El amor da una segunda oportunidad

Capítulo 21

Alejandra

Todavía no puedo creer la suerte que tuve de conocer a Jamie. Nunca en la vida pensé que encontraría a alguien que me quería cuidar tanto como él. Ahora sólo deseo hacer una cosa y lo voy a hacer. Lo beso con toda la pasión que puedo sentir por este hombre increíble.

-Jamie por favor hazme el amor para olvidar todo lo malo y sentir todo el amor que nos tenemos.

-Ale te amo tanto y ahora te haré sentir todo lo que siento por ti, quiero borrar con besos todo lo malo y que puedas ser muy feliz.

Jamie

Mientras la beso voy subiendo su camisón, acaricio su hermoso cuerpo, ella me ayuda a sacárselo. Tengo frente a mí a una diosa y solo deseo adorar cada parte de su bello cuerpo. Cubro sus pechos con mis manos, con mis dedos presionó sobre sus pezones que se endurecen cuando los introduzca en mi boca. Me colocó entre sus piernas y le saco la braga, dejó un reguero de besos desde su tobillo hasta la unión de sus muslos y hago lo mismo en la otra pierna. Ella gime suavemente porque sabe lo que estoy por hacer. Sopló sobre su Monte de Venus, con mi lengua comienzo a juguetear con su clítoris, trazos círculos sobre él e introduzco un dedo en su vagina. Su cuerpo comienza a moverse a tensarse a la vez, ella llega al orgasmo.

-Todavía no he terminado de mostrarte todo mi amor, quiero que te des cuenta lo importante que eres para mi hermosa.

Alejandra

Lo veo colocarse un condón arrodillado en la cama, me toma por las axilas para pegarme a su cuerpo, me desliza hasta que me penetra. Lo miro directo a los ojos, veo en su brillo el amor que tanto busqué y ahora por fin encontré. Mi cuerpo empieza a moverse por sí solo, con mis brazos rodeó su cuello, atrapó su boca con la mía para volcar en ese pequeño detalle todo mi amor. Sentirme tan colmada con cada penetración me va acelerando, con cada embestida yo creo estar más lejos de la tierra y pierdo todo el control de mi cuerpo. Su pasión me domina por completo, me rindo a sus dulces embestidas que son tiernas pero decididas e implacables. El orgasmo nos llega al unísono, apoyo mi cabeza en su hombro entre jadeos de placer. Nos quedamos así un instante mientras yo sentía que lentamente bajaba de ese momento de tanto placer. Creo que recibir tanto me hizo pensar en lo que hubiese perdido si Peter me lograba llevar. La angustia contenida se hizo notar con las lágrimas que corrían por mi cara. Jamie se da cuenta de lo que me pasa, me ayuda a salir de él, se saca el condón, se acuesta y me coloca sobre él abrazándome muy tiernamente.

-Ahora entiendo lo que te preocupaba tanto todos estos días. Quiero que sepas que no voy a dejar que te pase nada y siempre estaré a tu lado cuidándote.

-Lo se amor y lo siento en cada gesto tuyo. Mi preocupación no es solo por mi, si te pasará algo a vos no podría seguir adelante sabiendo que eso fue por mi culpa.

-Soy muy feo para que me pase algo hermosa. Logre sacarte una sonrisa.

-No te hagas el gracioso, para mi es muy importante que estés a salvo y no lo tomó como un chiste.

-Lo se amor. Pero no quiero verte triste, estoy más que seguro que pronto caerá y los dos podremos vivir tranquilos nuestro amor.

-Estando en tus brazos encuentro la felicidad, nos podemos quedar acá todo el día?

-Claro que podemos hacerlo, además mi familia no vuelve hasta la noche porque fueron a visitar a unos amigos.

-Por qué no fuiste tú con ellos?

-Déjame pensar, creo que no fui porque quería tener entre mis brazos a la mujer más hermosa. Si no me equivoco es lo que estoy haciendo.

-Entonces no hables más y hazme tuya nuevamente.

-Amor mío sus deseo son ordenes que cumpliré con mucho placer.

Volvieron a hacer el amor, pasaron todo el día juntos disfrutando de su mutua compañía. Por la noche cuando volvió la familia los esperaron con la cena lista.

-Te felicito Alejandra, realmente cocinas muy bien. Este pollo al horno con papas esta increíble.

-Muchas gracias Belén. Me gusta mucho cocinar, además como vivo solo siempre lo hago.

-La verdad mamá Ale cocina casi tan bien como vos. Muy bien amiga.

-Hermana no seas tan zalamera, siempre quieres estar bien con todo el mundo.

-Gracias Ericka, me alegra que te haya gustado amiga.

-De nada amiga. Me gusta mucho tenerte en casa, así nos podemos divertir.

-Qué te parece si mañana pasamos el día charlando, no voy a ir a la oficina, creo que puedo faltar un día.

Jamie

Me doy cuenta que me lo está diciendo a mi, por suerte aceptó quedarse mañana en la casa y así yo podré ir con mi padre a la estación.

-Me gusta mucho esa idea amiga, vamos a pasar un día genial.

-Papá mañana podemos ir juntos a la estación para presentar la denuncia y que busquen a ese hombre.

-Claro hijo. Igual Alejandra va a tener que presentar una declaración, pero voy a pedir que se la vengan a tomar en casa para que ella se sienta más cómoda.

-Qué les parece si seguimos comiendo esta delicia y después charlan ustedes.

-Estoy de acuerdo con vos mamá, luego seguimos hablando papá.

Jamie

Mi mamá tenía razón porque vio a Ale ponerse un poco mal con lo que escuchaba. Por suerte con el correr del tiempo se fue relajando y la pasamos muy bien todos. Mi mamá, mi hermana y Alejandra levantaron los platos y los lavaron, papá y yo nos quedamos en el living charlando. Una vez que organizamos todo y las mujeres habían terminado nos fuimos a dormir.



#3964 en Novela romántica

En el texto hay: amor, engaños y obsesión

Editado: 10.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.