¡el amor es una mierda!

Capítulo 32 Las chicas solo quieren divertirse.

—No voy a beber.

Sé que están tratando de emborracharme, lo veo con claridad en sus miradas, pero no se los voy a poner fácil.

—Tienes que hacerlo, es parte del juego —me dice David mientras empuja el pequeño vaso hacia mí.

Estamos sentados en el suelo de mi sala. Jugando a no sé qué, no entiendo este juego, creo que ellos se lo acaban de inventar.

—¡Vaya mierda de juego! —les digo— Si diga lo que diga tengo que beber.

—Así es el juego —responden todos al mismo tiempo.

Qué horror, esto sabe malísimo. Según David, vodka con los pequeños ositos de gelatina son lo mejor que hay en el mundo. Pero a mí me sabe horroroso. No me gusta el vodka y juro no volver a beber en mi vida, llevo solo cuatro vasitos y ya siento que voy a morir.

—¿Por qué no jugamos otra cosa? —les digo.

Ya estoy cansada de perder y tengo miedo de pararme y caerme de narices contra el piso, si yo estando sobria suelo tropezar con todo no me quiero imaginar cómo seré estando borracha.

—No, este juego está genial.

Ellos están tomando por placer. Lo veo, les gusta y les gusta aún más verme quejarme por no querer tomar.

—¡Mi turno! —grita Annie feliz mientras ella mismo se sirve el vodka—. Mi secreto es que me acosté con Jazper, el guardaespaldas de Emma en el auto de Ian. Pero mandé a lavar el auto, así que no pasa nada. Fue un buen sexo.

Caras vemos y perversiones no sabemos.

Yo no me sorprendo mucho, ya sabía que a Annie le gusta Jazper, pero no sabía que iba a correr y acostarse con él y menos en el auto de Ian. Si él se llegará a enterar pondrá el grito en el cielo. Me da risa imaginarme su reacción.

—Jazper, está bueno, tienes suerte amiga. Dicen que los más callados son los más ágiles con la lengua —David se ríe y levanta sus cejas algo que hace reír a Annie—. Ya sabes a lo que me refiero.

Yo cojo un cojín y lo golpeo en la cara.

—Que sucio, David.

—No seas tan santurrona —me responde él.

Me tomo un momento para vernos y tratar de guardar este momento. Hay risas y juegos, anécdotas y alcohol. Veo a todos y en especial a mi hermana. Jamás pensé llegar a compartir esto con ella y le doy cuenta que no la conozco en absoluto y me siento mal por eso. Quiero conocerla, pasar cada momento que pueda con ella. Hoy por un juego me enteré que perdió la virginidad a los diecisiete y no a los catorce como se decía. Y seguro al igual que eso hay muchas otras cosas de ella que son mentiras. Quiero poder conocerla, espero y ella me lo permita.

—Es tu turno Emma —me dice Sophie.

—¿Otra vez? —me quejo de nuevo— Pero si acabo de beber.

Sophie sirve el vaso lleno, dice que me lo merezco por estar a cada rato quejándome.

—Un secreto —me digo mientras bebo, esto cada vez sabe peor.

Annie me interrumpe.

—Mejor ahora nosotros preguntamos —propone ella— ¿Cuál es tu posición sexual favorita?

Casi escupo el vodka cuando escucho su pregunta.

—¡Ugh! Annie, me acuesto con tu hermano, eso es raro. No voy hablar sobre sexo ahora.

Ahora es David quien me pega con el cojín.

—Vamos Emma, yo sé cuál es la de él, lo escuché hace tiempo conversando con Erick.

—Bien cotilla que eres —le dice Sophie.

Sí, Sophie tiene razón, Annie es demasiado cotilla. Pero eso me gusta de ella.

Nunca le he preguntado eso a Ian, pero puedo imaginar cuál es o quizás no es esa. Ya veo lo que intenta Annie, quiere  matarme de la intriga para que yo hable.

Estos tres van a terminar matándome.

—Ya veo cuál es tu juego, Annie, no voy a decir nada.

Ella me sonríe.

—Bien, si no respondes tienes que beber doble.

Sophie empieza a servirme otro vaso de vodka y yo entro en pánico.

—Arriba, me encanta ir arriba, me siento como una amazona —grito cuando veo que Sophie empuja el vaso hacia mí.

Ellos se empiezan a reír de mí y quiero que la tierra me trague y me escupa en cualquier otro lado donde no haya alcohol.

—De lo que uno se entera —dice mi hermana entre risas.

—Tú eres muy flexible, tienes la ventaja que bailabas ballet. Seguro y ya han hecho todo el Kama Sutra —murmura David muy divertido por la situación.

Tierra trágame ahora por favor. Ellos parecen estar disfrutando mucho de reírse a mi costa.

—¿Podemos dejar de hablar de mi vida sexual?

Pero obviamente no me hacen caso y siguen hablando sobre eso una media hora más en donde yo veo las posibilidades que tengo de conseguir nuevos amigos.

Sophie se para y camina hasta el parlante y cambia de música, pone cheap thrills de Sia, una música que realmente le encanta y empieza a bailar por toda la sala. Toma de las manos a David y lo jala para que baile con ella. Ojalá y se queden bailando toda la noche y así se olvidan de la botella de vodka que ya está por acabarse.

Me paro junto a Annie para bailar y me encanta, siempre me ha gustado bailar. Cierro los ojos y me dejo guiar por la música, es fácil para mí, siempre ha sido fácil. Como si el baile corriera por mis venas. Annie canta a todo pulmón junto a Sophie, mientras David y yo les hacemos los coros. No puedo evitar reírme cuando David toma la botella para beber de golpe todo lo que queda mientras nosotras gritamos fondo.

—Yo también quiero fondo, fondo —grita con mucho entusiasmo Annie.

Esta chica tiene mucha energía, parece que se recarga con cada trago.

—Hagamos Karaoke. Karaoke ¡Sí!

Grita Sophie mientras corre alguna parte de mi apartamento a buscar algo. Ella regresa con un micrófono inalámbrico color plateado.

Sirven otras tres rondas de vodka mientras buscamos la música y yo siento que ya estoy llegando a mi límite.

—¿Cómo sabré cuando ya esté borracha? —pregunto mientras me acuesto en el piso y los observo buscar una música.

—Hablas estupideces, pero contigo no se sabe porque siempre estás hablando estupideces —me responde Sophie, tan directa como siempre.




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