Una gran celebración
A la mañana siguiente habia despertado apática y todo por la extraña conversación con aquella persona pues no sabia si se trataba de un hombre o una mujer. Sin ánimos me di un baño y luego de ello recordé como haria para poder ir a casa del señor Dreyi pues estaria en la fiesta.
Después de compartir con todos durante el desayuno regrese a mi habitación para poder empezar a alistarme, puse alguno de los obsequios en una bolsa para poderlos poner en el auto de Max, este me observo curioso por lo que no me quedo mas que contarle lo que haría después, grande fue mi sorpresa al saber que mi abuela ya lo habia puesto al tanto de todo y él no dudo en apoyarme pues se ofreció a llevarme a casa del señor Dreyi y antes de que el pudiera malinterpretar las cosas del porque haria aquello le explique las razones a lo cual el parecía haberlo entendido a la perfección y por esa razón acordamos llamar a un taxi de confianza a la puerta trasera del hotel Hamtone para que me llevara a casa del señor Dreyi.
Decidí ir junto con mi hermano y Lizy aunque poco antes Enrique me había llamado ofreciendose para recogerme en casa, petición a la cual me negue de inmediato sin sonar descortés.
Una vez llegado al lujoso salon del hotel Hamtone se podia presenciar una hermosa decoración que nos recibía y un hombre nos abría la puerta amablemente, en cuanto baje del auto algunos flashes se hicieron presentes tomandome de sorpresa a lo cual solo sonreí con amabilidad y ingrese a la fiesta del brazo de mi hermano. Gran parte de los asistentes estaban presentes, con hermosos vestidos y elegantes trajes. Darren y Laura entraron enseguida, ella lucia un vestido en color blanco con un ligero escote en la espalda.
—Vaya Ann, te ves hermosa! —. Exclamo dandome un abrazo.
—Tu también te ves hermosa Laura ese vestido te queda precioso.
—Veo que tu prometido ya llego—. Dijo realizando una seña con dirección a la entrada, en efecto era Enrique quien venia acompañado de sus padres y hermanos, enseguida la señora Selver se acerco muy amable y no tardaron sus halagos.
—Ann te ves bellisima extrañe mucho que vinieras a visitarnos—. Correspondí a su saludo muy amable y luego de ello se fue al encuentro de mis padres, por su parte Enrique se quedo y estuvo en silencio mientras mis hermanos y Darren charlaban.
Los asistentes seguian llegando y cada uno era observado por el publico ya presente y una de las personas que iba llegando captó la atención de todos apenas entro, era Elisa, tenia puesto un vestido rojo descubierto en los hombros y ceñido al cuerpo que resaltaba su delicada figura. Enrique no tardo mucho en darse cuenta de su presencia además de la mirada penetrante que Nicolas habia puesto en Elisa pues esta sonreia apenada ya que a este punto sabia perfectamente que todos la observaban.
—Hola, como estan? —. Saludo con una dulce voz, Laura al parecer estaba confundida al igual que las demás pues ese no era el vestido que ella había adquirido en la tienda.
—V-vaya Elisa estas muy hermosa, ese vestido te queda muy bien—. Sonreia una Laura apenada.
Al ver la situación sonreí pues solo eso quedaba, Enrique estaba más que anonadado y desde lejos podia notar la incomodidad de su familia. Nicolas vino hasta donde estábamos y no desaprovecho la oportunidad para invitar a Elisa y que esta lo acompañará mientras el saludaba a unos conocidos, esto cambió totalmente el humor de Enrique quien por dentro juraba estaba mas que celoso.
Después de que todos los asistentes estuvieron presentes, pasamos a sentarnos en las mesas, y por fin dio inicio, como siempre mi padre salio a decir unas palabras en compañía de mi madre, posterior a ello salieron JJD y el equipo Zeus, y despues de cada discurso todos aplaudiamos al unisono. Laura se llevó el premio a la empleada del año y luego de ella siguieron otros reconocimientos e incentivos a otros empleados de la empresa, y antes de terminar Laura agradecía frente a todos la ardua y resaltante labor que Elisa estaba desempeñando en la empresa.
Después de la comida como era lo habitual venia el baile, era de esperarse que Enrique y yo fueramos los primeros en bailar la primera pieza, no podia expresar la incomodad que sentia pues este parecia distante y yo solo mostraba una falsa sonrisa la cual borre al término de la música, los proximos fueron Nicolas y Elisa, ambos eran admirados por todos y algunas chicas de la oficina no podian ocultar sus miradas llenas de envidia. Para no seguir viendo aquello me fui al baño pues sentia que mis mejillas ardian en fiebre, mire la hora para poder salir a tiempo al cumpleaños del señor Dreyi sin embargo aún faltaba un poco. Sali del baño algo mas refrescada y antes de volver al salón pense en darme una vuelta, llegue hasta un pasillo con enormes ventanas que daban una hermosa vista al jardín, al llegar a la fuente vi a una preciosa niña con los cabellos risados que me observaba muy sonriente.
—Pareces una princesa, estas perdida? — Pregunto con una tierna voz.
—Hola—. Respondí acercandome a ella.
—Hola me llamo Morgan y tú?
—Mi nombre es Ann.
—Lo sabia, tienes el nombre de una princesa.
Sonrei al escucharla, —Porque piensas que soy una princesa? —. Pregunté.
—Tu vestido es hermoso y tu también, tu cabello es muy bonito—. Luego de ello se acerco a mi con una flor que traia en sus pequeñas manos, —Puedo? —. Pregunto.
—Por supuesto —. Asentí, luego de ello aquella pequeña se acerco a mi y me puso la flor en el cabello, después desabrocho el broche que sujetaba mi cabello haciendo que estos cayeran por debajo de mis hombros.
—Wow te ves muy bonita bonita! —. Exclamo tocando sus mejillas tiernamente.
—Gracias, por cierto, donde estan tus padres bonita.
Al escucharme de inmediato se tapo la boca juguetona y antes de que pudiera preguntarle nuevamente se escucho a alguien llamarla por su nombre a lo que ella de inmediato tomo mi mano haciendo que fueramos tras la fuente para escondernos.
—Es mi tio, y nos esta buscando—. Dijo la pequeña mientras asomaba la cabeza, al escuchar nuevamente a aquella persona llamar su nombre su voz se escuchaba cerca y algo familiar.
—Tio? —. Asomo la cabeza nuevamente la pequeña entre risas.
—Morgan donde estabas? Me tenias preocupado.
—Estaba con la princesa— Respondio con una risilla y acto seguido asome mi cabeza para ver a un Nicolas muy preocupado junto a una agitada Elisa.
—Princesa? — En cuanto Nicolas me observó parecia molesto.
—Señor Hamtone—. Dije su nombre con una sonrisa mientras Morgan juguetona se escondia tras mi vestido, al fondo se podia ver a un Enrique algo despistado, era de esperarse que habia salido en busca de ellos.
—Señorita Alarcon usted como es que esta con mi sobrina—. Dijo algo molesto, y viendo de reojo a Enrique acercarse a nosotros, —Veo que su prometido vino por usted—. Sonrei ante lo dicho y antes de que pudiera responder Morgan se adelantó.
—Yo me encontre con la princesa Ann, no la culpes—. Nicolás de inmediato dio un suspiro pesado y extendió su mano para llevarla a lo que Morgan de inmediato me abrazo.
—Morgan, debemos de ir con tus padres ellos están muy preocupados—. Ella negó varias veces y tal acción parecía incomodar mas a Nicolás.
—Morgan tu tío estaba muy preocupado por ti y se que tus padres lo estan mas aún—. Dije acariciando su mejilla, —Te gusta ese broche? —. Pregunte a lo que ella de inmediato asintió. —Pues es tuyo, te parece si ahora volvemos con tus padres?
—Si!— Morgan tomo de mi mano y caminaba alegre mientras Nicolas iba por delante. Al llegar a la suite donde estaban sus padres esta se disculpo con ellos y me presento como una princesa a lo que su madre con una dulce sonrisa le dijo "Estoy de acuerdo contigo, ella es una princesa". Me senti muy feliz pues aquella mujer quien resulta era la hermana del señor Hamtone era muy hermosa.
Después de aquel pequeño y agradable incidente volvimos al salon sin embargo al ver el reloj era tiempo de irme pues si no me iba lo antes posible no llegaria a la hora indicada.
—Esta todo bien? —. Preguntaba un Enrique perdido mientras Elisa y Nicolas nos seguian por detrás.
—Si, todo bien—. Respondí con una sonrisa mientras pensaba en la manera en la que debia de salir del salón, una vez dentro buscaba a Max con la mirada hasta que este me hizo una seña lo que indicaba que me esperaria por la puerta trasera. Observe nuevamente a mi alrededor y mis padres parecían estar muy felices charlando con los padres de Enrique, todos se veian muy ocupados en lo suyo y ese era el momento perfecto para poder salir hasta la parte trasera.
—Lamento haberme tardado Max, y el taxi?
—Preferi llevarla yo señorita, ademas si alguien extraño la lleva podria sacar conclusiones erradas y su abuela me pidió personalmente que la llevará y trajera de regreso, y me reitero que no se olvidara de darle los presentes al señor Dreyi y familia.
—Es verdad, gracias.
—No se preocupe señorita, apenas la deje en casa del señor Dreyi me regresare al evento y luego volvere a recogerla.
Al pensarlo detenidamente me di cuenta que eso seria muy cansado para Max por lo que le pedí que mejor me acompañara.
Durante el camino miraba por la ventana los hermosos paisajes por ese lado de la ciudad pues una ligera capa de nieve cubria las casas.
Al llegar Alfred nos esperaba de pie con una sombrilla.
—Alfred—. Lo salude con un abrazo para luego bajar la bolsa donde tenia los obsequios.
—Permitame ayudarla señorita —. Dijo sonriente mientras nos guiaba por la casa grande, con cada paso que daba me sentía muy nerviosa pues la señora Doyle me habia hablado de las personas que estarian presentes en el cumpleaños del señor Dreyi.
—Llegamos—. En cuanto Alfred dijo aquello abrió la enorme puerta y lo primero que vi al ingresar fue la sonrisa de una mujer mayor quien estaba sentada sosteniendo una taza de té, tenía puesto un conjunto en color beige con hermosos bordados, realmente la señora Dreyi tenia el porte de una mienbro de la realeza y que decir de la mujer que estaba sentada al lado suyo, a mis ojos era la mujer mas hermosa que habia visto, sus cabellos dorados y finas facciones parecían los de alguien irreal, muy parecidas a las de Derek Dreyi.
—Señorita Ann— Expreso la señora Dreyi, pues al escucharla había quedado impresionada con todo de ella —Señorita Ann es usted nuestra mas preciada invitada el dia de hoy, y debo de decir que usted es muy hermosa—. Sonrio delicada mientras observaba a Max pues este parecía estar anonadado, —Veo que trajo un amigo.
—E-eh si, buenas tardes señora Dreyi, el es Max un buen amigo de mi familia.
Dicho esto no sabía que mas decir pues cuando felicitaba a alguien por su cumpleaños lo hacia directamente después de saludar a los demas sin embargo esta vez no podia gesticular mas palabras y mas aún al ver al Derek Dreyi sentado mirandome con tanta tranquilidad justo con la esencia que lo caracterizaba.
—Buenas tardes señorita Alarcon, gracias por venir.
—Gracias a usted por invitarme—. Dije con una sonrisa pues al parecer los nervios habian hecho que olvidara que estaba en casa de la familia Dreyi, pues acto seguido lo abrace felicitandolo tal como lo hacia con mis amigas y al darme cuenta me aleje de inmediato lo que ocasionó que la señora Dreyi soltara unas risas.
—Ya veo porque la señora Doyle te tiene mucho aprecio— junto a ella también sonrió la hermosa mujer que estaba al lado suyo.
—Señorita Ann— Se acerco diciendo una sonriente señora Doyle que entraba con unas tazas de té.
Hablamos durante un momento antes de pasar al comedor y grande fue mi sorpresa al ver en medio de la mesa las piñas que habia decorado.
—La señora Doyle me dijo que tenia los adornos perfectos para decorar la mesa para esta significativa comida en honor al cumpleaños de mi adorado nieto— Dijo volteando a ver muy tierna a Derek— En cuanto supe que usted habia hecho estos hermosos adornos quede maravillada señorita Alarcon.
Acto seguido sonrei ante tal halago y pasamos a sentarnos todos, Max parecía estar menos nervioso lo cual me tranquilizaba pues no queria que se incomodara y peor aun por situaciones que yo había causado. Durante la comida hablamos de muchas cosas, mientras la señora Dreyi relataba como era su nieto de pequeño, mientras la hermosa mujer de la que poco sabia a ratos sostenia su mano, realmente ambos tenían rasgos parecidos lo que me llego a pensar que seria su hermana. Continuamos todos degustando todo lo delicioso que la señora Doyle habia preparado hasta que pasamos a otro salon para abrir los regalos, este lugar tenía un enorme arbol de navidad.
La primera en iniciar con su regalo fue Alfred y la señora Doyle, ambos le obsequiaron un hermoso abrigo en color crema, el cual casi de inmediato se puso Derek, después abrio el obsequio de la hermosa mujer, esta le habia regalado una colección de valiosos libros que aun teniendo dinero eran difíciles de conseguir por no decir imposibles. La siguiente fue la señora Dreyi, ella sostenia una caja pequeña muy hermosa, la cual se la dio a su nieto, al abrirlo este parecia haberse emocionado y le dio un abrazo a su abuela, eran dos adornos para el árbol de navidad, claramente yo no entendia el significado pero al parecer los demas si, sin embargo solo me límite a observar hasta que llego mi turno de darle su obsequio. Derek abrio el regalo el cual era la bufanda roja que le había comprado y por la cual casi llegó a una pelea razón por la cual me preguntaba si le gustaria mi obsequio y tal parece que si, pues se la puso.
—Vaya la señorita Alarcon conoce los gustos de mi nieto—. Expreso la señora Dreyi, por otro lado los demas opinaron que se le veia muy bien. Casi olvidaba lo encargado por mi abuela.