Voy a tratar de conocerla un poco más para saber cómo es realmente.
A partir de ese día Jamie iba a buscarla y al término del día la acompañaba a su casa. Los primeros días iban en silencio y de a poco comenzaron a charlar, en un principio de cosas del trabajo, hasta que un día Alejandra pensó que debía agradecerle a Jamie todo lo que hizo por ella.
-Jamie quisiera invitarte a cenar este sábado para agradecer todo lo que haces por mi. Claro si no estas ocupado.
-Señorita Alejandra claro que me gustaría aceptar su invitación. Pero no tiene nada que agradecerme, es un placer poder ayudarle en lo que necesite.
-Entonces te espero mañana a la noche. Por favor solo dime Alejandra, ya nos conocemos bastante para que dejes de llamarme señorita.
-Entonces Alejandra nos vemos mañana a la noche. Hasta mañana.
-Hasta mañana Jamie.
Jamie
Luego de despedirnos la veo entrar en su casa y yo me voy para la mía a descansar. Estos últimos días fueron muy buenos y estoy conociendo a una mujer distinta de lo que me imaginé. Veremos cómo es cuando estemos los dos solos mañana cenando.