Capítulo 16

En la mañana siguiente

Federico: en verdad espero que tu prometido llegue con su familia. Pero si ellos no lo hacen esta vez no habrá otra segunda oportunidad y espero que la aprovecha, ya que si no lo hace nunca serás su esposa y yo me encargare de que eso no pase.

Helena: estoy segura de que el vendrá. Además, él quiere casarse conmigo y lo único que debo de hacer en este momento es esperarlo, solo que si él no se presenta con su familia no será su culpa, ya que sus padres aceptaron únicamente nuestro compromiso por los beneficios que ganarían.

Federico: querías casarte con él y yo simplemente te di gusto. Aunque sé que nunca fuiste feliz al estar comprometida con Diego y un padre lo que menos quiere en esta vida es ver sufrir a ninguno de sus hijos.

Helena: sé que me quieres y que también soy tu hija consentida. Ahora entiendo más que nadie que el amor no es una obligación, pero Diego al fin se dio cuenta de que me ama y puedo decir que mi sueño de amor se hizo realidad.

Matilde: nuestra hija está enamorada. Sabes que siempre debemos de apoyarla y si la vuelve a desilusionar ella se dará cuenta de que debe dejarlo.

Helena: eso ya no pasara, madre. Porque él me ama y de eso me di cuenta el día de ayer y su manera de mirarme era completamente diferente en cómo me veía antes.

Ellos dejan de conversar cuando ven entrar a su prometido acompañados de sus padres. Diego lo saludan para después hacerlo ellos y cuando terminan toman asiento.

Diego: he venido aquí acompañados de mis padres como usted me lo pidió, suegro. Nada más quiero que mi matrimonio con su hija sea un hecho.

Federico: hablaremos delante de ellos para poder aclarar varias cosas y sabes que lo primero que nunca debes de olvidar es que mi hija no está sola.

Diego: entiendo perfectamente que tiene una familia que la quiere. Solamente he venido hasta aquí para volver a decirle de nuevo que me casare con mi Helena.

Federico: la convenciste de casarse contigo. Ahora debemos de hablar sobre la fecha de su boda y eso lo haremos en este preciso momento.

Diego: estoy de acuerdo con usted. Necesito decirle que nos casaremos en menos de quince días, ya que no creo necesario esperar varios meses para casarnos.

Federico: la boda de mi hija no se celebrará de la noche a la mañana. Porque debe de tener una boda normal, así que necesitas ser paciente.

Diego: no soy un hombre que se caracteriza por ser paciente. Nada más que le demostrarte que si puedo hacerlo y si no hubiera interferido en mis padres el día de ayer me hubiera casado con mi Helena.

Federico: acaso hubieras permitido que tu hija se casara de esta manera. Aunque eso lo sabrás cuando seas padre y cuando eso pase ese día me entenderás.

Diego: tendré una familia con mi esposa y sabré cuidar a cada una de mis hijas. Pero me imagino que todavía no tiene pensado terminar con nuestra conversación, ya que tendré que escucharlo hasta que termine de hablar y después de que terminemos de hacerlo quiero hablar a solas con mi mujer.