Capítulo 27

No es el reflejo de la felicidad

Ya habían pasado varios dias desde mi visita en casa de los Dreyi, y como todo los dias me preparaba para ir a la empresa sin embargo hoy era la excepción pues antes pasaria por el departamento de Marco, el queria hablar conmigo, la razón no la sabia pero lo averiguaria.
En cuanto llegué a su edificio y mientras me encaminaba a su departamento me preguntaba que es lo que mi hermano queria preguntarme, mis pensamientos me tenian muy distraída y poco pude procesar en cuanto vi a una señora con el rostro muy familiar pasar por mi lado. Esta tenia una ligera sonrisa y subio al ascensor algo presurosa, mis pies se quedaron quietos al finalmente recordar que dicha mujer era la madre de Elisa, acto seguido me apresure a presionar los botones del ascensor para poder subir de prisa y saber cual era la razón de verla en el mismo edificio donde vivia mi hermano o tal vez  era que podria estar viviendo también aqui. Una vez dentro del ascensor no podia dejar de pensar en lo que habia visto y trate de calmar mis nervios antes de llamar a la puerta de Marco.
—Buen dia Ann, adelante.
—G-gracias hermano— Respondi algo distraída.
—Pasa algo? —Pregunto pues yo veia de reojo en dirección al pasillo esperando ver a la madre de Elisa.
—No es nada— dije entrando, —Puedo ver que ya estas casi listo. 
—Pues si, quieres café? — Asentí de inmediato y me sente. 
Enseguida Marco me sirvió una taza de café y luego de ello se fue a su habitación para terminar de arreglarse, mientras bebia el café me preguntaba repetidas veces cual seria la razón por la que había visto a la madre de Elisa hace un momento. 
—Ann, Ann. 
—Si hermano, lo siento estaba algo distraída. 
—Entiendo que el señor Hamtone absorba la mitad de tu tiempo, pero últimamente te veo muy pensativa. 
Solo asentí con una leve sonrisa al escucharlo y le ofrecí sentarse. 
—Y bien? Cual es la razon de que me hicieras venir. 
—Vaya, mi hermana esta molesta porque quiero verla— Respondió en tono burlon. 
—Claro que no. 
—Pues queria verte, mamá me comento que hoy te probaras tu vestido de novia asi que te acompañaré.

—Hoy?— Interrogue, pues ni yo misma sabia que hoy iria nuevamente a la casa de modas pues habia ido hace muy poco, sin embargo luego recordé que la señora Selver conocía a la diseñadora y le pidio personalmente en avanzar con el vestido lo antes posible pues el que habia elegido era de su nueva colección y solo faltaba que le hicieran unos ajustes. 

—Pero podras? Digo tengo entendido que hoy tienen reunión con algunos de los socios. 
—Si, pero sera durante la mañana. 
—B-bueno esta bien, mientras no interrumpa tu trabajo me quedo tranquila. 
—Como dices eso Ann, eres mi hermana— Dijo de inmediato dandome un fuerte abrazo lo cual me extraño pero al mismo tiempo me hizo sentir protegida. 
Me extrañaba que Marco me hubiera llamado solo para decirme que iria a la prueba de mi vestido, pues me imaginaba otro tipo de situación. 
Al llegar entre del brazo de mi hermano y él extrañamente me acompaño hasta mi oficina y antes de irse me informo que pasaria por mi para ir juntos a la casa de modas. 
—Buenos días señorita Ann, este es el informe que pidio ayer sobre los proyectos en los que esta trabajando el equipo. 
—Gracias Sofía, los revisare en un momento. 
Ella asintió y salio de mi oficina, acto seguido comencé a revisar el informe y me puse al tanto de gran parte de los avances que estaban realizando. 
Debido al señor Hamtone no habia podido dedicarme al cien por ciento con mi equipo por lo que Carlos habia sido el encargado durante mi ausencia.
Debia de admitir que ahora pasaba mas tiempo de lo normal pegada a la computadora y me terminaba estresando muy rápido con cada cosa que me salia mal y mi mejor relajante era beber café frio en la cafetería, por lo que en cuanto pude salir de mi oficina me fui directo a la cafeteria por uno. 
Me sente para relajarme un poco antes de volver a encerrarme para seguir trabajando, estaba muy comoda bebiendo mi café hasta que senti una leve palmada en mi hombro por lo que voltee a ver de inmediato. 
—Laura. 
—Siento haberte interrumpido Ann, puedo hacerte compañía—Dijo mirando la silla vacia. 
—Pero por supuesto. 
—Y bien como estas, no te veo muy seguido, Darren me comento que estas muy ocupada debido al proyecto del señor Hamtone. 
—Es cierto, ese proyecto me tiene muy ocupada últimamente. 
—Espero todo vaya muy bien, tengo entendido que te iras a ciudad Azul después de las celebraciones de fin de año. 
—Pues es lo mas probable. 
—Enrique estará muy triste. 
—T-triste? 
—Me refiero a que no verá a su prometida por un tiempo. 
—Entiendo, supongo que podra venir a verme — Disimule con una sonrisa pues sabia perfectamente que Enrique no me extrañaría en lo mas minimo. 
Después de aquella pequeña charla ambas nos fuimos a nuestras respectivas areas de trabajo. Por mi parte estuve respondiendo a algunos correos de Nicolas Hamtone pues ya se acercaba la hora en que me iria. 
Al poco rato Marco entro en mi oficina y pudimos irnos a la casa de modas. 
Tanto la señora Selver como mi madre ya se encontraban en el lugar  al parecer habiamos llegado justo a tiempo, Enrique aun no estaba pero decidí pasar a probarme el vestido pues queria ver como me quedaría. Una de las señoritas estaba conmigo para ayudarme a probarme el vestido pense que asi sería mas fácil sin embargo en cuanto me lo puse el vestido se sentia muy ajustado razón por la cual me puse muy incomoda pues al parecer habia subido de peso. 
—Probablemente se equivocaron en la talla al momento de realizar su vestido señorita. 
—N-no se preocupe lo mas probable es que haya subido de peso— Dicho esto la señorita bajo la cabeza apenada y solo le pedi que me ayudara a ponermelo cuidando de que no se rompiera al momento de cerrarlo
—Listo señorita, esta un poco apretado esta segura que se siente bien?
—S-i—Respondi, sin embargo me sentía muy incomoda, pues el vestido estaba muy ceñido al cuerpo y me presionaba mucho. 
Antes de que pudiera mostrárselo a los demás me mire en el espejo y en cuanto lo hice me di cuenta que el vestido marcaba mucho mi figura, era claro que notarian que habia subido un poco de peso, era incomodo verme asi. Pero verme asi en el espejo me daba a entender que muy pronto seria la esposa de Enrique ain embargo pensar en ello me habia generado tristeza pues sabia que aunque él llegaria a casarse conmigo no podria amarme como amaba a Elisa. 
—Disculpe señorita, quiere que le mostremos el vestido a su familia— Asenti al escucharla pues ya había pasado un tiempo desde que habia entrado al probador y era de esperarse que ellos se estaban preguntando la razón del porque aun no habia salido. La señorita me puso los accesorios que faltaban y después de ello me ayudo a ir a la sala en donde estaban todos. En cuanto entre todos habian quedado perplejos, pues eso era lo que me daban a entender ya que no decian palabra alguna y los segundos de silencio me habian puesto mas nerviosa de lo que ya estaba, y estos aumentaron al ver que Enrique se encontraba de pie justo al costado de mi hermano. 
—Y bien? — Dije rompiendo el silencio. 
—Vaya hija te ves muy hermosa, no recordaba el vestido asi, digo siento que el diseño es diferente sin embargo estoy encantada, seras la novia mas hermosa ese dia.
—Ann te ves preciosa, absolutamente ese vestido resalta tu belleza en todo sentido y concuerdo con tu madre, seras la novia mas hermosa el dia de la tu boda— escuchar esas palabras por parte de ambas me relajaba pues probablemente si se habian dado cuenta que el vestido estaba mas ajustado. Por otra parte mi hermano me halago en demasia y el último en dar su opinión fue  Enrique. 
—Te ves muy hermosa Ann, concuerdo con todos el día de tu boda te ve.. — Enrique enseguida corto sus palabras al darse cuenta de lo que habia dicho, —Q-quiero decir te veras hermosa el dia de nuestra boda. 
Después de aquellas palabras de Enrique pude notar que el no se veía junto a mi el dia de nuestro matrimonio y que en lugar de mi, queria a Elisa. Al final mi hermano me dijo que podia quedarme para ir con Enrique a otro lugar ain embargo me Negué y preferí volver con él. Una vez en la empresa me ocupe de los pendientes pues como siempre que pasaba por situaciones similares a lo ocurrido en la casa de modas siempre prefería ocupar mi mente trabajando. En cuanto me fije de la hora ya era muy tarde, afuera hacia frio y muy pocos estaban en la empresa, no quería ir a casa aún y lo mejor era ir al departamento de las chicas. 
Al llegar ellas me recibieron con un enorme abrazo y me invitaron a cenar, ellas estaban muy emocionadas por que les cuente como me habia ido hoy en la prueba de mi vestido, razón por el cuál les conte todo lo acontecido. 
—Que?Como es posible que dijera eso— Replicó Camila con sorpresa. 
—Ann estoy muy triste porque no pudimos acompañarte, por eso te lo recompensaremos con una delicioda cena. 
—Gracias Lucia. 
—No puedo creer que Enrique hiciera tal comentario, es claro que nisiquiera puede pensar siquiera un poco en su futura espo.. ay! — Camila dio un gritillo al final pues Lucía le habia dado un pequeño jalon. 
—Lucia! Eso me dolio. 
—Ann esta aqui Camila, hagamos que se olvide de ese mal momento. 
—Solo quería resaltar lo que paso, además es por causa de Elisa que.. ay!—Dio nuevamente un gritillo  pues Lucia le habia dado un nuevo jalon. —Lucía a ese paso me dejaras sin cabellos! 
—No nombres a esa mujer, olvidate de ella y de Enrique, quieres? 
Verlas en esa situación me habia sacado unas carcajadas pues cuando Lucia reprendia a Camila esta parecia una niña pequeña. Sin duda alguna ese momento con ellas me hacía muy feliz pues ya no me llanaba la cabeza de pensamientos.