En la casa de la familia Vaughan
Federico: me acaban de informar que Diego se llevó a nuestra hija. Solamente que estaba esperando este momento para hacer algo y ahora mismo iré por ella.
Matilde: antes de que te vayas debes de tranquilizarte un poco. Seguramente esto también lo sabe nuestro hijo y estoy segura de que se encontraran cuando estén de camino a su casa.
Federico: el parece que no puede entender que su compromiso esta cancelado. Además, te prometo que no tardaremos en llegar y quiero que nos espere.
Matilde: estoy casi segura de que está pensando en casarse con ella. Debes de impedir que eso pase, ya que no quiere que mi niña tenga una boda así.
Federico: sabe que esta tranquilidad no era normal. Nada más que le hare recordar que Helena tiene una familia y sobre todo que no tiene ningún derecho de hacer las cosas de esta manera.
Él se despide de su esposa para después salir de su casa y así lo hace. Él se sube y Federico lo enciende para continuar rumbo a su destino.
En la casa de Diego Bennett Miller
Diego: no tuve tiempo de comprarte un vestido de novia. Pero te prometo que cuando sea nuestra boda religiosa será diferente, solo que tu no me diste otra opción de hacerlo.
Helena: sabes que no podemos casarnos. Porque yo no estoy de acuerdo con eso y ahora necesito regresar a mi casa, ya que esto significara problemas con mi familia.
Diego: no tiene nada de malo casarme con la mujer que amo. Espero que estés lista para ser mi esposa, además tengo toda la vida para pedirte perdón.
Helena: si en verdad me amas no quiero que hagas las cosas así. Jamás entenderías mis razones, ya que siempre crees tener la razón y te recuerdo que te equivocaste conmigo de muchas maneras.
Diego: antes era un hombre completamente diferente. Sera mejor que vayamos a mi despacho para que el juez nos case, pero sé que estas a tiempo para que ellos lleguen y absolutamente nadie impedirá que seas mi esposa.
Ellos guardan silencio cuando de repente ven entrar a su padre junto a su hermano con todos los guardaespaldas que venían con ellos. Diego toma la mano de su mujer para impedir que se vaya.
Federico: jamás debiste de hacer esto. Sabes que cada una de tus acciones traerá consecuencias muy graves y lo primero que haré es llevarme a mi hija.
Diego: su hija es mía suegro. Solamente que no le conviene interferir en mis planes y esta noche únicamente celebraremos nuestra boda.
Federico: eres un hombre que no sabe lo que quiere y acaso piensas que yo dejare que lo hagas. Ahora mismo me la llevare y sobre todo me encargare de que se case con un buen hombre que la ame.
Diego: nunca debió de decir eso y mucho menos en mi propia cara. Ella sabe que es mía y se casara únicamente conmigo, así que quiero que se olvide de eso.