Era un día realmente caluroso en Chonqing, Lan Wingshu se encontraba al lado del estanque que estaba en la plaza principal de su clan, el pequeño niño estaba esperando la llegada de su madre, quien había salido para comprar algunas cosas, y su padre se había llevado a sus hermanos a luchar contra cadáveres y fantasmas, como era su costumbre, el pequeño Lan se sentía muy aburrido y sofocado por el tremendo calor que estaba haciendo.
Unos momentos más tarde, decidió partir de nueva cuenta a su casa, en donde ahora estaba seguro de esperar a su madre con paciencia.
Cuando su madre llegó, ya era Shen Shi(1), por lo que era algo tarde para el joven Lan, quien ahora estaba rezando y quemando incienso para Shang Di, dios del paraíso de los cielos.
Zhao Lixue -¿Lan Wingshu? Querido, perdón por la tardanza, tuve que ir a otro lugar para comprar algo que quería.
Lan Wingshu-¡Madre! Regresaste, bienvenida - El pequeño niño estaba realmente feliz por el regreso de su madre, se levantó y la fue a recibir.
Cuando Lan Wingshu se acercó a su madre, notó un extraño objeto cubierto de una fina tela que estaba posado sobre su espalda, el niño tenía mucha curiosidad acerca del objeto extraño que su madre tenía, aunque no preguntó, ya que estaba seguro que su madre le iba a explicar cuando ella pensara que estaba bien.
- Pequeño, ¿te preguntas que es lo que tengo aquí cierto? - La hermosa mujer señaló el objeto de su espalda dirigiendo toda la atención del niño a la delicada pieza.
-¡Oh! Claro que sí madre, tengo curiosidad al respecto - habló el pequeño con entusiasmo y con cierta tranquilidad en su rostro al mismo tiempo.
- Mañana te lo mostraré, A-Shu, mañana es un día especial. - Y esto era verdad, ya que era el cumpleaños número 8 de Lan Wingshu, lo que la mujer tenía sobre su espalda era obviamente un regalo para su pequeño hijo.
Lan Wingshu no era tonto, así que también sabía que se trataba de un regalo, por lo que estaba aún más ansioso, tanto que por la noche apenas pudo dormir. A la mañana siguiente se levantó en el Yin Shi(2), ciertamente era bastante temprano, pero la familia Lan solía levantarse a esa hora, Wingshu se dirigió a la sala de su casa y vio a su padre, su madre y sus hermanos sentados alrededor de la mesa, su madre estaba muy sonriente, y su padre se veía un poco más calmado, sus hermanos estaban ansiosos y bastante inquietos.
Lan Wingshae - ¡Al fin estas despierto, A-Shu! Esperamos mucho por tu llegada, ¡disculpate! - sonrió el muchacho que en ese entonces tenía 13 años.
Lan Wingshou - A-Shae, no exageres, no hemos estado aquí mucho tiempo, se amable ya que hoy es el cumpleaños de A-Shu, por cierto, felicidades A-Shu. - habló en una voz muy calmada el mayor, aunque en su corazón estaba muy emocionado.
Lan Wingshu estaba sorprendido por las distintas emociones que percibía en aquella sala. Zhao Lixue recibió a su hijo entre sus brazos y le llenó de dulces besitos el pequeño y delicado rostro infantil de Wingshu.
Zhao Lixue - Estoy muy feliz que Shang Di nos haya permitido celebrar otro cumpleaños, ¿recuerdas lo que te llamó la atención el día de ayer y que te dije que hoy iba a mostrartelo?
-¡Ah! Claro que lo recuerdo, ¿me lo mostrarás ahora?
Cuando el pequeño A-Shu habló, su madre sacó con mucho cuidado aquella pieza que le había prometido mostrarle, la posó con cuidado sobre la mesa y le asintió al niño, en señal de que él mismo podía descubrir de lo que se trataba.
Los ojos de Lan Wingshu se iluminaron al quitar la tela que cubría el objeto, ¡era un guqin(3)! El niño siempre estuvo interesado en el arte de la música, así que le hacía mucha ilusión que su madre le obsequiara aquel instrumento, al cual respetaba mucho, y que escuchaba a su madre tocar en algunos momentos.
No sólo era Lan Wingshu el sorprendido, si no que también su padre y sus hermanos, abrieron lo más que pudieron sus ojos y se quedaron sin palabras, así que sin esfuerzo alguno, Lan Cong habló.
-Felicidades, A-Shu, tu madre te regaló un gran instrumento, espero que mi regalo también te guste y que no te desilusione - Estiró la mano al tiempo que sacó un largo objeto de una de sus mangas.
Lan Wingshu se quedó asombrado, ya que su padre de igual forma le había regalado un instrumento musical, ¡era una flauta! Obviamente el pequeño niño se sintió regocijado por el regalo, ya que así podría saber tocar dos instrumentos al mismo tiempo.
-En absoluto padre, estoy muy feliz por el regalo, la flauta y el guqin son dos de mis instrumentos favoritos, amo el sonido de ambos, ¡así que soy muy feliz por tenerlos a ambos! Gracias padre, Gracias madre, son los mejores regalos que pudieron darme, soy muy feliz - Habló Wingshu con lágrimas en los ojos, haciéndolas brotar por cada palabra que este decía, aunque no estaba llorando de dolor, en cambio tenía una gran sonrisa en su rostro, que contrastaban las lágrimas que estaban cayendo.
Ese mismo día, Lan Wingshu se propuso aprender a tocar con mucha pasión aquellos dos instrumentos, su madre le daba lecciones del guqin y le enseñaba como tocar melodías en la flauta, el niño era muy brillante y bastante listo, por lo que sólo le tomó 3 meses aprender a tocar de manera básica ambos instrumentos, aunque el no estaba satisfecho con tocar lo básico así que por su cuenta empezó a practicar hasta que sabía tocar perfectamente.
Lan Wingshu tocaba suaves melodías en el guqin con gran destreza, y alegres melodías con su flauta, muchas personas del clan Lan estaban impresionados de que el más pequeño de los jóvenes amos tuviera gran destreza en la música, era claro que por su actitud erudita tenía que tener ciertos rasgos, ya que aún siendo un niño, el era bastante serio y muy inteligente, tampoco le gustaba jugar con otros niños de su edad, prefería leer y escribir lo que estuviera en su mente, era todo lo contrario a su hermano mayor Wingshae, quien era un chico travieso y que le encantaba molestar a todos sus compañeros.