El amor da una segunda oportunidad

Capítulo 27

Juntos regresaron a trabajar y con el tiempo la empresa comenzó a crecer más y más. Dedicaban todo el tiempo que podían a trabajar y las noches eran para compartir su amor. Hasta que un día Alejandra empezó a sentirse un poco mal, pero no le decía nada a Jamie para que no se preocupara.

-Amor ya está la comida servida, porque no vienes.

-Ya voy Jamie, guardo estoy y estoy con vos.

Alejandra

Término de guardar rápido esto porque no quiero que Jamie me espere mucho. Me paro de golpe y  tengo que aferrarme a una silla porque todo me dio vueltas. Estoy segura que debe ser porque hoy comimos poco en el almuerzo, ahora con la cena se me va a pasar.

-Amor esta comida esta muy rica se nota que tienes una buena maestra que te enseñó bien a cocinar, cada vez lo haces mucho mejor.

-Diría que tengo a la más hermosa de todas y de la que espero poder aprender mucho más.

-Estoy más que segura que te puedo enseñar muchas cosas.

Jamie

Dijo eso y empezó a reírse de tal manera que me contagio a mi. Como cada noches disfrutamos de la comida y de charlas increíbles. Con cada día que pasó a su lado me enamoró más y más de ella. Está vez paso algo distinto cuando terminamos de comer se levantó rápido de la mesa y se fue corriendo al baño. Me preocupa  y la sigo para ver que este bien.

-Ale estas bien, te pasa algo.

-Estoy bien, ya salgo.

-Estas un poco pálida amor.

-No es nada Jamie, estoy segura que comí algo que me callo mal, sentí náuseas y por eso vomite.

-Ahora acostate que te traigo un té, seguro mañana te sientes mejor.

-Gracias amor, seguro que estaré mejor.

Jamie

No quise preocuparla pero estaba muy pálida, me preocupa mucho y no se que le puede pasar. Si mañana sigue así la voy a llevar al médico aunque no quiera.

Los días fueron pasando y Alejandra seguía con malestar estomacal, pero disimulaba cuando estaba con Jamie porque no lo quería preocupar, ella pensaba que en cualquier momento se le iban a ir. Hasta que pasó algo que ella no pudo ocultar.

Jamie

Que bien me vino la ducha, ahora que me refresque voy a ayudar a Ale con la cena. El olorcito que viene de la cocina es increíble, cuando llegó Ale está muy concentrada en la preparación del plato. Cuando me estoy acercando veo que suelta la cosas que tenía en la mano, veo flexionar sus rodillas y antes de que toque el suelo la alcanzó a agarrar. Está inconsciente en mis brazos, la trato de despertar pero no responde. La llevó a la cama y trato de que vuelva en sí haciendo que huela un poco de alcohol. Lentamente vuelve en sí, pero está un poco desorientada.

-Ale cómo te sientes?

-Creo que bien, pero qué hago acá en la cama si estaba cocinando.

-Corazón te desmayaste cuando estabas en la cocina y te traje hasta acá.

-No recuerdo nada.

Alejandra

Me inquieta mucho esta situación, si estaba bien porque me desmaye. Siento el miedo que atenaza mi garganta, las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas, tengo miedo que ahora que soy feliz me pase algo malo. Jamie me abraza con esa ternura única que él tiene.

-No llores amor, estoy seguro que es por mucho estrés y estamos trabajando mucho. Mañana sin falta vamos al médico para que te quedas tranquila, vas a ver que tengo razón.

-La verdad Jamie no sé qué sería de mi si tu no estuvieras en mi vida. Nunca te vayas porque no se que haria sin tu presencia.

-Jamás pienso irme de tu lado. Tu eres el tesoro más preciado que tengo y siempre estaré para cuidarte. Yo tampoco podría vivir sin tu presencia.

Jamie

La abrace un largo rato, le pedí que descansara mientras le preparaba el té. Aproveche para llamar al hospital y solicitar un turno con el médico de la empresa, me preocupa que tenga algo malo y no puedo perderla ahora que sé que ella es el amor de mi vida.

Al día siguiente en el hospital.

-Señorita Alejandra puede pasar que el doctor la está esperando.

-Muchas gracias. Jamie me puedes esperar acá, quiero entrar sola.

-Estas segura amor, no quiero dejarte sola.

-No te preocupes que voy a estar bien.

-Aunque no me guste te voy a esperar, si necesitas algo me llamas.

Jamie

La veo entrar en el consultorio y quisiera estar con ella, pero voy a respetar lo que me pidió y la voy a esperar a ella.

-Adelante, siéntese por favor. Su nombre es Alejandra verdad.

-Si doctor.

-Cuénteme por qué vino a verme?

-Ya hace unos días que tengo náuseas y a veces vómitos. Pero ayer mientras cocinaba me desmaye.

-Le ha pasado algo inusual además de lo que me cuenta.

-Si, me siento un poco cansada y muchas veces tengo más sueño de lo normal. Pero creo que se debe al estrés del trabajo, con mi pareja estamos muchas horas en la oficina.

-Creo que tengo una idea de lo que le puede estar pasando. Espéreme un momento que voy a buscar algo que necesito.

-Claro, lo espero.

Alejandra

Parece un doctor con experiencia y con los poco datos que le di tiene una idea de lo que tengo. No tarda mucho en volver, trae un frasquito en la mano y unas tiritas en la otra.



#3958 en Novela romántica

En el texto hay: amor, engaños y obsesión

Editado: 10.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.