Alejandra
Si que hoy fue un día muy loco. Nos enteramos que seremos padres de dos niñas y la familia ya sabe la noticia. Me hizo sentir muy bien saber que tengo todo su apoyo, pero hoy más que nunca extraño a mis padres. Ellos se que estarían muy felices por mi, siempre se imaginaron verme feliz con una pareja y que les diera nietos. Me siento en la cama cuando las lágrimas llenan mis ojos. En ese momento escucho que Jamie entra en la habitación y al verme así se preocupa.
-Amor por qué las lágrimas? Te pasa algo a vos y a las bebés?
-Estamos bien. Solo pensaba en todo lo que pasó hoy. Que me gustaría que mis padres estuvieran con nosotros compartiendo este gran momento de nuestras vidas. Eso me entristeció y por eso son las lágrimas.
-Mi madre dice siempre que si las personas que nos dejan físicamente están en nuestro corazón ellos jamás nos dejan. Tus padres siempre estarán contigo amor, desde donde estén cuidaran de ti y ahora de nuestras hijas. Pero me parece que hay algo más que te preocupa, porque hoy durante el día observe que había instantes que estabas pensativa.
-Me doy cuenta que me conoces muy bien. Si, hay algo que más que me preocupa.
-Estoy más que seguro que si me cuentas puedo ayudarte.
-Cuando supe que estaba embarazada me sentí muy bien. Pero saber que eran dos me provocó temor. No creo poder criar a dos niñas, no se si podré ser una buena madre y todo eso me tiene muy mal.
-Ale yo también siento temor de no ser un buen padre. Pero también se que juntos vamos a poder criar a nuestras hijas y las vamos a amar mucho. Creo que ninguna mujer sabe si será buena madre, pero te puedo decir que eres una mujer fuerte y cariñosa, que puede lograr todo lo que se propone y por eso se que trataras de dar lo mejor de vos.
Alejandra
Me lo quedó mirando, no puedo creer que el tenga tanta fe en mi. Escuchar sus palabras me hace amarlo mucho más. Lo sorprendo cuando me siento en sus piernas y lo abrazo.
-Si lo puedo hacer será gracias a la fortaleza que me das y tu amor me ayudará a sobre ponerme a todos los problemas que puedan surgir. Sos y serás siempre el hombre de mi vida. Te amo Jamie.
-Hermosa también te amo y estaré siempre para darte todo lo que necesites para que seas muy feliz.
Jamie
Bese su tierna boca y me deje llevar por el amor hacia ella. Quería transmitirle todo lo que siento, aun con ella en mi regazo le voy deslizando el vestido para poder sacárselo. Acarició su cuerpo, que ya ha cambiado mucho por el embarazo, dejó al descubierto sus pechos para poder acariciarlos. Ale inclina su cabeza para que pueda besar su cuello y descender por el hasta llegar a sus turgentes pechos, mientras mi mano baja por su vientre hasta su clítoris con mi boca saboreó sus pezones. Trazo círculos con el pulgar sobre su clítoris mientras introduzco el dedo mayor en su interior. Rodea con sus brazos mi cuello para acercar su cuerpo al mío. Llega al clímax con un gemido suave. La colocó a horcajadas y antes de volver a apoyarla sobre mis piernas me saco el pantalón junto con el bóxer. Tengo tanta necesidad de estar dentro de ella que no me saco la ropa por completo cuando la penetró. Ella me saca la remera para estar piel con piel, vuelvo a besarla y la tomo por la cintura para poder entrar y salir de ella. Se toma de mis brazos para acoplarse a mis movimientos. Poco a poco ella se mueve más rápido, su boca abierta tratando de tomar aire, su respiración es agitada como la mía. Pero la pasión que nos une hace que lleguemos al orgasmo juntos y de una manera increíble. Nuestras frentes se unen mientras los rescoldos de este momento de goce van menguando.
-Jamie te amo y solo te pido que siempre estés a mi lado.
-Te amo Ale, no hace falta que me lo pidas porque ya no podría estar lejos de ti.
Los días y las semanas van pasando, Alejandra llegó al sexto mes de embarazo. Al ser múltiple a tenido algunas complicaciones y por lo tanto tendrá que hacer reposo hasta el nacimiento, algo que no la tiene muy bien a Ale porque no le gusta mucho estar quieta.
-Hola mamá, muchas gracias por venir.
-Hola hijo, no tienes nada que agradecer. Para qué me necesitas?
-Tengo que ir hasta la oficina a buscar unos papeles que tiene que firmar Ale. Podrías quedarte a acompañarla mientras voy.
-Claro hijo. Sabes que me gusta poder ayudarte y sobre todo cuidar a mi nuera.
-Ahora está durmiendo, en media hora tendría que tomar una colación que le dijo la doctora. Yo voy a tratar de volver rápido.
-Ve tranquilo que yo me encargo de Ale.
-Hasta luego mamá.
-Hasta luego hijo.
Jamie
Me cuesta dejarla, aunque se que mi madre la va a cuidar muy, pero no podemos abandonar la empresa. Además me voy a encontrar con mi padre para que me ayude en algo especial para Ale.
Alejandra tiene los miedos normales de una primeriza multiplicado por dos. Pudo contárselo a Jamie y de esa manera sentirse más apoyada. Ahora está en reposo para cuidar de sus bebés. Qué se trae Jamie entre manos?