Federico: ya te dije que me molesta que te refieras de esa manera de mi hija. Sera mejor que evitar hacer este tipo de comentarios sino quieres que no acepte su matrimonio.
Diego: sabe que tendrá que hacerlo. Porque yo soy la felicidad de mi Helena y usted como su padre seguramente no va a querer que sea infeliz.
Federico: ella tomo la decisión de ser tu esposa. Pero debes de evitar que mi niña sufra por tu culpa y quiero decirte que no te conviene hacerla llorar.
Diego: le recuerdo que el día de ayer hablamos. Además, no es necesario que sigamos hablando de esto y sabe perfectamente cuál es el verdadero motivo por el cual estoy aquí.
El empieza hablar y sobre todo no dejaba de ver a su prometida. Diego se sentía completamente enamorado, solo que sus padres no decían absolutamente nada y él sabía que ellos no querían que se realizara su matrimonio, aunque a él nunca le importo lo que pensaban sus padres, ya que se iba a casar con su mujer. Él se levanta de su asiento y cuando lo hace la mira para después ayudarla a levantarse, ellos empiezan a caminar para poder alejarse de sus familias y se detienen para poder conversar.
Helena: quisiera que te comportaras como una persona normal. Nada más que eso sería imposible y ahora que es lo que quieres hablar conmigo.
Diego: solo quiero decirte que no puedo vivir separado mucho tiempo de ti. Porque te extraño y también todas las noches apareces en mi sueño.
Helena: entonces tus sueños son extraños. Pero si esto era todo lo que me tenías que decir debemos de regresar al lado de nuestros padres.
Diego: quiero que nos olvidemos de lo que pasa a nuestro alrededor. Siempre me ha gustado que mi mires a mí, además tu eres demasiado importante para mí.
Helena: siempre te quedabas callado cuando te preguntaba que eras lo que sentías por mí. Solamente que me canse de la actitud que tenías conmigo.
Diego: sé que fui un mal prometido. Ahora que te convertirás en mi esposa estoy seguro de que cambiare la mala imagen que tienes de mí.
Helena: me gustaría que intentaras eso. Nada más que me gustaría que me besaras por primera vez y sé que este no es el mejor momento para que lo hicieras, ya que nuestros padres están presentes.
Diego: la presencia de ellos no debe de ser un impedimento para hacerlo. Además, solo será un beso y te lo daré porque quiero hacerlo, así que no debería de preocuparte por lo que piensen.
Helena: es que para ti es fácil decirlo. Seguramente quieres hacer esto para que mi padre se moleste y yo quiero evitar eso, porque se cómo es el.
Diego: te recuerdo que estamos enamorados y es normal que bese a mi futura esposa. Sera mejor que lo haga y sobre todo no puedo resistirme más a ti.
Él se acerca a su prometida para besarla por primera vez. Solamente que nunca le había dado un beso y ahora más que nunca quería hacerlo, pero él nunca le había dado uno porque pensaba que no tenía sentimientos por ella y Diego sabía que tampoco lo hizo para evitar que se hicieras ilusiones, el empieza a besarla para después separarse de ella y cuando lo termina se sorprende al descubrir lo que realmente sentía por su Helena.