El amor no es una obligación

Capítulo 13

Federico: si en verdad te quieres casar con ella deberás de hacer las cosas bien. Sabes que esta es la única manera en que lo harás y así que me llevare a mi hija.

Helena: tienes que hacer lo que mi padre está diciendo. Siempre espere casarme contigo, pero no quiero que hagas las cosas más difíciles, por favor.

Diego: si te dejo ir quiero que me prometas que te casaras conmigo. Además, siempre te que quiera ver saldrás conmigo, eso quiere decir que dejare que tengas tu boda y que sabré esperar.

Helena: muchas gracias por saber entenderme. Ahora si vamos a tener un compromiso normal y no quiero que vuelvas hacer algo como esto.

Diego: si pasa lo mismo por supuesto que lo seguiré haciendo. Porque no pienso dejar que canceles de nuevo nuestro compromiso y para la próxima vez nadie impedirá que seas mi esposa.

Michael: entonces me iré con mi hermana para que ustedes puedan conversar, ya que no quiero que el día de mañana este circulando rumores sobre ella.

Federico: será mejor que se vayan de una buena vez. Necesito aclarar demasiadas cosas con el prometido de tu hermana, pero también necesitare recordarle que mi hija la tiene que respetar.

Helena: me iré con Michael y el día de mañana estaré esperando tu visita. Debes de evitar enojarte, porque las cosas no salieron como tu querías.

Diego: como no quiero complicar las cosas estaré de acuerdo con que lo hagas. Nada más que esta será la primera vez que pondré a prueba mi paciencia.

Helena: me casare contigo, así que nos vamos para que puedas hablar con mi padre. Espero que puedan tener una conversación normal, pero eso lo dudo mucho.

Ella se despide de ellos para salir de esa casa con su hermano. Sabía que si los dejaba hablar resolverían todos los problemas que había ocasionado Diego, Michael ayuda a su hermana a subirse a su auto y el también termina haciéndolo para después empezar a conducir y en la casa de Diego ellos estaban hablando.

Federico: cuantas veces te dije que nunca debías de hacer sufrir a mi hija. Solamente que si por mi fuera jamás te casarías con ella y sobre todo hace tiempo tuve que aceptar que ella te ama.

Diego: se perfectamente que la hice sufrir. Pero tengo que decirle que también amo a mi Helena y no debe de preocuparse por eso, porque pienso hacerla feliz.

Federico: te daré una última oportunidad para que la hagas feliz. Espero que la aproveches, porque ya no pienso darte ninguna más y únicamente debo de pensar en la felicidad de mi hija, aunque no me guste que te cases con ella.

Diego: entiendo sus palabras. Necesito decirle que la hare feliz y me casare con ella como debe de ser para poder evitar problemas con usted.

Federico: espero que mi advertencia te haya quedado clara. Porque no me gustaría volver a repetirte las mismas palabras que te dije.

Diego: le recuerdo que mi prometida me eligió como su futuro esposo. Nada más que usted estuvo de acuerdo con hacerlo, ya que la quería ver feliz a mi lado.




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