Me despierto con el hermoso canto de las aves y un agradable clima (no saben lo que daría para que sea verdad ), la loca de mi amiga Emma me despierta a gritos, no saben cuanto la amo por hacer eso.
-¡HANNAAAAAAAA!¡DESPIERTAAAAAA!-grita Emma como si su vida dependiera de ello.
-Ya cállate Emma,estás a mi lado no es necesario que grites y mucho menos que me despiertes tan temprano.
-¿Temprano dices?,pues claro si la señorita parece que estuviera hibernando,¿acaso no has visto la hora?-me enseña o mejor dicho me mete en los ojos el reloj que lleva en la muñeca-en quince minutos empiezan las clases y tú ni te haz vestido
-Mierda!! no puede ser-se me había olvidado que hoy comenzamos las clases.
-Tienes 10 minutos para arreglarte,si quieres que te lleve o te vas a pie.
Antes de que acabara de hablar ya me había ido a bañar y se preguntarán ¿por qué diablos no te vas caminando? la respuesta es fácil, odio caminar y el instituto está demasiado lejos como para hacerlo.
Salgo de casa corriendo para poder alcanzar a Emma y así es como comienza nuestra rutina.