El Amor Florece En Invierno - Para Ann

Capítulo 7

Dias magicos.. 

Habian pasado unos días desde aquel almuerzo con los selver y aun no podia asimilar que  estaba a muy poco de comprometerme con Enrique y lo mas terrible aun era que yo estaba feliz, acaso eso era felicidad?

Todo lo sucedido obviamente se lo conte a mis amigas con lujo de detalles, nuestro compromiso seria dentro de dos meses, puesto que mi madre y la señora Selver querian organizar muy bien tan grandioso evento. Y ese tiempo serviria para que Enrique y yo nos conociéramos mas..

Hoy planeaba estar en casa y preparar un nuevo proyecto para presentarlo a la empresa de mi padre para asi poder obtener una pasantia como todos. Sin embargo una notificación en mi celular me saco de la realidad.

     << Vengo por ti para ir

al cine nos vemos

en 15 minutos>>

-Enrique-

 

Eran las palabras de Enrique en su mensaje de texto, espera Enrique me pedia ir al cine con el? Los dos solos?
No pueden imaginar la enorme felicidad que sentia en ese momento y aunque antes me había cuestionado el hecho de no saber nada de Camille y porqué habia terminado con Enrique. Solo en ese instante pense en mi por mas interrogantes que tenía.

No puedo describir lo mágico que fueron esos momentos. Durante los siguientes días volvimos a salir muy a menudo, a comer y pasear mientras nos contábamos momentos importantes de nuestras vidas.

Mis padres notaban mi felicidad y no hacían mas que halagar mi relación con Enrique y mas felices aun estaban sus padres. Por estar en las nubes me habia olvidado de mis amigos y  casi ya no los veia asi que habia acordado salir con ellos a mitad de semana.

—Ann señorita futura prometida de Enrique Selver, vaya suena genial, Señora Selver—

—ya deja de bromear!— Empuje a Camila en son de broma. 

—Admite que estos dias estas en las nubes por tu relación-


Lo sé, aun no puedo creerlo y siento que despertare en cualquier momento.
— Estas tan enamorada sera mejor que nos demos prisa si no Lucía y Frank se molestaran.

Era verdad estaba en las nubes y necesitaba a alguien que pusiera mis pies sobre la tierra. Pase la tarde conversando y comiendo con mis amigos y escuchando decir a Lucía lo dura que ahora sería mi vida después de casada, sin tiempo para amigos y con nuevas obligaciones.

Como la reunión con mis amigos habia durado mas de lo acordado razón por la cual Enrique paso por mi al lugar para llevarme a casa, enserio era tan romántico el momento.

Hace poco sufria por no poder tener a la persona que amaba a mi lado y ahora por obras del destino estaba a su lado.

Sin embargo siempre que podia me preguntaba que es lo que habia pasado con Camille, donde estaba? Y porque habia terminado con Enrique.
era un tema que aveces me quitaba el sueño. Pero tal vez era mejor no saberlo. Y seguir con mi vida que ahora comenzaba a ser mas perfecta.

A la mañana siguiente me aliste para ir al orfanato Manos unidas, queria visitar  a los niños y jugar un poco con ellos, hacer robots y cosas nuevas.


-Ann ya no te vemos mucho por aqui, te extrañamos y también a nuestro amigo que ya no nos visita, dijo el pequeño Lucas. Dentro de mi pensaba que tal vez aquel amigo era un amigo imaginario y que solo ellos podian ver. Preferí no contradecirlos y permiti que me contarán de quien era aquella persona de la que siempre me hablaban. —Es un héroe y viste con capa, también nos habla del mundo de las maravillas, dijo uno de ellos.
Contaron muchas historias de fantasía de aquel tan misterioso personaje y me sume a contarles algunos cuentos que yo me sabia.

Al ya caer la noche me despedi de ellos y prometí a volver a verlos muy pronto, no pude despedirme de la directora del orfelinato  asumi que estaba ocupada con ciertos asuntos.
Al salir me esperaba la señora Selver, queria que la compañera para poder ver algunos vestidos y elegir uno para el dia de mi compromiso. Todos eran hermosos y con mucho brillo, me sentia tan culpable de la enorme  felicidad que tenia por dentro que pregunte por Camille. Aquella pregunta dejo a la Señora Selver sin palabras y solo continuó viendo los vestidos
Era aquella una razón por la que debia insistir, o solo deberia de seguir en las nubes como lo estaba haciendo hasta ahora. Era claro que la señora Selver habia evitado por completo mi pregunta. 




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