El amor de mi Adolescencia

2. Comida favorita catastrófica.

María Caycedo.

¿No es divina la paz que se siente cuando están totalmente solos haciendo cosas y cantando o hablando solos? Es una de las mejores sensaciones, y yo la estaba teniendo, si, estaba pues una de mis labores como linda alumna es ayudar a hacer los murales de cada semana o mes para la ceremonia cívica o festivales, y justo estaba escribiendo la frase principal en el mural para la ceremonia cívica de la próxima semana, cuando el baboso de Justin llego a molestar. 

Y es por ello que ahora él está aquí sentado a mi lado, interrumpiendo la puesta en acción de mis nulos dotes artísticos.

—Marita divina, tengo hambre— dijo el muy listo, mientras jugaba con los marcadores que la profesora de historia me dio para hacer sus periódicos.

Y si, desde hace una semana que se pegó a mí como chicle, no deja de llamarme Mara, y me irrita tanto. Es que joder, mi nombre es María.

—Justino pulgoso, la verdad no me interesa demasiado, siendote sincera solamente planeaba perder el tiempo haciendo estos murales aquí, yo sola, incluso corrí a mi mejor amigo. No sé quién te crees tú para poder estar aquí— Me levanté de la silla donde estaba sentada para ir por un lápiz y comenzar a hacer el dibujo.

—No te enojes Mara, es más espérame aquí. No te vayas a otra parte— Y salió corriendo con dirección a no sé donde.

—Claro que me quedare aquí, lelo— susurré a nadie, él ya se había ido.

No es que no me agrade, solamente me parece muy raro que de pronto se pegara a mi como si le hubieran puesto pegamento y también el que en los recesos moleste a Daniel cuanto le sea posible. Lo que quiero decir es que solamente yo puedo molestar a mi mejor amigo y lo molesto de forma amigable, pero pareciera que Justin lo molesta y espera el momento en el que vaya a explotar y decir algo tan estúpido que será el detonante de la tercera guerra mundial.

Pero lo peor de que el único Justin Ayala de la secundaria se junte conmigo, son las miradas, los comentarios y los rumores, definitivamente los rumores ganan el primer lugar en la peor consecuencia.

Digo no es un secreto que Justin es atractivo, vamos, es alto, de cabello castaño con toques rubios, ojos verdes, tez clara, un poco fornido, además de tener una voz impresionante la cual se escucha mejor cuando habla inglés. De acuerdo tal vez es demasiado atractivo e incluso yo lo reconozco, aunque no planee admitirlo, pero es por el bien de la humanidad y de mi orgullo.

El caso es que por culpa de su rostro estúpidamente atractivo, demasiados comentarios como; "María no merece a Justin" o "Justin es demasiado para María" y "Les aseguro que María le va a ser infiel a la primer oportunidad que tenga" se escuchan por cualquier lugar en la secundaria y no exagero cuando digo en cualquier lugar, y la verdad de todos los rumores y comentarios es que las personas que los comienzan son aquellas que ni siquiera me conocen pero como están siempre atentas a todos los chismes creen saber la vida de todos, mugres niñas que en su mayoría son de primer año y de las que puedo asegurar que en algún momento se van a acercar para hablar conmigo como las grandes hipócritas que son. 

Qué absurdo

Lo más gracioso es que no somos pareja, yo tengo novio e independientemente de que solo nos conocemos desde hace una semana, hablamos de Justin Todas Desean Salir Conmigo Ayala, el que seguramente tiene novia también.  Así que no sé porque las personas creerían que somos pareja. Demasiado irreal.

—¡Mara ya llegue!

—¡Madre Santa!,— perfecto, ahora tengo arritmia —¿Por qué diantres gritas?

—Por qué todos deberían de admirar cuando Justin entra, Mara aplícate para la próxima por favor.

 ¿Este quién se cree? ¿Los One Direction?

— ¿Sabes Justino? Será mejor que te vayas, los profesores me dejan a mí a cargo de los murales y de los alumnos que quiero que me ayuden a hacerlos, y te puedo asegurar que en este momento no quiero que nadie me ayude así que ya vete ¿Quieres?— dije mientras le señalaba la puerta.

—Mara, Mara, Mara, pequeña y nada gentil Mara, deberías de agradecerme que te estoy haciendo compañía, es más deberías de estar casi excitada, perdón extasiada de que me tome el tiempo de estar aquí contigo

¿Qué le pasa a este sujeto?

—Aprende a hablar bien, y luego vienes y me dices lo que quieras ¿Te parece? Ahora déjame trabajar en paz, o vete ya por favor Justino— me senté en el piso acomodando el papel kraft que me dieron para el mural y los plumones.

Habían pasado alrededor de cinco minutos y Justin permanecía sentado a un lado mío, pero en total silencio, suena como que estos cinco minutos han sido de silencio armonioso y tranquilidad para que pueda trabajar en paz, pero no, han sido los cinco minutos más incómodos que he experimentado, no deja de mirarme y ahora me siento como en los días que mi papá me ve hacer tarea y me pongo nerviosa porque no quiero que salga mal y me mire decepcionado o cansado por no hacerlo bien. Así me siento en estos momentos y lo que vuelve más extraño esto, es que estoy comparando el sentir a mi papá revisando mi tarea, con la mirada taladradora de pensamientos de Justin.

Seguro estoy drogada.



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En el texto hay: despedidas, primeramorcomediaromantica

Editado: 05.12.2020

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