Para Elena, el éxito es una fórmula: esfuerzo, disciplina y la capacidad de evitar distracciones emocionales. En su último año, su única meta es graduarse en la cima. Es por eso que el encuentro casual con Alejandro, un estudiante tan encantador como despreocupado, resulta ser un irritante, y después, una peligrosa distracción. Él la ve de una manera que nadie más lo ha hecho, desafiándola a salirse de su meticuloso guion. A medida que Elena se sumerge en una amistad que amenaza con convertirse en algo más profundo, debe decidir: ¿Seguirá el camino de la perfección que le garantiza la vida que debería tener, o elegirá la imperfección, el riesgo y el amor que realmente desea?