Los días pasaban lentamente, Regina me observaba siempre con el ceño fruncido, el carácter de Henry se había vuelto insoportable, ya que Isael no había continuado con las clases de magia. Estaba centrado en protegernos, suspiró una vez más mientras seguia contemplando la lluvia caer.
Isael había dejado de hacer magia, no salía a la calle a hacer sus actos. Escuchaba los susurros de Regina y luego su llanto cuándo estaban juntos.
— ¿ qué es lo que pasa? — mi frente estaba pegada en el cristal de la ventana, esa pregunta se la hacia todos los días a Black desde que se marchó Olen.
— nada — su respuesta siempre era un susurró, con un matiz de duda pero sabía que él no me diría, ni nadie más en la casa.
Suelto un suspiró largo y cierro los ojos.
— ¿no hay manera que Olen vuelva? — la respuesta era la misma "silencio" —déjame sola por favor.
— ama... — me giró y lo veo ahí de pie a unos cuantos pasos míos, sus hombros caídos.
— por favor — él asiente y atraviesa la puerta, y yo me derrumbó, el encierro estaba acabando con Henry y conmigo. Teníamos prohibido ir al bosque nuevamente, Isael no me dejaba marchar, me decía que al salir de su hogar ponía en peligro a Henry... y tenia razón. Yo no sabría como defenderlo.
La lluvia cesó y la neblina volvió a rodear la casa... por que desde ese día, la casa tenía como una muralla pero hecha se neblina espesa.
— un día más — susurré.
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— ¡esto no puede seguir así! — Regina me miraba con los puños cerrados, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, la punta de su nariz estaba roja — ¡el consejo nos vigila como si nosotros destruimos a Olen! Por donde mires hay un espía — pasa el dorso de su mano por su nariz — ¡entregala Isael!
Negué y le di la espalda a Regina.
— ella no lo hizo, no la señales sin prueba — me sentía cansado, todos los días era el mismo pleito con mi hermana.
— está acabando contigo, cuándo menos lo esperes se llevará tu inmortalidad.
— no deberia de preocuparte es lo que tu has deseado hacer — ella se acerca y levanta su mano para cachetearme pero sujeto su mano — siempre has sido justa Regina, no puedes culparla por algo que te imaginas.
— entró al bosque y Olen murió, sólo los brujos y los Baary conocen los hechizos de piedra —me mira pensativa — también la Guardiana.
Sujetó más fuerte su muñeca.
— también los magos lo conocemos, hay más sospechosos no sólo Merlina.
Regina se suelta furiosa.
— si te hace dañó, yo acabaré con ella —esta vez Regina, dio un portazo, algo que no lo había vuelto a hacer desde unos 500 años atrás — suspiró y siento la presencia de alguien — ¿también lo crees?
— no amo, ella pregunta nuevamente si hay una manera de que él vuelva.
— ¿qué le has dicho?
— nada, sólo "él" lo hubiera podido hacer — me giró y minformación corazón se encogió una vez más al ver a Black sufriendo por su amigo Olen.
— estoy revisando bien el hechizo — él se acerca rápidamente.
— amo, siempre escuché que el hechizo infinito es peligroso, puede traer a cualquiera del otro mundo y no al que busca.
— lo sé por eso lo estoy estudiando bien Black, si hay una manera de traer a Olen, lo haré — apoyó mi cadera en el escritorio — luego que lo traiga podremos atrapar al que lo hizo.
— si amo — Black se giró para marcharse pero se detuvo — nunca lo había visto ablandarse por nadie.
— ¿de qué hablas?
— habló de que usted cambio amo, siempre se ha mantenido al margen en la vida, el consejo pero por ella usted se está enfrentando a los Baary, a los brujos y al concejo. Día tras día han tratado de llegar hasta ella pero no han podido.
— no permitiré que caiga en manos de ninguno de sus enemigos.
— no lo permitiremos amo.