Pasos apresurados...
Durante los siguientes días permanecí la mayor parte del tiempo en casa, era lo mejor para no ver a Enrique y a sus padres.
Mas la visita de la señora Selver a mi casa, me demostraba que habia sido descortés al haber evadido todas sus invitaciones.
Después de una buena charla con la madre de Enrique, acepte su invitación de ir a comer el fin de semana con ellos, esta vez no pude negarme.
El dia de visitar a los Selver en su casa habia llegado, durante la semana me la pase pensando en cual era la actitud que debia de tomar dicho día pero no habia podido pensar en nada. Al llegar a casa de los Selver no podia evitar sentirme incomoda y como si todo se pusiera en mi contra cuando llegue al comedor todos ya estaban en la mesa y solo me esperaban a mi.
-Ann toma asiento, estoy encantada de que pudieras venir despues de tanto tiempo-, dijo la señora Selver acentuando las dos últimas palabras. —Me disculpo por no haber podido venir a visitarla, tenia pendientes y no pude organizar mi tiempo. — Claramente estaba mintiendo pero no podia ser sincera, ver a Enrique con Camille me quitaba el apetito pero tenia que ocultar mis sentimientos.
Durante el almuerzo hablamos de muchos temas y poco a poco me sentia mas tranquila, fue hasta la pregunta que Camille hizo con respecto a mi regalo para Enrique el dia de su cumpleaños. De todos modos estaba preparada , saque una pequeña caja de mi bolso y se lo entregue a Enrique, —Lamento lo sucedido ese dia, pues no pude darte tu regaló.. El que abriste era uno que habia preparado para mi amiga Lucía por su cumpleaños, con eso aprendí a no usar una envoltura parecida cuando de obsequios.— Dicho esto me sentí mas tranquila y lo ultimo que dije causo gracia en el padre de Enrique.
Por fin el almuerzo en casa de Enrique había terminado y aunque su madre se ofreció a llevarme a casa la rechace amablemente pidiendo que la anfitriona descansará y de que pronto recibiría mi visita.
El resto de la tarde la pase junto a Frank y Lucía en el centro comercial, puesto que nuestro baile de graduación estaba cerca.
—Ann estas bien?, lo digo porque no dijiste casi nada sobre los vestidos que me probé-, - lo siento mucho, solo es que estoy confundida.., claramente Lucia entendia porque me sentía asi.
-pienso que ver a los Selver te incomoda y es por Enrique, deberias considerar despejar tu mente y aclarar las cosas-
Era verdad y Lucía estaba en lo correcto. A los pocos días después de pasar por el mayor susto de mi vida aliste mi maleta y me fui a ciudad Azul por petición de mis padres. Debo de decir que en los dias que estuve allí pude despejar mi mente pero no podia dejar de pensar en Enrique y queria tomar la cruda decisión de reprimir todos mis sentimientos y guardarlos solamente para mi..
En fin mis pequeñas vacaciones habían terminado, y al llegar a ciudad Dorada me esperaba mi baile de graduación y continuar una nueva etapa en mi vida.
-Buen día abuela como te encuentras?, pregunte mientras preparaba un jugo
-muy bien mi querida Ann, por cierto tú madre antes de irse dejo tu vestido en su habitación-
-esta bien abuela ire a verlo y ten un hermoso dia, servi el jugo y me despedí con un beso
Durante la tarde me la pase en casa de Camila junto a Lucia, ellas querian que las ayudara a elegir entre algunos vestidos que habian comprado en mi ausencia
-Ann debo de decir que deje mi tarjeta casi vacía por comprar este hermoso vestido.
La escuche riendo por lo último que habia dicho, - es claro que una tarjeta de credito en tus manos corre un enorme peligro Camila.
Lucía no pudo evitarse reir ante mis palabras, lo cual dio inicio a una pelea de almohadas.
-no es novedad Camila y es obvio que Ann opina lo mismo que yo, dijo Lucía riendo
Estar con ellas era olvidarme de mis problemas y no pensar en Enrique.
Eran las 7:00 am y mi madre tocaba mi puerta con insistencia, hoy era mi graduación y todos en casa estaban emocionados.
-buenos dias!!, ahora tenemos una nueva profesional en la familia!!, todos gritaron als unisono haciendo que despierte por completo.
Agradeci riendo sus tan afinadas palabras, para luego abrazarlos a cada uno y agradecerles su gran amor y apoyo.
Era de esperar que mi madre trajera a todo un equipo para que me arreglaran tal cual princesa era para ella. No me resistí a ninguno de sus pedidos pues ella estaba mas que feliz.
Al llegar a la Fiesta mis amigos no tardaron en decir lo hermosa que me veía y que parecía una princesa, algo que tome con gracia. Durante la fiesta bebí y baile hasta mas no poder no sin antes haber convivido con toda mi familia, una etapa terminaba en mi vida y nuevas experiencias me esperaban y quiza una gran historia estaba por comenzar. Ese instante era tan feliz para mi que recordar a Enrique no me causaba dolor.
Al dia siguiente el dolor de cabeza y sentir mi cuerpo pesado me hacían recordar a mi fiesta, los dias posteriores salí con mis amigos y poco a poco comenzaba a saber menos de Enrique y camille.