El amor de la bestia

Capítulo 13

Dejo salir un suspiro, siento mucha nostalgia y una pesadez que se ha posado en lo más profundo de mi ser. Levanto mi vista al cielo, la luz del día ya se está opacando, debo apresurarme a regresar para reunirme con mis amigos, seguramente deben estar preocupados por mí. Empiezo a avanzar a pasos ligeros, pero un fuerte graznido me hace detenerme, de entre los árboles veo salir una sombra, misma que se lanza hacia mí, los graznidos ahora son más fuertes y aterradores. 

«¡Un cuervo espía! ¿Qué hace aquí?», pienso.

Mi único impulso es salir corriendo, pero el animal está revoloteando sobre mi cabeza, en mi afán por espantarlo, caigo al suelo. El pánico nubla mis instintos, no sé cómo defenderme, el animal extiende sus garras listas para atacarme. Cierro los ojos y me cubro la cabeza con mis manos, sé que esto será doloroso, al pasar los segundos me doy cuenta que el ave no me está atacando. Levanto mi vista aún con temor y es cuando veo a Mondrag con su espada en la mano llena de sangre, a unos escasos metros de mí, el animal yace sin vida.

Los incontrolables temblores en mi cuerpo me impiden que me mueva, aún no salgo del shock que me provocó el pensar que ese animal me haría daño. Mondrag se acerca a mí y me alza entre sus brazos, envuelvo con mis manos su cuello y pego mi frente a su pecho, su olor me calma. Él besa mi frente y luego lo escucho dejar salir un pequeño suspiro.

—Te llevaré a casa, Eire, no tienes de qué preocuparte. Yo siempre estaré para tí.

Me aferro más a su cuello sintiendo los latidos de mi corazón palpitar con fuerza. Sé que es así, él siempre estará para mí.

Me sube a su caballo y pronto estamos en el palacio, mis amigos llegan al instante preguntando que me ha sucedido, pero yo no tengo energía para responder a sus interrogantes.

Al parecer mi padre no está, de lo contrario seguramente me exigiría explicaciones de lo sucedido. Con dificultad me bajo del caballo y me pongo de pie. Al hacerlo me siento demasiado débil, es como si mis energías han abandonado mi cuerpo, deseo estar ya en mi cama y cerrar mis ojos. Un repentino mareo casi me hace besar el suelo, pero Mondrag es más rápido y no me deja caer.

—Mi niña, déjame ayudarte a llegar a tu recámara —dice al tiempo que me vuelve a sostener entre sus brazos.

Miro sus ojos azules y siento un nudo en mi garganta, Mondrag me provoca sentimientos demasiado puros y reales.

—Eres muy gentil —susurro agradeciendo el gesto.

Sé que ahora dependo de su buena voluntad, de lo contrario no podré llegar a mi cuarto y necesito descansar. De pronto comprendo que el encuentro con el ave me ha causado un desgaste que no entiendo.

Avanza conmigo por las escaleras hasta llegar a mi habitación; nunca está con llave y eso le facilita la entrada.

Me coloca con suavidad sobre el colchón y en el acto queda sobre mí. Su mirada penetrante causa en mi interior una emoción que amenaza con consumir mi alma, siempre que estoy con él, todo lo demás pasa a no importar. 

»Gracias por tus atenciones —digo aclarándome la garganta.

Él se levanta al notar mi incomodidad.

—Debes guardar reposo. Me temo que el maldito cuervo estuvo a punto de lograr su propósito —sus palabras suenan amargas.

—Pero no me hizo nada, no sentí ningún rasguño —aseguro un poco confundida.

—Son aves espías, pero también tienen la habilidad de absorber tu espíritu. Para que eso no vuelva a suceder, debes mantener la calma y no entrar en pánico. La debilidad de estos animales es que no poseen visión, pero es compensada con la habilidad de olfatear las emociones y más cuando es miedo. 

—Suena a monstruo de pesadilla. —El pronunciar esas palabras me hacen sentir como una pequeña asustada.

—Es la mejor oración para definirlos —responde mostrando esa sonrisa encantadora.

Le devuelvo el gesto. Es muy lindo cuando no está de gruñón conmigo. Siento mis ojos pesados, por mas que intento mantenerme despierta, no lo logro. Deseo contarle lo del anciano, pero mis palabras ya no salen, él se acerca a mí y me cubre con una manta.

—Buenas noches, princesa mía, siempre… —dice algo más, pero sus palabras son silenciadas al mismo tiempo que el sueño me arrebata del mundo de la conciencia.

 

***

Me empiezo a mover incómoda, la cama se siente fría y no logro acomodarme. De pronto escucho una risa malévola que resuena en mi cabeza. 

«Tú nunca podrás ser feliz, tu existencia es una abominación para mi mundo. Te arrepentirás de haber regresado». Las palabras traspasan como cuchillas que hieren mi corazón.

Salto de mi cama, un sudor helado recorre mi frente, me sirvo un poco de agua y la bebo. Intento tranquilizarme, pero las palabras que he escuchado se repiten una y otra vez. ¿Qué significan?

Me levanto y camino hasta el balcón, necesito aire fresco. Respiro profundo sintiendo como la fresca brisa inunda mis pulmones. Levanto la vista y observo el cielo despejado, ahora hay luna llena. Arontanium cuenta con tres lunas, la mayor es cuatro veces más grande que la del mundo mortal. Las otras dos son más pequeñas, ellas siempre están girando alrededor de la mayor. Es un espectáculo digno de admirar; se asemeja a dos amantes en constante cortejo hacia su amada. 



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En el texto hay: criaturas magicas, romance, drama

Editado: 29.07.2023

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