Helena: todo este tiempo imaginaba que era su esposa. Nada más que eso nunca pasara y todavía no se lo que quiero hacer con mi vida y cuando lo decida se lo diré, ya que puedo hacer un viaje este fin de semana o tal vez decida otra cosa completamente diferente.
Federico: pienso que no estaría nada mal que hicieras un viaje. Pero depende de ti cuando tiempo tiene que durar y sabes que si haces eso tendrás que llevarte a tus guardaespaldas.
Helena: estoy consciente que nunca me dejarías salir si no me acompañan ellos. Además, sigo pensando que no era necesario que tuviera seguridad, solo que tu y mi hermano se preocupan por eso.
Federico: es que somos tu familia y siempre nos vamos a preocupar por ti. Solamente que la sobreprotección viene de familia y ya deberías de estar acostumbrada.
Matilde: estoy segura de que entiende tus palabras. Ahora será mejor que se vaya a dormir, espero que no sigas pensando en lo que paso, aunque no creo que lo hagas.
Helena: fue demasiado difícil para mi tomar esta decisión. Porque no me casaría con el sabiendo que no me ama y eso no sería justo para ninguno de los dos.
Matilde: hiciste lo que creías correcto para ti. Nada más que nosotros como tu familia te apoyaremos en todo lo que decidas y si no quieres casarte con Diego lo aceptaremos.
Ella se despide de sus padres cuando terminan su conversación, pero Helena intentaba sonreír y todavía no podía hacerlo. Ella empieza a caminar rumbo a su recámara y cuando llegan se acerca a su clóset para tomar su pijama y cuando la tiene entre sus manos se empieza a cambiar de ropa. Helena camina unos cuantos pasos hasta que llega a su cama y ella se acuesta y de poco a poco empieza a cerrar sus ojos para después quedarse profundamente dormidas.
En la casa de Diego Bennett Miller
Diego: fue un error haberla tratado de esa manera. Nada más que algunas veces no la soporto, porque quiera estar siempre a mi lado y eso no me gustaba.
Sebastián: me imagino que usted hizo mal al decirle esas palabras a la señorita. Solamente que no le gusta que nadie le diga sus errores.
Diego: jamás he sido un hombre perfecto. Pero no entiendo la razón de mi comportamiento y este fin de semana le tendré que pedirle perdón.
Sebastián: esta completamente seguro que lo escuchara. Ahora debería de preocuparse por las represalias que tendrá por haber tratado mal a la princesa Vaughan, ya que su familia no soporta que ella sufra.
Diego: sabre enfrentar a mi suegro y no creo que esto represente un problema para casarme con mi mujer. Además, eso no me importara y te aseguro que nos casaremos.
Sebastián: solo debe de tener mucho cuidado. Debería de aprovechar esta oportunidad para terminar con ella y sobre todo eso es lo que siempre ha querido.
Diego: no tengo ninguna necesidad de hacerlo. Porque me casare con mi Helena pase lo que pase y antes simplemente rechazaba mi compromiso, ya que me importa su apariencia física y me he dado cuenta que eso es lo que menos me debe de importar al convertirla en mi esposa, aunque hare todo lo que habíamos acordado. Eso significa que terminare hablando con mi suegro de este asunto.